Antes de 'Spider-Man: Un nuevo universo', Sony Pictures Animation era un estudio más, una división de un gigante corporativo cuyo principal objetivo era crear películas atractivas para el público familiar. Con 'Lluvia de albóndigas' u 'Hotel Transilvania' llegaron a lograr buenos resultados en taquilla. Pero en ambición no podían codearse con los gigantes de la animación. Pero llegó Miles Morales, y todo cambió.
La película de 2018 supuso tal ruptura con la animación que imperaba en ese momento, con el estilo Pixar que llevaba años homogeneizando el cine de las majors, que no solo impulsó a Sony Pictures Animation al Olimpo del medio (y ellos demostraron que no eran flor de un día con 'Los Mitchell contra las máquinas'), sino que acabaron creando escuela. La desPixarización comenzó con ellos. DreamWorks y Disney no tardaron en seguirles los pasos.
Superar algo como 'Un nuevo universo' parecía algo realmente imposible. ¿Qué límites podían quedar por romper después de eso? Si algo demuestra su secuela, 'Spider-Man: Cruzando el Multiverso', desde su primera escena es que siempre se encuentran nuevos límites, y que también se pueden reventar. La película de Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson coge todo lo que hizo grande a la primera entrega y lo multiplica. Una y otra vez. Hasta volver a dejarnos boquiabiertos.
Si ya la mezcla de estilos de animación con los distintos Spideys de la primera resultaba sorprendente, el principal reto de la segunda parte ha sido cómo superarlo. Y era tan sencillo como aprovechar el multiverso de nuevo, pero hacerlo a la inversa: esta vez sería Miles quien se movería por las distintas dimensiones. Al igual que Spider-Man Noir o Spider-Ham tenían un diseño particular, los principales escenarios de esta película tienen su propio estilo artístico, que no se limita a la paleta de colores, sino también a las texturas, las líneas y los movimientos. Cada universo tiene personalidad, y esa personalidad se traslada de unos a otros con el personaje titular de esa localización.
Lo sorprendente de esto es que no acaba quedando como un pastiche, sino que el equipo de la película ha sido capaz de que mantener la cohesión, como ocurría en la primera. Los personajes son capaces de mantener su estilo individual sin romper el conjunto, y esta vez todo ocurre a ritmos a veces tan frenéticos que resulta increíble que hayan sido capaces de mantener tal nivel de detalle y de creatividad en cada plano.
Puede que lo de la mezcla de estilos ya no sea sorprendente vista la primera, pero la escala, los nuevos personajes y escenarios exudan tanta ambición y tanto mimo que logran sorprender de nuevo. Consiguen elevar la animación de nuevo hasta cotas que jamás pensamos que llegaríamos a ver. Y demuestran, gritan todo lo alto que se puede gritar, que "la animación es cine". El cine de superhéroes brilla como nunca lo había hecho gracias a la animación, y no al revés. Si 'Cruzando el multiverso' es la mejor película reciente sobre universos alternativos (porque lo es), es gracias a que este equipo sabe de lo que es capaz la animación no solo a nivel visual, sino también en el plano narrativo.
Se nota, de hecho, que son muy conscientes de que 'Un nuevo universo' llamo la atención primero por su aspecto visual, pero que si es considerada por muchos "la mejor película de Spider-Man" es por su carga emocional y sus personajes. Por su historia. Por eso 'Cruzando el multiverso' le da todo el peso a Miles, a Gwen y a su crecimiento personal, para que sintamos que el riesgo, el peligro, es mucho mayor que en su primera película.
Nuestro protagonista lleva más de un año ejerciendo de Spider-Man, por lo que ha tenido que crecer más deprisa que sus compañeros. A pesar de ello, sigue siendo un chico de 15 años y está rebelde, desapegado de sus padres, se siente más adulto de lo que realmente es. Y se siente solo, porque su primera aventura la vivió rodeado de gente que era como él. Miles gana madurez en esta película, que también se detiene mucho en profundizar en la relación con sus padres. La familia y la responsabilidad de la máscara son dos de los pilares de la trama.
Por otro lado está Gwen Stacy, que se convierte en coprotagonista absoluta y que gana en complejidad, y también en crecimiento personal. Descubrimos mucho más de ella para entender todas las decisiones que ha tomado y que tomará. Ella es el gran personaje de 'Cruzando el multiverso'.
