"Ittch-it-a-cop-it-a-melaka-mystica"
Casi 30 años después del estreno de 'El retorno de las brujas', alguien en Disney encontró una vela de llama negra extra para invocar de nuevo a las hermanas Sanderson. Lo de la película de Kenny Ortega ('High School Musical') es el hechizo de la nostalgia en estado puro. La película no fue bien en taquilla en 1993, tampoco en críticas. Sin embargo, unos cuantos (bastantes) años después se empezó a pedir muy insistentemente que Bette Midler, Kathy Najimy y Sarah Jessica Parker volvieran a subirse a la escoba (o aspirador) y trajeran de vuelta ese terrorcillo para toda la familia que convirtió con el paso del tiempo a 'El retorno de las brujas' en un clásico de culto, perfecto para la época de Halloween. Finalmente las plegarias de los fans a la luz de la luna llena han sido escuchadas y el 30 de septiembre desembarca en Disney+ 'El retorno de las brujas 2'.
Cada vez que han preguntado a una de las estrellas de la primera entrega qué haría falta para que regresaran, la respuesta siempre era la misma: "tiene que haber una buena historia para justificarla". David Kirschner, guionista de la original, Blake Harris y Jen D'Angelo han hecho todo lo posible por escribir una película que rinda homenaje a la original, y sobre todo tenga ese mismo aire de "iniciación al terror", inocente pero juguetón que hace de la primera algo tan entretenido. Aunque repetir la fórmula es difícil, 'El retorno de las brujas 2' cumple con los suficientes puntos básicos para conseguir su propósito, por mucho que no pueda alcanzar a la primera venida de las hermanas Sanderson.
El grueso de la acción tiene lugar en el presente. Becca (Whitney Peak), Izzy (Belissa Escobedo) y Cassie (Lilia Buckingham) son tres amantes de la brujería que celebran cada cumpleaños de Becca, que coincide con Halloween, realizando un hechizo en el bosque cerca de Salem para pedir poder para el nuevo año. Pero en su 16 cumpleaños varias cosas salen mal. Primero, Cassie no está porque se ha distanciado de ellas desde que se ha echado de novio a uno de los deportistas (Froy Gutierrez). Y segundo, sin querer resucitan a las hermanas Sanderson al encender de nuevo una vela de llama negra. Las brujas regresan con ganas de venganza, y esta vez pretenden no fallar, llegando a plantearse realizar el hechizo prohibido del libro de Winifred.
'El retorno de las brujas 2' consigue ese tono familiar que tan bien maneja Disney y que es el secreto del éxito de estas películas. Tiene el punto infantil suficiente para que los pequeños puedan verla sin acabar aterrorizados, y a la vez cuenta con una mezcla de guiños a la original y "chistes de padres" más actuales para que los mayores también se lo pasen bien. La secuela no llega a tener ese punto "horny" de la primera, que repetía la palabra virgen más o menos cada tres frases, pero lo suple volviendo a aprovechar que las Sanderson son mujeres de otro tiempo para enfrentarlas a las Roombas y Alexas del siglo XXI. La escena en el supermercado buscando cremas rejuvenecedoras (¡hechas con niños de verdad!) es desternillante.
Por suerte, las tres Sanderson han regresado con muchísimas ganas de pasárselo bien. De no ser así, esta película no tendría ningún sentido. Kathy Najimy mantiene un dominio del humor físico estupendo. Bette Midler vuelve a ser una lideresa maravillosa, canalizando a Winifred como si no hubiera pasado el tiempo. Pero es Sarah Jessica Parker la que ha venido con ganas de darlo absolutamente todo. No solo trae de vuelta esa volatilidad y punto "borderline" de Sarah Sanderson que ya la hacía divertidísima en la primera, sino que ahora, con ese estatus de estrella y de icono a sus espaldas, está dispuesta a mostrarnos que se atreve el doble con lo que le echen, ya sea hacer el espagat o robarle una escena musical a Bette Midler. Las tres recuerdan los manierismos como si no hubieran pasado 30 años, y su química se mantiene intacta, lanzando cada frase como si fuera pura improvisación. Ellas eran la razón de ser de 'El retorno de las brujas', y ellas siguen siendo la razón de ser de la segunda parte. Resulta mágico (perdón) fijarse en las caras de las tres y darse cuenta de que están haciendo grandes esfuerzos para no partirse de risa. Ellas se lo pasan como niñas pequeñas, y gracias a ello nosotros acabamos igual.
