A nivel mediático, mucho se ha hablado (y se está hablando) sobre la realidad de las personas trans. Sin embargo, poco se ha retratado su día a día, sus profesiones, sus miedos, sus deseos en la vida, sus aspiraciones, su rutina, la perspectiva social, aquella que hace comprender mejor al prójimo. Desde ese enfoque, llega 'Sedimentos', el nuevo largometraje del cineasta valenciano Adrián Silvestre, un filme que aterriza en salas comerciales tras un exitoso recorrido en festivales de cine.
Y exitoso, porque ha logrado obtener el aplauso de la crítica tras su paso por el 24 Festival de Málaga, el BFI London Film Festival, el Festival Cinespaña de Toulouse, por la sección Made in Spain del 69 Festival de San Sebastián o su recorrido por la 66 Seminci de Valladolid, donde obtuvo la Espiga Arcoíris al mejor largometraje de temática gay, lésbica, bisexual o trans.
No es de extrañar, porque 'Sedimentos' es uno de los mejores exponentes de la gran calidad cinematográfica que está teniendo el género documental español, el cual está siendo fuente de innovación en materia de autor, al demostrar que la línea entre ficción y no ficción está siendo cada vez más difusa. Silvestre lleva a sus seis protagonistas, seis mujeres transexuales, a una especie de vacaciones en un pequeño pueblo de León, del que es originaria una de ellas.
Las seis son miembros de la asociación I-vaginarium, un proyecto que busca dar información rigurosa a aquellas mujeres que consideran someterse a una vaginoplastia. Además, de hacer un ejercicio de sensibilización y acompañamiento también en materia de salud sexual y sexualidad. No obstante, lo que Silvestre aborda es el día a día de las seis en esa casa rural, en la que conversan de sus propias vidas. El cineasta convierte esas discusiones, esos parlamentos en un ejercicio cinematográfico con mirada social, pero también con un espíritu costumbrista formidable, en el que se destaca lo humano, aquello que trasciende a lo superficial de la imagen.
Un largometraje excepcional que muestra la virtuosa mirada social y cinematográfica de Silvestre
A través de ello, las seis protagonistas abren las puertas al público a su intimidad -convirtiendo al público en una especie de cómplice voyeur-, todo un acto valiente que permite comprender mejor sus propias realidades como mujeres transexuales. Es interesante cómo Silvestre le dota de poesía estas reflexiones con secuencias que aparentan decir poco pero significan mucho como la excursión a la montaña central leonesa o cómo el pueblo, prejuiciosamente un entorno hostil en apariencia, muestra su lado más humano y acogedor.
Hay que mencionar también que Silvestre tiene un cuidado estético por el filme que demuestra que el documental está viviendo una innovación técnica excepcional. Su fotografía es exquisita, obra de Laura Herrero Garvín, directora de 'La mami', documental que cautivó al público en marzo de este mismo año. Sus imágenes, las conversaciones de sus protagonistas mientras caminan por el bosque, por las montañas, mientras charlan cerca de unas vías de tren, son filmadas con una excepcional belleza, a la altura de la fuerza interior de sus seis heroínas, con las que Silvestre, además, hace un esmerado retrato generacional sobre la realidad de la mujer transexual, al convivir féminas de distintas edades y realidades, forman un caleidoscopio de vivencias.
En 2020, 'El año del descubrimiento' y 'My Mexican Bretzel' impulsaron al documental español, este año es el turno de 'Sedimentos', un filme que aúna magníficamente compromiso social y lenguaje cinematográfico, ofreciendo un largometraje excepcional, que cautiva y cuya labor divulgativa está a través de susurros, conversaciones, miradas. Un homenaje entregado a estas seis heroínas del cotidiano. Si con 'Los objetos amorosos', Silvestre demostró tener una sensibilidad social cercana a la mirada de realizadores como los hermanos Dardenne o el tándem Kristina Grozeva-Petar Valchanov, con 'Sedimentos' no solo lo confirma, sino que demuestra que existe espacio para el cine de género desde un enfoque social, con una mirada estética que evoca al cine de Chloé Zhao, lo que hace que su próximo título, cuyo estreno será en 2022, se espere ya con ansias.
Nota: 9
Lo mejor: Poder escuchar las seis historias de estas poderosas mujeres. Su cuidada fotografía elevan el relato a joya cinematográfica.
Lo peor: Que cierto público la infravalore por su naturaleza documental.