Con contadas excepciones, no es arriesgado decir que DreamWorks está viviendo una época creativa más que interesante. Tras cerrar la saga 'Cómo entrenar a tu dragón' por todo lo alto en 2019, la factoría siguió la estela de éxito y reconocimiento con 'Abominable' y, a diferencia de Disney, fue una de las pocas factorías de animación que apostó por estrenar sus títulos en salas de cine durante la pandemia, con éxitos en taquilla como la estupenda 'Los Croods: Una nueva era'.
Con apuestas recientes magníficas como 'Los tipos malos' o 'El gato con botas: El último deseo', la factoría se vuelve a arriesgar con una película original, adentrándose en lo profundo del mar con 'Ruby, aventuras de una kraken adolescente', con la que aprovecha para subvertir la buena fama de las sirenas que vino tras los éxitos ochenteros de Disney con 'Un, dos, tres... Splash' y, sobre todo, 'La sirenita', en la que se asoció para siempre que estos seres mitológicos fuesen pelirrojos y no rubios, como tradicionalmente se había mostrado.
Se trata completamente de una apuesta original, ya que no adapta ningún ni libro o cómic. Sin duda, una curiosa reinterpretación de la figura del villano, asociada a ese otro ser mitológico de la cultura nórdica; que a los más nostálgicos les puede recordar a la manera de reinterpretar la figura del ogro en 'Shrek' o la del villano de la saga de Illumination 'Gru'. En este caso, la cinta dirigida por Kirk DeMicco, realizador de la primera entrega de 'Los Croods' y de 'Vivo' para Sony, quien vuelve a traer ese concepto de unión familiar para esta propuesta marina, con guion de Pam Brady, Brian C. Brown y Elliott DiGiuseppi.
DreamWorks se quita la espinita de 'El espantatiburones' con esta estupenda aventura bajo el mar
'Ruby, aventuras de una kraken adolescente' tiene como referencia las películas de John Hughes y otros títulos más modernos como 'Chicas malas', 'Rumores y mentiras', 'Lady Bird' o 'Súper empollonas'. Movimiento atrevido pero con el que el film logra traer ese punto de equilibrio entre cine familiar con elementos propios de las cintas adolescentes. Aprovecha bien los clichés para narrar un relato de emancipación y de aceptación del otro tal como es, cuyas secuencias más dramáticas recuerdan a las de 'Red', de Pixar. Es más, las relaciones materno-filiales terminan ejerciendo un papel mayor inclusive.
A ello se suma la imagen de buenos y malos. DreamWorks opta por la fórmula clásica. Ahora bien, sabe también jugar con ella y eso se refleja en cómo retrata a las sirenas, trayendo a la actualidad el concepto clásico del mito, de utilizar sus encantos para atrapar a su presa. En este caso, dentro de la lógica adolescente. Con personajes protagónicos carismáticos y secundarios robaescenas, la guinda de la cinta es su animación, casi psicodélica y unas secuencias dignas de las cintas de kaijû al más puro estilo 'Godzilla'.
La factoría no tenía una aventura marina desde la fallida 'El espantatiburones'. Mucho ha evolucionado su estilo de animación, con una historia que también apuesta por diseños diferentes y que se agradece que siga esa línea que ya abrieron las mentadas 'Los tipos malos' y 'El gato con botas: El último deseo' y que la emparenta con 'Los Mitchell contra las máquinas' y la también mencionada 'Red'.
Universal está viviendo su propia época dorada de animación tanto por Illumination como por DreamWorks. La factoría de Comcast ha sabido encontrar su propio camino, sin mirar a la competencia, logrando traer propuestas magníficas a la que se une 'Ruby, aventuras de una kraken adolescente'. A la espera de sus resultados en taquilla, no hay duda de que se está ante una saga en potencia.
Lo mejor: Su animación psicodélica y su apuesta por traer el espíritu de películas como 'Chicas malas' a una propuesta familiar.
Lo peor: Realmente, su historia es tremendamente predecible. Se salva porque juega con los clichés.
