Desde la India están llegando producciones inteligentes y alejadas de la mirada comercial típica de Bollywood, hace un mes se estrenaba en salas españolas 'Tu fotografía', coproducción entre Alemania y el país asiático que dirigía Ritesh Batra. Como si de una respuesta femenina se tratase, ahora llega 'Señor', esta vez en coproducción con Francia, ópera prima de la realizadora Rohena Gera, con la que ganó el premio de ayuda de la Fundación Gan durante su proyección en la Semana de la Crítica de la 71ª edición del Festival de Cannes.
La película narra la vida de Ratna, una joven mujer viuda que trabaja como empleada del hogar para Ashwin, un hombre también joven, procedente de una familia adinerada. Ratna es trabajadora y da parte de su dinero a su hermana pequeña para que estudie y tenga una carrera. Pese a tener muy poco, es una mujer llena de esperanza, que mira de frente al futuro. Cuando su mundo y el de Ashwin se entrecruzan, los dos sentirán que, pese a tener una barrera social, puede conocerse y conectar.
La mirada social y feminista
Rohena Gera se inspiró en recuerdos de su infancia para perfilar a la protagonista. La cineasta aprovecha una trama melodramática y romántica para ahondar en las barreras sociales que existen en la India. Lejos de crear una historia de amor imposible, llena de clichés y estereotipos, Gera acerca su mirada a cómo un sentimiento tan puro y espontáneo como es el de enamorarse debe ser reprimido por la realidad del país, donde las mujeres son sometidas al constante escrutinio de la aprobación o desaprobación social.
Ahí es donde radica gran parte de la fortaleza de la película, que convierte un amor imposible en un potente alegato feminista que ahonda no solo en la igualdad entre sexos, sino también en la de clase social, puesto que la barrera más profunda que hay es esa, que queda mostrada como vestigio del antiguo sistema de castas, ya extinto pero cuya influencia sigue estando muy arraigada en la cultura de la India. De ahí que la película sea muy contenida en su pasión amorosa, en la que sus protagonistas transmiten sus deseos con leves gestos y miradas, haciendo que el espacio que haya entre ellos se vean realmente como ese muro invisible que la propia sociedad les impone.
En esa conversión de historia de amor en drama social con mirada feminista, Gera crea una película entrañable, con una protagonista cuya fuerza interior va abriéndose camino conforme va sucediendo la historia. Esto se consigue no solo por un guion que sabe expresar con contención el proceso de emancipación de Ratna, también porque el personaje es defendido por una magnífica interpretación, la de Tillotama Shome, cuyo papel podría ser la evolución de su cándida Alice en 'La boda del monzón', en la que interpretó también a una doncella de una familia pudiente.
Una historia hecha con cuidado y esmero
Mientras que en la cinta de Mira Nair, su personaje estaba saliendo del cascarón, en la propuesta de Gera puede verse a una mujer joven pero que tiene la experiencia suficiente para poder hacerle frente a las adversidades de la vida. Al lado de una maravillosa Shome está Vivek Gomber, el protagonista masculino, cuyo papel tampoco era fácil. Aunque sea la actriz principal la que tiene la oportunidad completa de lucirse, la actuación de Gomber sirve de contrapunto, al mostrar a un hombre de clase privilegiada que no es consciente de las propias limitaciones que tiene su estatus social. Gomber muestra la fragilidad masculina, como también una mirada diferente de lo que debe ser un hombre en la sociedad india. Lo hace, en la línea de la película, de forma contenida, dejando más en evidencia la presión social de la que Ratna y Ashwin son víctimas.
Con una historia bellamente contada, en la que el amor romántico sirve para hacer una dura crítica a la sociedad india, Rohena Gera crea una propuesta hecha desde el cariño hacia lo que narra, como también con un gusto estético alejado del estereotipo comercial propio de las producciones de Bollywood, al tener una fotografía austera, que evoca, precisamente, a esos deseos que se reprimen -la cineasta comentó que se inspiró en 'Deseando amar', la obra maestra de Wong Kar Wai, para la fotografía- que realzan al filme en ese intimismo que muestra la directora, que deja una cálida y esperanzadora sensación que sirven como cierre final de la historia de un espíritu inquebrantable. Maravilloso debut.
Nota: 8
Lo mejor: Su mensaje feminista y de igualdad social, los momentos de amor contenido entre los protagonistas.
Lo peor: Esa contención puede no ser comprendida por un público que desconozca el contexto social de la película.