Durante los últimos años las carteleras españolas han sido invadidas por una infinidad de comedias intentado repetir la estela creada por 'Intocable'. Muchas han fracasado en el intento pasando sin pena ni gloria por el circuito de exhibición mientras que otras han conseguido dar el pelotazo, ya no por una cuestión de aclamo crítico, sino por ser comedias amables y simpáticas que consiguen el beneplácito y el amor del público causando un efecto de boca a boca. Este se traduce en grandes cifras en taquilla, por lo que no es de extrañar que las distribuidoras busquen encontrar su próxima 'Intocable', su próxima 'La familia Bélier', su próxima 'Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?', su próxima 'Pequeñas mentiras sin importancia'.
'Sin Filtro' es una mezcla de todas estas cintas, por lo que no es de extrañar que haya funcionado bien en el país galo. La película nos cuenta la historia de Béatrice (Alexandra Lamy), una mujer que acaba de publicar un libro sobre cómo superó el accidente que tuvo su marido Fred (José Garcia) provocándole una gran discapacidad y cómo afectó a su entorno familiar y social. Para celebrar el lanzamiento del libro Béatrice y Fred invitan a todos esos amigos, que han estado apoyando a la pareja durante estos duros años, a la casa familiar de vacaciones. Lo que pensaban que iban a ser días de felicidad y celebración por el éxito de Béatrice se tuerce con celos, secretos y rencillas pendientes que surgen por el lanzamiento del libro.
El principal problema de la película es la familiaridad de su guión, la película no aporta nada al género de reencuentro de amigos ni profundiza más allá de lo esencial en ninguno de los trillados temas que trata: infidelidades, celos, envidias, conflictos familiares, distanciamientos, nuevos amores... Durante los 100 minutos de duración nos encontramos con situaciones mil veces vistas y con arquetipos de personajes que en ningún momento picarán la curiosidad del espectador por conocer más de ellos. Tampoco es que el director haga ningún esfuerzo en desarrollarlos, ya que es numerosa la cantidad de protagonistas y tramas innecesarias, con el único fin de crear alguna conexión o conflictos entre ellos simplemente para justificar acciones o la presencia de algunos personajes.
Sin filtro y sin riesgo
Los actores hacen lo que pueden con lo mínimo que se les da, y se nota que están cómodos con sus roles ya que todos tienen una gran química entre ellos, destacando a Lamy, una conocida del director, que tiene el personaje más interesante de la película: una mujer que tiene que aprender a adaptarse a su nueva vida y a reinventarse a pesar de no tener el apoyo de sus amigos. La actriz aporta sinceridad y luz, lo que nos hace preguntarnos lo que podría haber sido con un guión mejor. También hay que mencionar a la robaescenas Anne Marivin.
'Sin Filtro' no es una mala película en su factura técnica. Las localizaciones son espectaculares y a pesar de lo anterior comentado, es verdad que la película no se hace larga, pero es muy evidente el modo automático en el que se encuentran todos los presentes. Una película cuyo único fin es agradar al espectador, ser simpática y entretener, y a veces eso es más que suficiente, pero cuando está todo tan calculado para ese objetivo y además es tan evidente la falta de esfuerzo, el único resultado es el de suspirar pensando en cuánto queda para la próxima comedia del año en Francia.
Nota: 4
Lo mejor: La química entre los actores y la actuación de Alexandra Lamy.
Lo peor: La falta de riesgo y la sensación de déja vu general