El cine social europeo ha logrado convertirse en uno de los ejes fundamentales de la industria cinematográfica del Viejo Continente, gracias a que buena parte de este subgénero ha logrado dotar a sus cintas de un lenguaje audiovisual excelente, algo que ya pudo verse desde antaño, con el neorrealismo italiano y, posteriormente, la Nouvelle vague. En el cine actual, fueron los hermanos Dardenne, Robert Guédiguian, Mike Leigh, Ken Loach y Nanni Moretti sus principales exponentes.
Cada año, van llegando aspirantes a sucederles, entre ellos, está Carlo Sironi que estrena su ópera prima, 'Sole', galardonada con el Premio FEDIC, otorgado en la sección Horizontes del 76º Festival de Venecia, además de haber optado al David di Donatello a la mejor dirección novel. Pese a ser un cineasta italiano, Sironi sorprende con un debut que se aleja del estilo de un compatriota suyo, como Nanni Moretti, y bebe más del cine social de Europa Central y del Este. Eso sí, le dota de un trasfondo dramático desgarrador que se oculta tras esa capa de aparente frialdad.
El largometraje aborda un tema polémico y de actualidad: la gestación subrogada. Sin embargo, Sironi evitar entrar en juicios morales, mostrando la realidad de Lena, la protagonista, una joven polaca que se ha instalado en el norte de Italia, que se ha quedado embarazada y busca dar a su hijo en adopción a cambio de una generosa cuantía económica. El realizador, que firma el guion junto con Antonio Manca y Giulia Moriggi, acierta a la hora de evitar dar mayores explicaciones sobre los motivos de Lena para entregar a su bebé, dejando al público que sea el que se ofrezca sus propias explicaciones.
Un largometraje que combina lo mejor de los Dardenne con el cine de Szumowska
El camino de Lena se cruza con el de Ermanno, un joven sin oficio ni beneficio al que interpreta Claudio Segaluscio y que sirve de nexo de unión para evitar que las autoridades vean irregularidades en la adopción del infante. Es ahí donde pone el foco Sironi, en la relación que va naciendo entre ambos protagonistas y es en esos momentos cuando el director convierte a su ópera prima en una digna sucesora de obras maestras de cine social como 'Rosetta' o 'El niño'.
Sin embargo, Sironi se desprende de cualquier pasión propia del cine italiano con un protagonista, magnífico Claudio Segaluscio, taciturno y zángano, cuya ausencia de expresión y palabras van evolucionando en una expresión de frustración conforme va avanzando la película. A su lado, una espléndida Sandra Drzymalska, cuya expresión también va en esa línea. Surge así un amor improvisado e inesperado, que Sironi sabe tratar de forma real, pues evita dar pie a situaciones que se alejen del tono frío y distante que impera en la cinta.
El resultado es una bofetada emocional, de esas que solo logra el buen cine social, 'Sole' tiene lo mejor del cine de los hermanos Dardenne, combinado con la afilada y gélida mirada de Malgorzata Szumowska o el tándem Kristina Grozeva-Petar Valchanov. Un filme que pone en cuestión al propio espectador sus propias convicciones, al narrar una realidad terriblemente incómoda como fehaciente. Sironi, de manera muy atinada, acaba ejerciendo incluso como asistente de su propia historia, que acaba desarrollándose de manera consecuente y espontánea, con una firmeza que, como ya ocurrió con Xavier Legrand, convierte a este director italiano en una de las grandes promesas de la industria europea.
Nota: 8
Lo mejor: Su desgarradora escena final.
Lo peor: Su lenta narración, como su gélida puesta en escena, no gustará a aquellos que busquen empatizar con sus protagonistas.