El cine de temática religiosa ha logrado tener espíritu propio en la industria española. Aunque es cierto que continúan llegando títulos procedentes de Estados Unidos, con un estilo muy propio del estilo de fe del país norteamericano, la respuesta española se ha focalizado en la parte documental, una de las mejor construidas, con títulos magníficos como 'Los negros' o 'Vivo'; es cierto que hay otra vertiente que explora la vida de religiosos o santos que dieron su vida a ayudar a los más necesitados.
Es el caso de santa Vicenta María López y Vicuña, religiosa y fundadora de la congregación Hermanas del Servicio Doméstico de la Inmaculada Concepción, beatificada el 19 de febrero de 1950 por el papa Pío XII y canonizada el 25 de mayo de 1975 por el papa Pablo VI. Es considerada la patrona de las mujeres que se dedican a trabajar en el servicio doméstico y cuya fundación se encarga, actualmente, de ayudar a mujeres, especialmente inmigrantes, a encontrar trabajo en el servicio doméstico. De ahí, surge 'La sirvienta'.
Dirigida por Pablo Moreno, quien cuenta experiencia no solo en cine de temática religiosa sino en producciones de época en las que explora la vida de santos y religiosos, con títulos como 'Luz de Soledad' o 'Red de libertad'. En los últimos años, Moreno ha logrado ir perfilando una de sus cuentas pendientes, que sus relatos de época cuenten con un mayor presupuesto. Esto ya comenzó a verse en 'Claret' y, sobre todo, en 'Petra de San José'.
Ahora bien, el realizador rodericense opta por crear un relato partido en dos, situando una parte de la trama en el presente, con Lea, una mujer ucraniana que trabaja para un matrimonio de clase alta que es detenida por, supuestamente, haber robado dinero a la pareja. Encerrada en prisión preventiva, Lea comparte celda con dos prostitutas, Mihaela y Julia, a las que les cuenta la historia de la santa Vicenta María, la patrona de la fundación que le ayudó a establecer en España.
Hubiera podido ofrecer un enfoque más profundo
Aquí es donde se ve el primer defecto de la cinta. Lo cierto es que la vida de Vicenta María era lo suficientemente interesante para explorarla, además, desde una perspectiva feminista. Hija de un importante abogado de Mataró, aunque criada en el pueblo navarro de Cascante, fue educada en Madrid por sus tíos Manuel y Eulalia, quienes no tenían descendencia y cuya actividad principal era acompañar a los más necesitados en hospitales, hospicios y centros de caridad de la capital española.
La cinta muestra cómo muchas mujeres de provincias van a Madrid en busca de oportunidades para trabajar en el servicio, pero muchas de ellas caen en redes de prostitución o usura. La cinta muestra cómo la fundación nació con el objetivo de proteger y cuidar a estas mujeres, dándoles educación, techo, comida y un oficio. La cinta incide en la importancia de proteger a las mujeres, otorgándoles su propia autonomía. Ahí se percibe un espíritu de sororidad que ensalza a la cinta. Ayuda también que las partes de época están mejor cuidas y siguen la línea de la mentada 'Petra de San José'.
Ahora bien, el principal problema de 'La sirvienta' es que fragmenta el relato en dos, provocando que la interesante vida de la religiosa tenga que compartir protagonista con el de la mujer ucraniana que narra la historia. El resultado es que se pierde el hilo de un relato que hubiera podido profundizar más en la realidad de estas mujeres y mostrar cómo esa fraternidad femenina se tradujo en la congregación.
El resultado es correcto, pero se siente que podía dar más. Sus actrices están también correctas, especialmente el caso de Assumpta Serna, que siempre ha elevado estas producciones. A pesar de que el resultado final se queda lejos de la mencionada 'Petra de San José' o de la estupenda 'Red de libertad' (en la que Serna ofreció una de sus interpretaciones más entregadas), 'La sirvienta' sirve como film didáctico y es ideal para su público objetivo, al permitir conocer poco a poco a una santa que, sin duda, merecía una película.
