Una película de animación requiere tanto trabajo que lo normal es que hayan pasado cinco años desde que empieza la producción de la cinta hasta el día que la entregan al público. Por eso resulta tan sorprendente que 'Soul' sea tan absolutamente relevante para 2020. Pete Docter, uno de los genios más veteranos de Pixar (y actual cabecilla del estudio), regresa con su "más difícil todavía" tras haber presentado una joya de la magnitud de 'Del revés (Inside Out)'. Y es la catarsis perfecta para el año que, por fin, estamos a punto de dejar atrás.
En 'Soul', Docter y su co-director, Kemp Powers, dan forma a otro término intangible (y que en este caso depende incluso de las creencias): el alma. La película está protagonizada por Joe Gardner (Jamie Foxx en la versión original), un profesor de música de Nueva York cuyo verdadero sueño es ser músico de jazz. Cuando consigue por fin su gran oportunidad, sufre un accidente y su alma acaba en el Más Atrás, el lugar en el que las almas ganan sus rasgos de personalidad y descubren "la chispa", es decir, aquello que les impulsa, algo así como su vocación. Joe es confundido con un mentor, un alma que ya ha vivido y que se encarga de ayudar a las nuevas almas a encontrar su chispa. Le asignan a 22 (Tina Fey), un alma que lleva mucho tiempo evitando ir a la Tierra, y con ella idea un plan para regresar a la vida y conseguir hacer realidad su sueño por fin.
'Soul' se estructura en dos grandes escenarios: Nueva York y el mundo de las almas. Este segundo está plagado de buenas ideas, como ya lo estaba 'Del revés'. Docter, Powers y su equipo han conseguido que la película resulte sencilla de seguir a pesar de meterse en metafísica. En pocos minutos nos queda claro cómo cada alma se vuelve única, cómo encuentran la chispa y cómo un alma en la Tierra puede acabar "perdida". Todo lo cuentan con mucha creatividad, manteniendo una estética onírica y etérea constantemente, y con mucho humor: que los orientadores del Más Atrás cojan un diseño simple y se llamen Jerry para resultar fáciles de entender para los humanos es solo una de las muchas genialidades que tiene el guion de 'Soul'. Como ocurría con la mente de Riley, es un escenario del que queremos saber más constantemente.
Pero el verdadero corazón de la película es Nueva York. 'Soul' ha buscado un estilo realista pero estilizado de la ciudad norteamericana, centrándose sobre todo en que la sintamos sin estar allí. Si hemos tenido la oportunidad de visitarla reconoceremos los lúgubres pasillos del metro o los barrios multiétnicos llenos de vida. Y si no seremos igualmente capaces de imaginar los ruidos, los olores, el bullicio, como si hubiéramos vivido toda la vida en la Gran Manzana. Esta Nueva York, además, es muy especial porque incide mucho en su parte más cotidiana y cercana a Joe, el primer protagonista afroamericano de Pixar. Por eso no subiremos al Empire State pero sí entraremos en una barbería de barrio que no podía ser más auténtica. Y aquí vamos entrando en el verdadero mensaje de 'Soul': lo más importante de la vida es vivirla.
Canción de amor hacia lo cotidiano
La película resulta muy sorprendente porque parecía un estudio sobre qué nos hace únicos o sobre la vocación. Y no, para nada. 'Soul' quiere desterrar esa noción de que todo forma parte de un plan mayor, del destino, y nos invita a fijar la mirada en cosas mucho, muchísimo más pequeñas. Joe cree tener claro qué falla en su vida. 22 directamente no quiere enfrentarse a la vida por miedo a no estar a la altura. Y ambos se irán dando cuenta del regalo que son las pequeñas cosas y cómo esas pequeñas cosas pueden ser mucho más grandes. El poder de un rayo de sol cuando caminamos por la calle. Lo trascendental que puede ser una conversación aparentemente intrascendente con nuestro peluquero. Un trozo de pizza. En un año en el que muchas de las cosas que siempre hemos dado por sentadas nos han sido arrebatadas, que una película nos recuerde que esas cosas son absolutamente maravillosas e importantes es un acierto absoluto de timing, encima sin planteárselo siquiera.
Esa lección, que casi todos damos por hecho y que necesitamos que se nos recuerde más a menudo, es contada en 'Soul' a través de una historia muy divertida y llena de sentimiento, aderezada con giros de guion sorprendentes. Quizás a los niños les falte precisamente el haber vivido un poco más para entender la magnitud del mensaje, pero cuenta con elementos de sobra para que se lo pasen bien y con guías lo suficientemente simples como para que no se pierdan en la metafísica. Joe y 22 resultan realmente carismáticos y cuentan con una química buenísima, destacando el desparpajo que le da Tina Fey a su personaje en la versión original. La comedia funciona, y la emoción, más. Aquí entra en juego la música, casi un tercer personaje en 'Soul'. Jon Batiste se ha hecho cargo de las composiciones de jazz, y Trent Reznor y Atticus Ross de las más modernas melodías del mundo de las almas. Aunque a priori parecen dos estilos musicales imposibles de empastar, al igual que en la película se funden en un viaje sonoro que consigue poner los pelos como escarpias. A mayores, el equipo de Pixar vuelve a superarse en lo que a técnica se refiere, volviendo a llenar la película de detalles que parecen nimios, como las líneas para delimitar las extremidades de las almas, o cómo su diseño varía según hayan vivido ya una vida o no, pero que marcan una diferencia increíble en la narrativa. 'Soul' es una delicia visual que vuelve de nuevo a reforzar la importancia de las pequeñas cosas.
Cuando terminé de ver 'Soul' me vino a la cabeza el primer paseo que di por la calle cuando empezaron a levantarse las barreras de los confinamientos, yo solo con mis auriculares. Ese día presté mucha atención al calor del sol, al olor de la calle, a la gente con la que me cruzaba. 'Soul' va precisamente de eso, de parar a darnos cuenta de la suerte que tenemos de vivir en un lugar tan apasionante como nuestro planeta. Por eso resulta una catarsis tras un año lleno de negatividad y oscuridad. Hasta entre tanta oscuridad se puede encontrar un rayo de luz, aunque sea en un trozo de pizza. Aunque será una pena que no podamos disfrutar de esta nueva maravilla de Pixar en pantalla grande, menudo regalo nos han preparado los del flexo para el día de Navidad.
'Soul' se estrena en Disney+ el 25 de diciembre.
Nota: 9
Lo mejor: El mensaje es lo que necesitábamos para cerrar el annus horribilis. El derroche de creatividad. La música.
Lo peor: Que no podamos verla en cines.