El cine familiar nunca ha sido considerado como algo de calidad. De hecho, en la mayoría de los casos, los padres acompañan a sus hijos al cine dispuestos a aguantar la película, más que a disfrutarla. No digo que el cine familiar no nos haya traído algunos títulos muy destacables, pero no es lo normal. Así que cuando llega algún título como 'Siete vidas, este gato es un peligro', que sin ser una gran película, es una película entretenida y en algunos momentos divertida, los padres lo agradecen.
La primera sorpresa que uno se lleva antes incluso de ver la película es su prestigioso reparto, encabezado por Kevin Spacey, actor ganador de dos Oscars, y secundado por Jennifer Garner, nominada a varios premios, sobre todo por la serie 'Alias'. Aunque Christopher Walken no tiene un papel demasiado grande, es otro actor con una gran carrera a sus espaldas. El director, Barry Sonnenfeld tampoco es un desconocido, pues es el realizador de las tres partes de la saga 'Men in Black'.
No es la única sorpresa que nos depara la película. La película trata sobre Tom Brand, el dueño de una empresa que está construyendo el rascacielos más grande de la zona este de Estados Unidos. Está completamente centrado en la construcción de dicho rascacielos, sin hacer el más mínimo caso a su familia. Su mujer reclama que pase más tiempo con ellos, en especial con Rebecca, su hija que está a punto de cumplir 12 años y a quien apenas ve. Ella le está pidiendo constantemente que le compre un gato, y Tom, aunque odia a dicho animal, decide cumplir el deseo de la niña. Sin embargo, el día del cumpleaños de la niña, Tom y el Señor Pelusín, el gato, sufren un accidente y Tom queda en coma. Sin embargo, su alma entra dentro del cuerpo del gato, y tendrá una semana para reconciliarse con su familia si no quiere quedarse atrapado dentro del cuerpo del Señor Pelusín para siempre.
Es la típica trama de comedia familiar: una persona atrapada en el cuerpo de un animal, de acuerdo, nada nuevo. Sin embargo, en esta ocasión, la película es plenamente consciente de que no aspira a ser una buena película por un lado, y por otro, de que también hay adultos en la sala, por lo que se incluyen algunos chistes que, aunque los mas pequeños no pillen, la otra mitad de la sala sí que sonreirá al escucharlos. Además se esfuerzan por ofrecer una trama más enrevesada de lo que acostumbran las películas de este estilo. Los niños no entenderán que la empresa de Tom no va a salir a bolsa porque él es el dueño del 51% de la empresa y es quien toma las decisiones sin que nadie pueda impedírselo, ni tampoco llegarán a entender del todo por qué le preocupa tanto al Señor Pelusín que la mujer de Tom se vea con un amigo sin que él lo sepa... Ni les importa. Hay un malo malísimo que está claramente definido, hay una niña que tiene una amiga a la que no soporta, un vendedor de una tienda de animales que echa una maldición a nuestro protagonista... Y lo más importante, hay un gato haciendo locuras. Eso es todo lo que ellos necesitan entender para disfrutarla.
Pero, obviamente, si hablamos de 'Siete vidas, este gato es un peligro', no es mi opinión la que importa, es la opinión de Sara, de 7 años, que también la ha visto, la que de verdad debería ayudarnos a valorar la película. Y Sara cree que es una película muy divertida, con la que se lo ha pasado muy bien y se ha reído mucho. Para ella, lo mejor de la película eran las travesuras del Señor Pelusín, y lo que no le gustó fueron los momentos tristes de la película.
A estas alturas, no nos hará gracia un gato que se cae porque no domina sus habilidades felinas, pero es que no es a nosotros a quien nos debe hacer gracia, y a los peques sí que se la hace, por lo tanto, 'Siete vidas, este gato es un peligro', aunque no vayamos a decir que es una buena película, sin ninguna duda es una película eficaz que consigue con creces lo que se propone. De hecho destaca si la comparamos con el resto de películas de este estilo, pues está plagada de sentimientos maduros a los que se les da importancia y los niños entienden perfectamente. No es una película tonta, aunque a veces haga tonterías.
Educar no solo a los niños
Como todas las películas infantiles, tiene un mensaje para los más pequeños sobre tratar bien a sus mascotas y escoger bien sus amistades. Pero en este caso, el mensaje más fuerte va dirigido a los padres. El protagonista es un hombre que no hace ningún caso a sus hijos. Está completamente absorbido por su trabajo, y no solo eso, pues su hijo mayor trabaja para él y ni con esas es capaz de tenerle en cuenta para nada. El claro mensaje que lanza va dirigido para los padres que piensan más en si mismos que en su familia.
En definitiva, una película que gustará a los más pequeños, y no disgustará a quienes les acompañan. Cine infantil por encima de la media, encima con un reparto de lujo. Aunque la nota pueda parecer desproporcionada para una película así, hay que tener en cuenta el público al que va dirigido, y ese público tal vez le pusiera incluso una nota más alta.
Nota: 5
Lo mejor: Que se esfuerce por ofrecer una trama que mantenga entretenido al adulto más allá de los chistes infantiles.
Lo peor: Los chistes infantiles, que no funcionan cuando pasas de los 9 años. Pero sí que funcionan bien hasta esa edad.
