Aunque los cineastas cumbre el cine social británico sean esas dos eminencias llamadas Ken Loach y Mike Leigh, poco a poco van surgiendo pequeñas propuestas de directores como Uberto Pasolini, Phyllida Lloyd, Clio Barnard o Aleem Khan. Laureada en el Festival de Sundance, donde obtuvo el Premio del Jurado en la sección World Cinema, llega a los cines 'Scrapper', la ópera prima de Charlotte Regan, la cual busca traer ese espíritu de drama social obrero con un halo de esperanza que también supieron plasmar títulos como 'Billy Elliot' o 'Pride'.
'Scrapper' tiene como protagonista a Georgie, una niña de 12 años que lleva una temporada viviendo sola. Tras la prematura muerte de su madre, Vicky, la pequeña ha logrado trampear a los servicios sociales para evitar ser llevada a un centro de menores. Sólo sabe su situación Ali, su mejor amigo. La preadolescente sobrevive robando bicicletas y haciéndole creer a la seguridad social que ahora vive con su tío. Niña con una imaginación desbordante, ha logrado crearse un pequeño universo en ese barrio obrero a las afueras de Essex. La llegada de su padre biológico trastocará todo.
Para su ópera prima, Regan ha optado por narrar una historia de perdedores, de aquellos marginados de la sociedad que sobreviven como buenamente pueden. El escenario es uno de esos pisos que, en España, sería considerado parte de los PAU (Programa de Actuación Urbanística), para ofrecer una vivienda digna a familias en riesgo de exclusión social. Con un trasfondo social dramático, la cineasta opta por darle un tono optimista y esperanzador a esta pequeña fábula. Con la mirada de Georgie, Regan crea una propuesta en la que los niños buscan poder vivir su infancia como buenamente pueden.
Por supuesto, esta situación evoca a esa atmósfera que había en 'The Florida Project'. Sin embargo, Regan huye del enfoque pesimista de Sean Baker (magnífico para su filmografía, que conste) para crear un relato con el que ofrecer una salida digna a su protagonista. De ahí, que entre la figura del padre, un joven Harris Dickinson que parece no olvidar sus raíces en el cine independiente, a pesar de haber estado en taquillazos de Hollywood.
Una mirada luminosa dentro del cine social
El intérprete toma el relevo de sus compatriotas James Norton y Paul Mescal, en el hecho de convertirse en un padre prematuro (dado que es un veinteañero que se convirtió en progenitor de una niña siendo un adolescente). Precisamente, 'Scrapper' tiene un poco de esa atmósfera que plasmaron Uberto Pasolini y Charlotte Wells en 'Cerca de ti' y 'Aftersun'. Dichas películas sabían ofrecer un rayo de esperanza en una situación inhóspita.
En este caso, se trata de aceptar a un progenitor imperfecto, que madurará a través de su hija. Un vínculo que va creciendo y en el que se ve a Harris Dickinson derrochar química con Lola Campbell, todo un descubrimiento. Una relación atípica que pone un enfoque positivo en una historia que parecía estar condenada a un desenlace dramático. La manera en la que Regan lleva la historia, con pequeños momentos para reír entre tanta miseria, ayudan a crear una cinta de enfoque social, realista, aunque con mirada esperanzadora en esa clase olvidada.
'Scrapper' resulta una notable ópera prima, de una cineasta que puede ser esa esperanza para convertirse en una de las figuras del nuevo cine social británico, al que tanto le faltan nombres propios. Un filme que sabe beber de lo mejor del estilo de Ken Loach y Mike Leigh.