En esta segunda temporada de 'Santa Clarita Diet', los personajes protagonistas se convierten en la Reina de Inglaterra en vez de en no muertos, una expresión que entenderéis cuando veáis la nueva tanda de capítulos de la serie de Drew Barrymore y que viene muy al caso para explicar cómo Sheila, Joel, Abby y Eric han encontrado la madurez y el mejor camino para lidiar ante lo extraño, ante los excesos de compartir vida con alguien que come carne humana.
Si la primera temporada supuso el shock ante el cambio y la ruptura de la normalidad familiar, ésta ahonda en la persecución de la aceptación y de quiénes tienen que ser ahora los personajes, desembocando en una dinámica que consigue un equilibrio muy acertado. Los guionistas han encontrado cierta naturalidad dentro del esperpento que compone 'Santa Clarita Diet', dando con un sentido propio para cada personaje. Así, ver a la protagonista siendo heroína y villana, a su marido, Timothy Olyphant, superado y buscando refugio en lo más mundano, a la hija adolescente fracasar y encontrar su sitio siendo una badass... es un disfrute mayor porque 'Santa Clarita Diet' ha perfeccionado su tono.
La serie ha sacado punta al sentido del humor que rodea el universo de excesos que acontecen en la ciudad californiana sin reducir la marcha de lo irracional. No renuncia a darnos 'carnaza' desde el primer capítulo, es decir, ofrece desde el minuto uno lo que esperamos de una serie tan desinhibida y libre de complejos, por lo que los giros que da en su segunda temporada también destaparán elementos paranormales y gamberros que pueden tener la clave de lo que provocó que Sheila muriese.
No sólo se abrirán esas líneas de actuación que pueden brindar respuestas a la familia Hammond, sino que también veremos frentes que pueden poner en peligro el secreto del personaje de Barrymore. Recordemos que la anterior temporada terminó con Sheila deteriorándose y perdiendo el control de sus instintos, por lo que encontrar vómito serbio era una prioridad para todos. Ahora, se termina de explorar esa posible cura que trajo consigo la doctora Wolf y además, a medida que van pasando los capítulos, la ecuación de lo inexplicable se va haciendo más grande y se expone más a hacerse pública.
Vista la primera mitad de la segunda temporada, que llegará a Netflix el 23 de marzo, resulta mucho más ingeniosa e interesante que su predecesora. Ha afianzado su trama y ha aprovechado un filón que presentó en el arranque de la serie y del que queríamos ver más. Atentos, sobre todo, al 2x03 de la temporada, que es punto de partida de lo que veremos en los siguientes capítulos y un episodio que fácilmente puede alzarse como el mejor de la temporada.
Entre los puntos flacos de esta segunda temporada, habrá que ver cómo 'Santa Clarita Diet' se maneja con más personajes recurrentes, protagonistas de esos frentes de los que antes hablábamos. Esto sin duda puede provocar cabos sueltos, más allá de que haya un desenlace abierto al final de temporada ante una posible renovación.
La relación de Abby y Eric
En una serie sangrienta donde el centro de atención se pone en una crisis matrimonial y familiar por la muerte de la rutina, casi podríamos decir que en la relación que se ha creado desde el principio con los personajes de Liv Hewson y Skyler Gisondo, Abby y Eric, se ha metido a cuchillo el factor romántico.
Aunque sigue jugando al clásico despiste que mezcla amor y amistad, se agradece que no reduzcan sólo a eso a Abby, que no esté sólo definida por lo que sienta o deje de sentir hacia Eric y su subtrama esté más relacionada con una búsqueda de una identidad propia, un papel en el que sentirse plena. Al margen de que resulte un tanto tendencioso cómo se maneja este dúo, sigue haciendo gracia cómo se las apañan para lidiar con sus incompetencias y frustraciones vitales.
Nota: 7
Lo mejor: Su tono mejora con respecto a la primera temporada. Logra ser más ingeniosa dentro del delirio en el que se mueve.
Lo peor: Aprovecha a medias ese filón al que hacemos referencia y puede haberse metido en un jardín demasiado amplio.