Hay veces que una pareja de actores desprende tanta química, que se busca que vuelvan a protagonizar una película cueste lo que cueste. Este es el caso de Jennifer Lawrence y Bradley Cooper, que han compartido plano en nada más y nada menos que en tres películas en un corto espacio de tiempo.
Por un lado están 'El lado bueno de las cosas', trabajo que para ella significó un Oscar a Mejor Actriz en 2013 (entre otros premios) y de la que Cooper se llevó una nominación en los citados galardones. Su química era evidente. Repitieron en la menos acertada 'La gran estafa americana', con resultado menos acertado pero convincente.
Lo que quizás mucha gente no sabía (o no recodaba), es que antes de ambas producciones, Jennifer Lawrence y Bradley Cooper habían compartido plano en 'Serena', largometraje de la oscarizada directora danesa Susanne Bier que se terminó de rodar en 2012 y que pasó por numerosos retoques de montaje antes de que por fin una distribuidora le diera luz verde. Por ello, han tenido que pasar más de dos años hasta que por fin ha llegado a los cines.
La historia se sitúa en las Smoky Mountains de Carolina del Norte, Estados Unidos, en 1929, tras el crack bursátil que hundió al país, y al mundo. George Pemberton (Bradley Cooper) es el propietario de un importante negocio maderero que no marcha mal, pese a la hipoteca que pesa sobre él. Un día, en una visita a su hermana, se queda prendado de una joven a la que ve montar a caballo. La hermana de Pemberton le cuenta que se llama Serena y la terrible historia que le acompaña. No tardan mucho en casarse y en instalarse juntos en Carolina del Norte, donde Serena se convierte en una gestora y trabajadora eficaz. Sin embargo, el pasado de Pemberton regresa como una losa para la joven cuando ocurre una desgracia que cambia su vida y el destino de esta aparentemente feliz pareja.
Correctas interpretaciones y cuidada técnica
A nivel interpretativo nadie destaca por su brillantez. Siempre da gusto ver en pantalla a Jennifer Lawrence pese a que no es ni de lejos su mejor interpretación. No hay duda de que es una gran actriz, y que imprime carácter en cada personaje, pero no siempre se puede estar acertado, y en 'Serena', Lawrence no pasa de la corrección. De todos modos, su personaje gana mucho cuando le envuelve la locura, ya que la estadounidense es una experta en bordar ese tipo de papeles. En el caso de los demás, mención merece Cooper por aquello de que es el coprotagonista, aunque tampoco pasará a la historia por este trabajo, en el que el secundario (con un papel importante) Rhys Ifans llama más la atención.
El guion en sí no es malo, aunque lo cierto es que se va perdiendo en algunos momentos y no justifica el ridículo momento en el que George y Serena se conocen, y de un plumazo se casan e inician una vida juntos. Para el espectador es una forma de perderse y de no empatizar bien con la joven pareja de recién casados. De todos modos, en líneas generales la cinta sí logra enganchar al espectador en la historia, pese a pecar de elementos 'telenovelescos' que no siempre le hacen bien.
A nivel técnico 'Serena' es una buena película. La banda sonora es bonita, también la iluminación, la fotografía y otros aspectos que provocan que la sensación sea agradable y que denotan que ha sido un producto cuidado pese al montaje de nunca acabar. Que el filme esté ambientado en los albores de la década de los 30 y en un lugar tan espectacular como las Smoky Mountains son un punto a favor de esta película con un bonito envoltorio y una historia que puede atrapar de forma desigual, pero que logra resultar un tanto convincente.
