Estamos en pleno auge de reencuentros con sagas míticas, sin especificar en qué género. En realidad es que no nos extraña que la industria americana haya decidido rescatar a la famosa niña del pozo llamada Samara. 'The Ring' fue una de las franquicias de terror que más éxito tuvo durante los primeros años del nuevo siglo. Naomi Watts, gracias a su papel de Rachel, se convertía en una de las reinas del terror contemporáneo. Han pasado más de 10 años desde que se estrenase la segunda entrega y 'Rings' promete ser una nueva película del mismo universo, pero para un público distinto.
La trama se centra en una pareja de jóvenes, que tras la marcha del novio deben vivir la distancia. Julia empezará a preocuparse por su novio, Holt, cuando éste no responda sus llamadas. Pronto descubrirá que Holt se encuentra inmerso en una investigación que pone en riesgo su vida. Una maldición a través de un archivo de vídeo será el causante que provoque que sus vidas cambien radicalmente. Julia pronto sentirá que tiene una extraña conexión con Samara y puede que ella sea la llave para liberarla. Igual que en las anteriores entregas, todo aquél que vea el vídeo, solo tiene siete días hasta que se cumpla la profecía de la niña del pozo.
Es difícil retomar una franquicia desde un nuevo punto sin ningún tipo de referencia a la original. En este caso, 'Rings' cumple a la perfección su cometido, pero el problema es que deja abiertos demasiados vacíos argumentales sobre cuál es la intención del film y su lugar en la saga. Se sabe que tanto 'The Ring' como 'The Ring 2' tampoco fueron películas brillantes, pero por lo menos contaban con el carisma y el apoyo del film original japonés. En esta entrega, se pierde toda esa esencia que hacía de Samara toda una leyenda urbana y que todavía a día de hoy era recordada. La intención de innovación, a la par que una búsqueda de los orígenes de la niña del pozo, hacen que no se tenga muy claro cuál es el cometido que tiene. Una mezcla de modernización de la leyenda, que no termina de convencer ni en cuánto a ejecución ni en cuánto a narrativa. Su mayor pecado es que es una película de miedo, que no termina de darlo y se queda a medio camino. ¿Y si una cinta de terror no da terror, qué le queda?
La esencia del vídeo maldito se ha perdido con las nuevas tecnologías. Si a Naomi Watts le costó bastante descubrir cómo salvarse, aquí un copia y pega de toda la vida es el primer paso para la redención. Los seguidores de la saga conocen muy bien cuál es el proceso para liberarse de acabar en las garras de Samara. Este elemento innovador es totalmente innecesario, sobre todo porque ya tomada la decisión de meter las nuevas tecnologías, no se aprovecha en su totalidad. En especial, porque vivimos en una época de vídeos virales y es demasiado extraño que ese vídeo no hubiera dado la vuelta al mundo y se espere a la llegada de Julia para ello. Esto quita coherencia y credibilidad al film, dado que se llena de casualidades justificativas, lo que es un indicativo de la falta de ideas a la hora de ejecutar esta nueva historia y cómo explicar algo que ya no sepamos de la maldición del vídeo. Como suele pasar con secuelas de varias sagas de terror, esta tercera parte era prescindible pero es algo que ya ha pasado con 'El grito' o incluso en España con '[REC]'.
Las interpretaciones están a la altura de la película, es decir, unos actores que no van más allá de lo dictado en el guion, no consiguen dar carisma y dinamismo a su personaje y simplemente, son meros ejecutores de diálogos. Matilda Lutz es la encargada de ser la heroína en esta ocasión y si todos nos acordamos de Rachel subiendo por el pozo, de la Julia de Lutz no hay ningún momento mítico destacable. Es una pena, dado que la idea que circula en torno a su personaje era una premisa que podría haberse aprovechado muy bien. Tristemente, Lutz se convierte en otra protagonista americana de película típica de terror. Lo mismo pasa con su partenaire Alex Roe, que no consigue empatizar con el público en ningún momento. Roe no se implica lo suficiente como para tener un peso fílmico importante y esto se hace notorio, convirtiéndose en algo negativo dado que es el co-protagonista de la cinta.
Aun así, no podemos negar que la inclusión de Johnny Galecki como el profesor Gabriel ha sido todo un acierto. Los fans de 'The Big Bang Theory' no lo pasarán desapercibido y para aquellos que no sepan quién es, la realidad es que es una de las pocas interpretaciones que por lo menos, tiene carisma. No se puede decir que vaya a ser su papel del año, pero por lo menos rompe un poco ese maniqueísmo tan claro que se puede ver en la cinta. Desgraciadamente, para Vincent D'Onofrio podría haber ocurrido lo mismo, dado que da una buena interpretación pero su personaje está rodeado de una trama que es el mayor sinsentido del film. Esa manía de querer rizar el rizo hasta no poder más es una de las consecuencias que 'Rings' acabe pecando de ambiciosa y termine hundiéndose a lo que narrativamente uno se refiere. Religión, orígenes... ya está visto y no se ha buscado hacerlo de forma congruente ni racional.
En cuanto a nivel técnico, hay que destacar que la dirección de F. Javier Gutiérrez es bastante positiva. Las razones por las que se destaca su trabajo es que a nivel de guion no lo ha co-escrito junto a David Loucka, Jacob Estes y Akiva Goldsman. La estética está muy cuidada y es cierto que se nota el interés de no únicamente traernos al universo de Samara como un film de terror. El clímax y el ritmo dan la sensación de encontrarnos también con un thriller y crear una atmósfera de misterio. Esa sensación de frialdad, se puede contemplar perfectamente en los planos utilizados. Aun así, al no ser acompañados por la historia, pese a estar visualmente trabajada, no se saca el suficiente partido y por lo tanto no brilla como si lo hubiera podido hacer en otras películas. Al ser el debut cinematográfico en Estados Unidos del realizador de '3 días', cabe decir que era complicado continuar con una saga que ya se daba por cerrada. Los múltiples cambios de fecha, también fueron un indicativo de que el film no estaba convenciendo.
Samara quiere morir
Estirar el chicle en ocasiones, hace que la saga acabe deteriorándose de modo que apenas se puede ver la personalidad de la que gozaba en un principio. Es cierto que 'The Ring' proviene de una película japonesa de terror, al igual que 'El grito', y ya venían marcadas desde el principio. Aun así, en el díptico protagonizado por Naomi Watts ya estaba bastante bien recogida la historia de Samara. En esta entrega no hay una motivación clara y según va desarrollándose la película, se hace ambigua y en ocasiones, insostenible. El problema también se puede observar en cómo el final, sin hacer spoilers, hace alusión a un reinicio de la saga nuevamente. Por lo que parece, habrá que esperar a las decisiones del estudio, pero sinceramente, creo que hasta Samara Morgan está pidiendo a gritos que la dejen morir en paz y se convierta en un buen recuerdo del género de terror.
En conclusión, 'Rings' es una tercera parte que no está conectada con las dos anteriores. Se ha perdido al esencia de la saga original y eso hace que se note el desgaste de la franquicia, incluso después de más de 10 años. Una película olvidable que no estará entre las míticas cintas de terror que poner en Halloween, a diferencia de la primera. Un guion con bastantes agujeros narrativos y una lógica que no termina de encontrarse. Como se suele decir, más vale malo conocido que bueno por conocer. Y esta vez, se cumple a la perfección. ¿Habrán entendido los productores el mensaje de las críticas y de los propios fans?
Nota: 3
Lo mejor: La atmósfera y la mejoría visual con respecto a anteriores entregas.
Lo peor: Un guion bastante flojo y una historia totalmente innecesaria.