Esa energía tan desbordante y efervescente es muy necesaria porque las nuevas protagonistas no son capaces de llevar el peso de la película tan bien como la encantadora Thora Birch (Dani), Omri Katz (Max) y Vinessa Shaw (Allison), los niños de la primera. Becca, Izzy y Cassie son personajes bastante simples y no cuentan con una excesiva evolución. Casi acaba dejando más huella Froy Gutiérrez como inesperado scream king en una escena que ellas tres en toda la película. A pesar de que la película ha sabido actualizarse bastante sin perder de vista su origen, la elección de tres adolescentes en una película infantil parece más un intento de apelar a un público que muy probablemente iba a pasar de la película en cualquier caso, por muy interesante que pudiera llegar a ser su inclinación a la brujería, los hechizos y cristales para no repetir el camino de la primera. De hecho, ojalá hubieran explorado un poco más una posible inclinación hacia el fervor brujeril que tan de moda está, cómo alucinaría Winifred al ver a grupos de adolescentes conjurando hechizos en el parque. Pero en el fondo no queremos a las Sanderson como aliadas, sino como las villanas sedientas de venganza que merecen ser.
Volvamos a las verdaderas reinas. La película de Anne Fletcher ('La proposición') ha buscado diferenciarse de la primera dándole una emotividad que la original no llegaba a tener. Un prólogo nos muestra a unas jóvenes hermanas consiguiendo sus poderes, y nos deja a una Hannah Waddingham de la que vería un spin-off y a un desatadísimo Tony Hale que seguirá en sus apariciones en la película intentando emular al aquelarre en sobreactuación. Si la primera era un cuento de Halloween, simple a la par que efectivo, esta pretende invocar la fuerza de la amistad, la hermandad y los vínculos que ocultan nuestro verdadero poder. Sobre todo entre Winifred y sus hermanas, a las que considera muchas veces un dolor de muelas, pero son su dolor de muelas. 'El retorno de las brujas 2' consigue tocar el corazón además de hacernos reír, aunque sea de maneras bastante tramposas. Agradezco enormemente los intentos por hacerla diferente de la primera, pero agradezco todavía más que el tiempo les haya permitido distinguir qué funcionó en 'El retorno de las brujas' y no perderlo con el paso de tres décadas, como darnos a Bette Midler cantando una genial versión de 'The B... The Witch is Back' de Elton John, traer de vuelta a un Doug Jones fantástico como Billy Butcherson, el zombi bueno (y ahora parlanchín) al que por fin hacen justicia, y aprovechar los avances de la tecnología para que el libro de hechizos pueda demostrar un mayor rango interpretativo. Los efectos visuales son correctitos, muy probablemente fruto de que la película vaya directa a streaming, aunque quiero creer que también es una forma de rendir homenaje a esos efectos más de andar por casa de la primera (a pesar de que la versión gatuna de Thackery Binx fue top CGI en la época).
No llegaremos a ver 'El retorno de las brujas 2' en la gran pantalla, pero su regreso no tiene sensación de producto menor. Es una secuela en toda regla que consigue dos cosas que parecían muy complicadas: convencer a Bette Midler, Kathy Najimy y Sarah Jessica Parker para que regresaran como Winifred, Mary y Sarah (con todas las de la ley), y encapsular de nuevo el espíritu tontorrón de la original sin que resulte demasiado edulcorado para los cínicos tiempos que corren. Las Sanderson vuelven a darnos una película perfecta para disfrutar con muchas palomitas, caramelos y chocolate en Halloween o en cualquier noche que nos apetezca conjurar una evasión efectiva para toda la familia.
"Ittch-it-a-cop-it-a-melaka-mystica"
'El retorno de las brujas 2' se estrena en Disney+ el 30 de septiembre.
Nota: 7
Lo mejor: Lo por la labor que han regresado Bette Midler, Kathy Najimy y (sobre todo) Sarah Jessica Parker para divertirse, y divertirnos. Los guiños a la original mezclados con un humor más actual.
Lo peor: Las tres adolescentes protagonistas son bastante olvidables. Suelta ideas interesantes para explorar otras facetas, como la moda de la brujería, pero se quedan en nada.