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CRÍTICA

'Solo para mí': La rana en el caldero

Crítica de 'Solo para mí', dirigida por Valérie Donzelli, escrita por Donzelli y Audrey Diwan. Basada en la novela homónima de Éric Reinhardt. Con Virginie Efira y Melvil Poupaud. César al mejor guion adaptado.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 21 de Septiembre 2024 | 12:31
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Imagen de 'Solo para mí'
Imagen de 'Solo para mí' (Vercine)

Stendhal ya lo dijo: "El enamorado celoso soporta mejor la enfermedad de su amante que su libertad". La actriz y directora Valérie Donzelli ha ido en continuo crecimiento desde que, en 2011, su carrera como cineasta se impulsase definitivamente con 'Declaración de guerra'. Aunque se prodiga mucho más delante de las cámaras que detrás, en 2023 volvió a la carga con 'Solo para mí'. Cuatro años después de 'Notre dame', Donzelli se atrevía con el popular libro de Éric Reinhardt.

Escena de 'Solo para mí'
Escena de 'Solo para mí' (Vercine)

Presentada en la sección Cannes Première del 76 Festival de Cannes, 'Solo para mí' llega a salas comerciales españolas tras obtener el César al mejor guion adaptado en la 49ª ceremonia de los galardones más importantes de la Academia de Cine Francesa. No hay duda de decir que se está ante su mejor largometraje como realizadora desde el ya mentado 'Declaración de guerra'.

Con un guion escrito entre Donzelli y Audrey Diwan, galardonada con el León de Oro de Venecia por 'El acontecimiento', 'Solo para mí' opta por romper con el punto de vista masculino que tenía la novela original. El escrito de Reinhardt tenía como narrador a un novelista que, por casualidad, conoce a una lectora admiradora, quien es profesora asociada de Literatura. Poco a poco, el autor descubría que la mujer no sólo era infeliz en su vida sentimental, sino que vivió violencia machista en su hogar.

Escena de 'Solo para mí'
Escena de 'Solo para mí' (Vercine)

La adaptación cinematográfica decide por centrarse en lo que importaba de la novela, la historia de esa profesora de instituto que vive atrapada en un matrimonio asfixiante y con un marido que va mostrando poco a poco su verdadera personalidad. Sin duda, una magnífica decisión del guion de Donzelli y Diwan. De hecho, esto permite cómo ese hombre ideal, ese amor apasionado, termina convirtiéndose en una jaula.

La cinta representa bien la famosa frase de 'la rana en el caldero'. Si nota el agua hirviendo desde el primer momento, salta y huye. Sin embargo, si se va cocinando a fuego lento, para cuando se dé cuenta, ya es demasiado tarde. Esto se reproduce en la cinta, en la que Blanche Renard, profesora de Lengua y Literatura parece conocer a un hombre formidable, Grégoire, quien trabaja en banca.

Un impactante drama sobre la violencia machista

Donzellie plasma cómo, poco a poco, ese galán, ese apuesto hombre ideal va aislando poco a poco a Blanche. Algo tan aparentemente sencillo como mudarse de Normandía a Lorena, lo que implica que Blanche deje de tener relación diaria con su madre y su hermana gemela, va remarcando como, poco a poco, Grégoire va creando esa 'cárcel del amor'. Cómo una llamada para saber qué tal se está termina derivando en una vigilancia continua a través del móvil.

Escena de 'Solo para mí'
Escena de 'Solo para mí' (Vercine)

La cinta sabe ir poco a poco en su denuncia, con un tono mesurado que va aumentando de intensidad conforme el monstruo se va quitando su careta. Donzelli no sólo opta por denunciar, sino que también plasma cómo Blanche lucha por recuperar su libertad. En ese proceso, se da opción a la esperanza, aunque esta no sea sencilla. La realizadora busca también plasmar esa lucha judicial y la importancia de que esté presente en las víctimas de violencia machista.

Con un drama psicológico con ese fuerte componente social, la cinta llega a buen puerto gracias al buen hacer de su dupla protagonista. Melvil Poupaud vuelve a mostrar su experiencia con personajes malvados que ocultan sus intenciones, lo hizo el mismo año con 'Golpe de suerte' de Woody Allen. Virginie Efira también tiene experiencia en papeles de mujeres que terminan atrapadas en un amor tóxico, como supo plasmar en la magnífica 'Un amor imposible' de Catherine Corsini.

Es Efira la que sostiene mayormente el relato, de mujer que lucha por su libertad y bienestar, así como el de sus hijos. La actriz belga prosigue su ascendente carrera de papeles extremos con los que demuestra ser una de las grandes estrellas de la industria cinematográfica francesa actual.

'Solo para mí' es el notable regreso de Valérie Donzelli a la realización. Un film que sabe ser un correcto equilibrio entre el drama y la denuncia social, con sublimes interpretaciones y que deja poso en su mensaje. Un certero retrato de la falsedad del amor tóxico y cómo este es una pesadilla íntima.

8
Lo mejor: Las sublimes interpretaciones de Virginie Efira (ella con papel doble) y Melvil Poupaud. Su denuncia social sobre la violencia machista.
Lo peor: Hay momentos en los que Donzelli podría haber sido más arriesgada en su retrato de la violencia machista.