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CRÍTICA

'Sin malos rollos': Jennifer Lawrence se desata en una comedia como las de antes, con extra de cringe

Jennifer Lawrence y Andrew Barth Feldman protagonizan esta comedia para adultos que no encuentra el equilibrio entre humor salvaje y políticamente incorrecto y cine con mensaje.

  • Gene Stupnitsky ('The Office', 'Chicos malos') dirige la película a partir de un guion coescrito junto a John Phillips.
  • Jennifer Lawrence interpreta a una mujer que acepta salir con un adolescente a cambio de un coche.
Por Pedro J. García Más 23 de Junio 2023 | 09:35
Redactor y crítico pop. Me apasiona la animación y veo series por encima de mis posibilidades.

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'Sin malos rollos': Jennifer Lawrence se desata en una comedia como las de antes, con extra de cringe

Además de por su indudable talento como actriz, que le ha dado cuatro nominaciones al Oscar y una estatuilla, Jennifer Lawrence se hizo famosa en todo el mundo por su espontaneidad y gracia natural, cualidad que la convirtió en una de las estrellas favoritas de Internet. Que Lawrence puede ser muy graciosa ya lo sabíamos, pero curiosamente, la actriz no se suele prodigar en comedia con sus trabajos en la gran pantalla. Sí, ha hecho dramas con bastantes dosis de humor, como 'La gran estafa americana' o 'El lado bueno de las cosas', o sátiras como 'No mires arriba', pero no se había lanzado a la piscina como protagonista en una comedia al 100%. Hasta ahora.

Tras los estrenos en streaming de la mencionada 'No mires arriba' y el drama íntimo 'Causeway', Lawrence vuelve a la gran pantalla después de una ausencia de cuatro años (la última película que estrenó en cines fue 'Causeway' en 2019) y lo hace con 'Sin malos rollos', una atrevida comedia para adultos que es toda una declaración de intenciones en este punto de su carrera. En lugar de orquestar un comeback con un prestigioso trabajo hecho a medida para la temporada de premios, Lawrence decide soltarse la melena con una de esas comedias salvajes y políticamente incorrectas, con la que simplemente parece haber decidido pasárselo bien y nos pide que nosotros también lo hagamos con ella.

Jennifer Lawrence

'Sin malos rollos' es la nueva película como director y coguionista de Gene Stupnitsky, un cineasta que sabe mucho de comedia irreverente, ya que cuenta en su filmografía con títulos como 'The Office', 'Bad Teacher' o la más reciente 'Chicos buenos'. En su nuevo trabajo, Stupnitsky nos propone otro festival socarrón de chistes verdes y momentos de tierra trágame que proporciona a Lawrence, quien además de protagonizarla, participa como productora ejecutiva, un vehículo para su absoluto lucimiento.

Lawrence interpreta a Maddie, una mujer que lleva toda la vida viviendo en la localidad veraniega de Montauk, ahora invadida por los ricos, quienes han disparado el precio de la vivienda en la zona. Cuando, a causa de esto, está a punto de perder su casa, Maddie decide responder al anuncio de unos padres adinerados que buscan a una chica que saque del cascarón a su introvertido hijo de 19 años, Percy (Andrew Barth Feldman), a cambio de un coche. A pesar de la diferencia de edad (Maddie tiene 32 años), los padres de Percy la aceptan y esta empieza a seducir al adolescente para tratar de hacerle perder la virginidad antes de que el verano termine y se marche a la universidad.

Con semejante argumento, sorprende que 'Sin malos rollos' pasara la fase de borrador de guion en los tiempos que corren, pero Stupnitsky, Lawrence y Sony Pictures, el estudio detrás de la cinta, han decidido correr hacia delante con todas las consecuencias. 'Sin malos rollos' es a todas luces una película de las que ya no se hacen, un regreso -intencionado o no- a la comedia de los 80 y los 90, reflejo de una sociedad más laxa en cuanto a lo que se considera hoy en día ofensivo, y cuyo espíritu recuperó Judd Apatow con sus comedias Rated-R de la década pasada. El film, que bebe mucho de ese cine, toma por bandera su potencialmente problemática premisa y la ondea orgullosa como diciendo "Sí, la película va de esto, ¿qué pasa?". Y aunque en teoría, este descaro puede resultar refrescante, e incluso rompedor por momentos, a la práctica no tarda en caer en lo seguro y rutinario.

