Llega a los cines la secuela de la recuela de la saga 'Scream', que en su sexta entrega trata de reinventarse (otra vez) con un cambio de escenario y más sangre y vísceras que nunca. En 'Scream' (2022), Ghostface seguía nuevas reglas, las del reboot, entre ellas que el asesino/a tenía que tener conexión con el primer villano, debían aparecer personajes originales y mucho ojo con el grupo de amigos. Además, se saltaba alguna de las normas preestablecidas, como que cualquier personaje LGTBIQ+ tenía asegurada su supervivencia o que las muertes tenían que ser cada vez más elaboradas. 'Scream VI' tiene un nuevo estatuto, el de las franquicias, en las que ningún personaje está a salvo, ni los nuevos protagonistas ni los clásicos, y todo, absolutamente todo, tiene que ir a más, por eso cambiamos Woodsboro por la Gran Manzana, porque si en el espacio nadie puede oír tus gritos, en Nueva York directamente los ignoran.
Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett vuelven a ponerse tras las cámaras con un guion de James Vanderbilt y Guy Busick, es decir, mismo equipo para más (más) de lo mismo. ¿Y de qué va? Las supervivientes de la anterior matanza, las hermanas Carpenter, se van a Nueva York donde Tara (Jenna Ortega) y los gemelos Mindy (Jasmin Savoy Brown) y Chad (Mason Gooding) asisten a la universidad. Sam (Melissa Barrera) sigue traumatizada porque su novio Richie (Jack Quaid) intentase matarlas y por eso de que su padre fuese un asesino en serie que vive en su cabeza; y por supuesto un nuevo asesino bajo la máscara de Ghostface quiere acuchillar a todo el mundo. También regresan la Gale Wheaters de Courteney Cox y Hayden Panettiere como Kirby Reed, la final girl de 'Scream 4', que vuelve a la franquicia 12 años después. Las nuevas incorporaciones incluyen a Dermot Mulroney, Jack Champion ('Avatar: El sentido del agua'), Devyn Nekoda, Josh Segarra y Liana Liberato.
Si la quinta entrega era un tributo al maestro Wes Craven y a toda su filmografía, 'Scream VI' navega en su propio metaverso (aunque con algún homenaje a Alfred Hitchcock). Y ya no hablamos de guiños, si no de incorporar en la trama todo su lore. Gana enteros si vienes con los deberes hechos, pero quienes lleguen de nuevas a la saga no tienen nada que temer, al fin y al cabo esto no es Marvel, y aquí hemos venido a ver gente morir. Para entrar, solo necesitas conocimientos básicos de los clichés del cine de terror (los de anatomía no, esos olvídalos).
La película arranca con su clásica llamada telefónica, el primer plot twist de un guion que no va a cesar en su empeño por reventar las expectativas tanto de sus fans como de sus personajes. ¿Quién o quiénes se esconden tras la máscara? La pregunta sigue funcionando tras 27 años de saga (y podrá seguir haciéndolo si la taquilla acompaña) porque sigue abrazando el mismo espíritu irreverente y salvaje. 'Scream' siempre se ha tomado tremendamente en serio el género, con un sentido del humor y una autoconciencia envidiables. Además, y a diferencia de su predecesora, 'Scream VI' es menos irónica y crítica con su público mientras la sangre fluye tal y como se espera de ella.
"¿A quién le importan las películas?"
Siguiendo los preceptos del monólogo de Mindy sobre lo que debe ofrecer una secuela, aumentan no solo los apuñalamientos, sino también su magnitud. Veremos muertes más violentas y ambiciosas y Ghostface incluso cambia los cuchillos por las armas de fuego en una de las secuencias más memorables de sus 123 minutos de duración. Eso sí, esta tiene que competir con el set piece del metro de Nueva York en la noche de Halloween, una ratonera llena de monstruos y referencias cinematográficas cuya última parada es un cine abandonado reconvertido en museo. Este escenario funciona casi como metáfora de una película que utiliza todo el peso de su historia para coger impulso.
'Scream VI' no intenta reemplazar a Neve Campbell, ni siquiera se esfuerza mucho en justificar su ausencia, y el vacío que deja Sidney Prescott duele menos gracias a Ortega, que acaba de arrasar con un papel también oscuro en 'Miércoles'; y Barrera, la heroína psicópata que merecemos. Hay que destacar también a Gooding y Savor Brown como grandes secundarios robaescenas y a Cox como ancla al legado de Craven y Kevin Williamson.
Subversiva y a la vez consecuente con su propio sello de identidad, la nueva propuesta de la (ahora) franquicia tiene suficiente sangre para fans del slasher, suficientes easter eggs para fans de la saga y suficiente ritmo, acción y tensión para triunfar como thriller. Ghostface está en buena forma y 'Scream VI' también.
Nota: 7
Lo mejor: Su meta-conciencia.
Lo peor: Es una sexta entrega, el giro final ya no es tan difícil de intuir.
