La directora neerlandesa Sacha Polak se pasa al cine social británico con su nueva propuesta, 'Silver Haze'. Tras un primer acercamiento en 2019 con 'Dirty God', en el que tenía a la céntrica Londres como escenario y ahondaba en un problema social tan grave como la violencia machista. En este caso, la realizadora se adentra en los suburbios de la sociedad británica con una propuesta que llega a salas comerciales tras su paso por el 73 Festival de Berlín, donde se mostró en la sección Panorama y tras ganar el Premio Teddy del Jurado para su actriz principal.
Polak, quien también firma el guion, opta por crear una historia de cuentas pendientes. Franky es una enfermera de 23 años que está obsesionada con vengarse tras haber vivido un suceso traumático 15 años atrás, cuando su cuerpo se quemó en un accidente encima del pub que regentaba su familia. Hay mucho rencor guardado que se deja ver en forma de ausencia de sentimientos emocionales hacia otras personas. Eso se refleja en las fallidas relaciones sentimentales que ha tenido con distintos novios.
Su vida da un vuelco cuando comienza a iniciar una relación con una de las pacientes del hospital en el que trabaja, Florence, quien se ha intentado suicidar. Primero, toca aplaudir que Polak vuelva a apostar por Vicky Knight como protagonista. Dado que sus últimos trabajos han sido para plataformas como Prime Video o SkyShowtime, al haber estado detrás de la serie 'Hanna', que adaptaba la cinta de Joe Wright. Polak sí que se distancia de su país natal y vuelve a rodar en inglés.
Sin embargo, no se sale de su mirada autoral, al optar por ambientar su historia en los suburbios del extrarradio, mostrando una situación social de clase media, tirando a baja. En ese marco, Polak opta de nuevo por introducir una historia relacionada con las quemaduras que tiene Knight realmente. En esta ocasión, decide inspirarse en el propio pasado de la actriz para abordar los traumas de la infancia de su protagonista.
Su protagonista logra salvar la cinta
El resultado es ciertamente ambivalente. Por un lado, funciona en lo referente al descubrimiento de Franky de su bisexualidad y de cómo su familia reacciona a ello, del rechazo que provoca. Por otro lado, se muestra también cómo ese trauma de infancia la ha dejado marcada hasta el punto de no dejarse llevar. Hay detalles, como su vocación para el cuidado, como puede verse con su madre y cómo esta parte de su carácter terminará definiéndolo a la hora de enamorarse.
La manera en la que va superando Franky parte de sus desafíos se tambalea cuando la trama pasa a resolver la cuestión amorosa y entra en otro nivel. Los problemas no se resuelven y la cinta introduce otra realidad que, en el fondo, reproduce de manera muy similar las dinámicas. En ese sentido, Polak ofrece una historia que daba para mucho más y que deja la sensación de que lo planteado inicialmente no termina de concretarse, más allá de recordar que las relaciones sentimentales tienen ciertas reminiscencias de lo que se ha vivido en el pasado. Además, Polak introduce demasiado ruido, como si esto hiciese entender mejor la furia interna de su protagonista, cosa que desluce un trabajo que pedía más contención.
Más allá de la superación del trauma de la infancia, la cinta se queda a medias de su camino, como si Polak quisiera recalcar la premisa inicial de la cinta y no fuese capaz de crear una resolución que muestre el auténtico crecimiento de su protagonista. A pesar de ello, la cinta transmite mucha autenticidad, gracias a una puesta en escena austera y que la cinta aprovecha que la propia Knight también es auxiliar de enfermería para las secuencias hospitalarias. A pesar de que Polak muestra que es de aprovechar para trabajar con intérpretes con los que ya ha colaborado (Knight en la mentada 'Dirty God' y Esmé Creed-Miles en la serie 'Hanna'), no logra que el resultado final esté a la altura de sus protagonistas.
'Silver Haze' es un proyecto que daba para más. A pesar de ello, logra ser una producción suficiente, que muestra el proceso de sanación de heridas de su protagonista y del despertar de una sexualidad tardía. Una cinta que brilla gracias a su reparto, especialmente por Vicky Knight, quien bien ha sabido llevar a su terreno unas quemaduras reales que parecían un hándicap para su carrera como actriz.
