El cine de animación europeo siempre ha mostrado estar en la vanguardia artística, con magníficos títulos como 'El gato del rabino' de Antoine Delesvaux o 'Los cuentos de la noche' de Michel Ocelot. El pintor y artista multimedia Milorad Krstic debuta en el cine con 'Ruben Brandt, coleccionista', con la que ha logrado llevarse el premio al mejor guion y a la mejor ópera prima en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, además de haber sido nominado al Annie al mejor filme de animación independiente y al mejor montaje.
Ruben Brandt es psicoterapeuta y está especializado a tratar con personas que han sido ladrones de guante blanco. Desde hace bastante tiempo, Brandt sufre unas pesadillas muy violentas, en las que aparecen personajes de 13 obras de arte como 'Retrato del cartero Joseph Roulin' de Vincent Van Gogh, 'La Venus de Urbino' de Tiziano, 'El nacimiento de Venus' de Sandro Botticelli, 'La infanta Margarita en azul' de Diego Velázquez, 'Mujer con libro' de Pablo Picasso o el 'Double Elvis' de Andy Warhol. Con el riesgo de acabar sufriendo una esquizofrenia severa, los pacientes del psicólogo decidirán robar dichas obras de arte, para lograr calmar los nervios de Brandt.
Un viaje psicodélico a través del arte
Krstic hace un auténtico homenaje al arte a través de una trama de misterio en la que aprovecha para meterse en la mente de un protagonista cuyos fantasmas del pasado le persiguen y atormentan desde su subconsciente. El artista esloveno, residente desde 1989 en Hungría, crea una espiral fascinante que lleva al espectador a un viaje surrealista a través de un mundo extraño, habitado por personajes propios del cubismo o el dadaísmo, que remarcan su sentido superreal y convierten al largometraje en una propuesta original, en la que el arte se convierte es un protagonista más.
Esa pasión por el arte recuerda a la vista en 'El lienzo', de Jean-François Laguionie, solo que, en lugar de mostrar los límites de la mirada artística a través de estratos sociales, en 'Ruben Brandt, coleccionista' aprovecha la trama noir para hacer una fábula sobre la dominación de los miedos, en la que la posesión de los cuadros es un símil perfecto a la superación de los traumas que perviven en la psique.
En medio, una auténtica clase magistral de Historia del Arte, con cuadros completamente diferentes entre ellos, que van desde el Quattrocento italiano al arte pop, pasando por pinturas barrocas o impresionistas. Después está la animación, un estilo que apenas se ha visto en el cine, como mucho, en los cortometrajes del realizador checo Jan Svankmajer. Krstic dialoga, cinematográficamente hablando, con Dalí, es imposible no pensar en el corto 'Destino', que el artista español concibió para una colaboración con Walt Disney. Después su análisis sobre el subconsciente recuerda al de la obra del gran Satoshi Kon, en la que la realidad y la ficción acaban mezclándose en un psicodélico caos.
Una joya de la animación europea
Pero no solo se trata de arte, Krstic también hace un homenaje al cine negro, con una historia criminal digna de Alfred Hitchcock, llena de adrenalina, que mantiene en vilo en todo momento al público. También rinde tributo a la cultura pop, con una escena en la que mezcla una trama digna de una película de Sidney Lumet, con la estética de Picasso y con música de fondo el tema 'Oops!... I Did It Again' de Britney Spears. Tal amalgama solo podría realizarla un artista con una gran mirada transversal, como la que tiene Krstic.
Todo ello convierte a 'Ruben Brandt, coleccionista' es un título imprescindible, un auténtico viaje por los lugares más recónditos de la psique a través del arte y el cine. Un filme hecho para sentir las emociones que transmiten sus imágenes. Una obra maestra, un debut convertido ya en un joya animada cinematográfica.