Esta entrega entiende que es la película bisagra de una trilogía, pero lejos de quedar como un capítulo colgando entre la primera y la última, lo aprovecha para dar más importancia a los personajes y a las emociones, para afianzar las reglas de la primera y presentar algunas nuevas con la más que probable idea de ir a saco en la conclusión de la trilogía. Aquí los personajes crecen, las relaciones avanzan enormemente, sabemos lo que está en juego. Cada decisión pesa, y nuestro vínculo con Miles y Gwen se afianza de cara a un intenso desenlace.
'Cruzando el multiverso' dura dos horas y media, y aunque no puede evitar caer en algún valle, saben perfectamente recuperar el ritmo gracias a los temazos de la banda sonora, una increíble score compuesta por Daniel Pemberton que no se ve socavada por las canciones (porque ambas están utilizadas con cabeza), y por escenas de acción que dejan peleas como la de la casa de tía May o el colector de Kingpin como batallitas menores. Aquí la acción es tan frenética que a veces uno no sabe hacia dónde mirar, pero sabe que está viendo algo espectacular, y hay escenas tan intensas que no os sorprenda si habéis contenido la respiración en alguna de ellas.
Fan service bien utilizado
Por mucho que se haya vendido como un festival de Spider-personas (y Spider-animales), 'Cruzando el multiverso' no sucumbe al fan service. Más allá de los guiños y cameos, introducidos para que no resulten gratuitos, la película vuelve a centrar la atención en un grupo muy concreto de personajes. Miles y Gwen son los protagonistas absolutos, y en el siguiente peldaño encontramos a Peter B. Parker y nuevos personajes, como Miguel O'Hara, Spider-Woman o el robaescenas de Spider-Punk (y el estupendo trabajo de doblaje de Daniel Kaluuya).
Spider-Man 2099, el personaje de Oscar Isaac, es el más interesante por ese toque de antagonista y el aura de misterio a su alrededor. Pero la verdadera sorpresa es lo mucho que funciona The Spot, el principal villano de la cinta, con voz de Jason Schwartzman. Además de ser bien carismático, su conexión con Miles lo hace de lo más interesante más allá de resultar instrumental para el asunto del multiverso. Muchos de estos personajes quizás saben a poco, muy probablemente por haber sido pensada junto a la tercera. Pero dejan con ganas de más.
La película sabe continuar expandiendo el análisis de qué significa ser Spider-Man, como ya lo hacía la primera. Si en 'Un nuevo universo' la moraleja era que cualquiera podía ponerse la máscara y ser un héroe, esta vez quiere indagar en las motivaciones para serlo. Y aprovecha para profundizar en el papel del mentor, de la figura paterna, a través del padre de Miles, de Peter B. Parker o incluso de Miguel O'Hara. También sabe jugar con el lore del Hombre Araña y con el propio Miles Morales como símbolo cultural más allá de las películas, los videojuegos o las viñetas. Se nota el cariño que tienen al personaje y lo que significa.
Y también encuentra maneras muy inesperadas e inteligentes de conectar con la primera entrega para ir consolidando toda la historia para que parezca que el plan de la trilogía estuvo ahí desde el principio. 'Un nuevo universo' se puede seguir disfrutando como una entrega individual e independiente, como una película en sí misma, pero junto a 'Cruzando el multiverso' logra un significado mayor, un peso que se siente más de cara al final. Están tan seguros del camino que han marcado que no necesitan escena post-créditos. Lo dejan tan en alto que 'Spider-Man: Más allá del multiverso' se va a convertir en la película que más esperaréis en cuanto salgáis del cine.
Los creativos detrás de 'Spider-Man: Cruzando el multiverso' han mencionado 'El imperio contraataca' como su inspiración, y se entiende esa comparación al ver la película. En esencia coge todo lo que hizo especial a 'Un nuevo universo' y lo multiplica, lo expande, no solo en ambición sino también en profundidad. Es una entrega más madura, pero que no deja de ser trepidante, divertidísima (qué bien vuelve a funcionar el humor) y cool hasta la médula. Es todo lo que se podía pedir a una secuela de algo tan rompedor como fue la primera, y un poco más. Sony Pictures Animation se consolida como una factoría de imaginación que vuelve a ir un paso por delante, que no se conforma con hacer lo mismo, que busca un desafío, y lo pulveriza. Salivo solo con pensar qué pueden estar preparando para el gran cierre de la trilogía, y sé que acabarán sorprendiéndome una vez más.
'Spider-Man: Cruzando el multiverso' se estrena en cines el 2 de junio.