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CRÍTICA

'Rodin': La sombra del maestro

Jacques Doillon dirige y escribe 'Rodin', protagonizada por Vincent Lindon e Izïa Higelin. Narra la vida del escultor francés Auguste Rodin, considerado el padre de la escultura moderna.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 24 de Agosto 2018 | 09:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Auguste Rodin, considerado el padre de la escultura moderna, dijo sobre el arte que era contemplación, que era "el placer de un espíritu que penetra la naturaleza y descubre que también esta tiene un alma" y lo consideraba "la más sublime misión del ser humano, puesto que es el ejercicio del pensamiento que trata de comprender el universo y de hacerlo entender". Jacques Doillon es un realizador veterano, con una extensa carrera y muy reconocido en Francia. Sin embargo, tristemente la mayor parte de su filmografía no está disponible en territorio español. Después de la sexual 'Mis escenas de lucha', llega 'Rodin', biopic sobre el icónico escultor, protagonizado por Vincent Lindon y que se presentó en la Selección Oficial del 70º Festival de Cannes.

Rodin

La película se inicia en 1880, Auguste Rodin ya es un escultor de prestigio y el estado francés le ha comisionado 'La puerta del infierno', que sería una de sus esculturas más famosas. En 1883 conoce a Camille Claudel, inicialmente su aprendiz y posteriormente una reconocida escultora y también su amante. A lo largo de una década, Rodin y Claudel vivirán una apasionada historia de amor con un final doloroso. El filme se adentra en la pasión de Rodin por Claudel, en su devoción por su trabajo, en las relaciones tormentosas que tuvo con su esposa y sus hijos, en las aventuras sexuales que tuvo con sus modelos, un repaso por la vida y obra de uno de los genios artísticos más célebres del siglo XIX.

Las sombras del padre de la escultura moderna

Hay que celebrar que Doillon utiliza la elegancia del drama de época mezclado con el tono de biopic para proponer una película diferente, en la que el público entrará, de golpe, en la vida del célebre escultor. De esa misma forma, se va recordando, en estilo y forma, al retrato que hizo Martin Provost de Violette Leduc en 'Violette'. Sin embargo, mientras que en la cinta sobre la autora de 'La bastarda' tenía claro las escenas que quería mostrar sobre la vida de la escritora, así como también su amistad con Simone de Beauvoir, Doillon crea un retrato intenso y muy entregado de Rodin, al que da vida Vincent Landon de forma tan devota como la que tiene el director a su figura.

Rodin

Sin embargo, esa intensidad no se sabe a dónde va, la película se limita a exponer momentos muy importantes de la vida del artista, como también escenas en las que la se ven sus esculturas más célebres, desde 'La puerta del infierno' a 'El pensador', 'El beso', 'Los burgueses de Calais' o el 'Monumento a Balzac' (tan denostado y rechazado inicialmente como admirado en la actualidad). También se muestran sus conversaciones con Victor Hugo, con Edward Steichen, con Paul Cézanne, con Monet, con Rilke y, por supuesto, con Camille Claudel.

Doillon se pasa con la intensidad

Ahí entra en juego Izïa Higelin, su retrato no es tan certero como el de Juliette Binoche en 'Camille Claudel, 1915' o el de Isabelle Adjani en 'La pasión de Camille Claudel'. Pero más que por Higelin, lo es por Doillon, que no sabe mostrar la pasión y el amour fou propios de esta complicada y tóxica relación entre el maestro y su pupila. Parece que el director dejó la sensualidad y el erotismo solo para los momentos en los que Rodin esculpe, ya que su amor con Claudel, mostrado por episodios, no llega a transmitir esa pasión que le llevó a Claudel a recluirse en sí misma. Eso sí, en cuestiones amorosas, Doillon no deja un bonito retrato de Rodin, al que muestra como hombre egocéntrico y arrogante.

Rodin

Con lo cual, 'Rodin' es una película con una puesta en escena magnífica, con una fotografía muy cuidada, con una estética que recuerda a 'El jardín de Jeannette' de Stéphane Brizé. Sin embargo, su excesiva duración e intensidad convierten a 'Rodin' es una película que gustará a los admiradores del cine de Albert Serra. Una demostración de que condensar en dos horas la vida y obra de un genio es una empresa difícilmente viable.

Nota: 5

Lo mejor: Su cuidada puesta en escena.

Lo peor: No se sabe qué quiere decir el director exactamente.