Jennifer Lawrence y Andrew Barth Feldman

Y es que, detrás de esa trama tan clásica del cine juvenil de los 80, que desafía el corte moral de 2023, en realidad no hay un propósito verdaderamente transgresor o revindicativo. El film no es capaz de decir prácticamente nada más allá de una idea provocativa que no termina de tomar forma y desentona con el intento de mensaje social con el que Stupnitsky intenta imbuirla sin éxito. Ahí es donde, lo que podía haber sido una actualización de un género puesto a prueba por los cambios en la sociedad, como sí lo fue 'Súper empollonas' o incluso 'Infiltrados en la universidad', 'Sin malos rollos' se queda en chiste verde sin más.

Lo que tenemos aquí son dos películas luchando la una contra la otra sin quedar claro en ningún momento cuál de las dos quiere, o debe prevalecer. 'Sin malos rollos' busca escandalizar, pero no demasiado. Se propone sonrojar, pero sin pasarse de la raya. Tiene mala leche, pero luego quiere ser de esas comedias con alma y corazón y acaba jugando demasiado sobre seguro. Y los diferentes elementos simplemente no encajan. Para empezar, porque no se establece claramente un tono del que partir, saltando de una escena a otra con distintos tipos de comedia, además de un ritmo enormemente inconsistente que también se refleja en las caracterizaciones, con personajes que de una secuencia a otra cambian de personalidad y parecen estar, como decíamos, en diferentes películas. Ninguna de ellas especialmente divertida.

Lawrence y Barth Feldman, un dúo con corazón

El reclamo principal de 'Sin malos rollos' es ver a Jennifer Lawrence "como nunca la habías visto". Lo cierto es que la oscarizada actriz nos muestra aquí una faceta que no había explorado a fondo hasta ahora y que la pone en situaciones que la alejan por completo de la zona de confort. Lawrence acomete aquí un personaje hipersexualizado y profundamente imperfecto que se antoja como una manera de reclamar lo que es suyo tras una sobreexposición mediática que llevó a muchos a volverse en su contra y, sobre todo, después de la horrible violación a su intimidad que fue la filtración de fotos íntimas que ella y otros personajes públicos sufrieron en 2014.

Pero por algún motivo, la actriz no parece estar del todo cómoda en el papel. No tiene mala compañía, ya que Feldman le da la réplica estupendamente. Construyendo un personaje no muy alejado de Evan Hansen (al que Barth encarnó en Broadway), el joven intérprete establece con ella una dinámica que comienza de la forma más embarazosa y cuestionable, pero acaba desarrollándose de manera orgánica, e incluso entrañable, a pesar de estar limitada por los inevitables giros y lugares de un argumento más bien predecible y formulaico. Juntos protagonizan escenas diseñadas para poner a prueba al espectador, momentos de "cringe" absoluto, a veces divertidos, a veces simplemente desagradables, que harán que muchos se lleven las manos a la cara y otros pongan el grito en el cielo. Por no entrar en detalles sobre cierta secuencia bastante impactante de la que se hablará mucho en redes (guardad esto: la pelea en la playa, muy fuerte).

'Sin malos rollos'

Pero en general, 'Sin malos rollos' se queda muy lejos de salvar a la comedia Rated-R, que no atraviesa el mejor momento en la taquilla estadounidense. Aunque hay buenos momentos aislados, en conjunto no termina de tomar vuelo, entre otras cosas por un montaje que, en lugar de disimular las carencias del guion, los nervios de Lawrence en el papel y la falta de "timing" cómico en los diálogos, lo subraya todo, haciendo aun peores los gags que no funcionan. Su inconsistencia también se ve reflejada en un desdoble de personalidad que pasa por criticar la cultura woke a la vez que la abraza o querer ser un producto ligero para desconectar y, simultáneamente, una comedia social con temas importantes como la gentrificación y la brecha económica, el bullying, la ansiedad o el trauma.

En 'Sin malos rollos' hay destellos de una buena comedia disparatada, sin cortapisas ni remilgos. Cuando consigue desinhibirse por completo, Lawrence brilla en su vertiente más loca y exagerada, y cuando tiene que humanizar al personaje, también sale airosa, porque ante todo, es una gran actriz. Feldman aporta la necesaria ternura y forma con ella un buen dúo, encontrando juntos el corazón de la película y llevando la historia a buen puerto con un final correcto (lo cual tiene mérito, teniendo en cuenta lo arriesgado del planteamiento). Pero al final, la confusión con la que está formulada, su inconsistencia tonal y una trama que no sabe cuadrar su faceta follonera y soez con su aspiración emocional hacen que, más que divertir sin complejos, 'Sin malos rollos' provoque solo risa incómoda.

5
Lo mejor: Para lo cuestionable que es la premisa, no resuelve mal el argumento y tiene un buen final. Destaca en la comedia física.
Lo peor: Le falta gracia y ritmo. Su desdoble de personalidad y extraños cambios de tono. No sabe qué tipo de película quiere ser.