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CRÍTICA

'Sobre lo infinito': La fábula del delirio social

Crítica de 'Sobre lo infinito', dirigida y escrita por Roy Andersson. León de Plata a la mejor dirección en el 76º Festival de Venecia, galardón a los mejores efectos visuales en los Premios de Cine Europeo.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 24 de Enero 2020 | 15:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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A través de su peculiar trilogía sobre el sentido de la vida, Roy Andersson mostró su mirada hacia la Humanidad y cómo, pese a ser un escéptico de la benevolencia de la sociedad, hacía un esfuerzo por intentar mirar esperanzado a una sociedad ensimismada, eso sí, con una ácida ironía. Ese espíritu lo mantiene con 'Sobre lo infinito', León de Plata a la mejor dirección en el 76º Festival de Venecia, mostrada en el 16º Festival de Cine Europeo de Sevilla, como también obtuvo el galardón a los mejores efectos visuales en los Premios de Cine Europeo.

Sobre lo infinito

'Sobre lo infinito' toma como inspiración el mito de 'Las mil y una noches', en el sentido de tener una narradora omnipresente, cual versión actual de Scherezade, que narra cada fragmento del filme, dividido en diferentes sketches, no relacionados prácticamente, solamente existe un nexo entre unos pocos, que son los que vertebran un filme con aroma a comedia pero con un trasfondo completamente amargo sobre la realidad actual de la Humanidad.

Sigue los pasos de 'Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia'

Puesto que, realmente, 'Sobre lo infinito' es una extensión de lo que Andersson planteó en su trilogía sobre el sentido de la vida, pudiendo pertenecer a una versión extendida de 'Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia' (2014), aunque con una mirada más irónica y combinando esperanza con desasosiego, con escenas llenas de luz como la de las tres jóvenes que bailan al son del tema 'Tre Trallande Jäntor', que cantó en sueco el grupo estadounidense Delta Rhythm Boys, así como también un padre de familia ata los cordones de su hija pese a la fuerte lluvia.

Sobre lo infinito

Pero también hay otros donde se muestra la parte más cruel de la sociedad, como en el fragmento en el que un hombre llora desconsoladamente en el autobús, con la mirada inclemente del resto de los pasajeros, llegándole uno a increpar por mostrar su tristeza en público. "Puedes estar triste, pero en tu casa", dice en un momento. Eso sin contar por uno de los ejes vertebradores del filme, la pérdida de la fe de uno sacerdote que, lejos de sentirse liberado, acaba siendo una losa para él.

Humor absurdo en clave kafkiana

Andersson vuelve a mostrar la mirada de un misántropo sobre una sociedad ensimismada, en la que conjuga una Suecia de cartón piedra con una panorámica desoladora de la ciudad de Colonia tras la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de los 76 minutos de su metraje, el filme acaba siendo una discusión a solas del cineasta, argumentando los aspectos negativos, como también los aspectos positivos, de la sociedad actual.

Sobre lo infinito

Finalmente, 'Sobre lo infinito' acaba siendo una oda hacia el humor absurdo, con una visión de la vida en clava kafkiana. Interesante mezcla que ha hecho a Andersson uno de los directores más interesantes de la comedia actual escandinava, con una mirada particular sobre la vida que, por supuesto, invita a que sea el propio público, siempre con una mirada ligera, a reflexionar, como le sucedía a la paloma que daba título a su anterior filme, con el que obtuvo el León de Oro.

Nota: 7

Lo mejor: Los sketches en los que se muestra más mordaz con los problemas de la sociedad actual.

Lo peor: Sigue siendo un humor muy particular, que disfrutarán solo unos pocos.

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