'Spy x Family Código: Blanco' es la esperada adaptación a la gran pantalla del popular manga de espías y comedia creado por Tatsuya Endo, transformado en 2022 en una serie televisiva que suma ya dos temporadas. Dirigida por Takashi Katagiri, con guión de Ichirô Ôkouchi, la película captura la esencia del anime con precisión y estilo pero nos deja carentes de vislumbrar algún avance en la historia de la franquicia.
El largometraje nos presenta de nuevo a la familia ficticia formada por Twilight (Takuya Eguchi), un hábil espía que continúa luchando por mantener su tapadera como Loid Forger y cumplir con su misión en la Operación Strix. También nos reencontramos con una divertida y adorable Anya (Atsumi Tanezaki), más centrada que nunca en conservar la vida que ha desarrollado junto a sus padres adoptivos y su perro llamado Bond, siempre bajo la protección de Yor (Saori Hayami), una astuta asesina que ha comenzado a meterse profundamente en su papel de madre y esposa. Lo que sigue es una hilarante comedia de enredos inesperados mientras intentan mantener sus identidades ocultas y formar un vínculo genuino como familia.
Esta recurrente mezcla de acción, humor y emociones, hilada a través de numerosos momentos de tensión equilibrados a la perfección con ingeniosos chistes y escenas conmovedoras, busca explorar más a fondo el crecimiento y la conexión de esta peculiar unión improvisada. Sin embargo, lo que podría suponer un avance significativo para los fans del anime, que esperan con ansias la confirmación de una tercera temporada de la serie original, se queda en una mera anécdota más de la familia Forger.
La animación captura con gusto la estética única del manga recreada en televisión, llevándola a la pantalla grande cubierta de nieve con un estilo visualmente atractivo y dinámico. Desde las secuencias de acción hasta los momentos de intimidad familiar, cada escena está ricamente detallada y llena de vida, aunque culmine sin darnos un mínimo ápice de progreso o perspectivas de futuro para lo que podría estar por venir.
Al margen de su entretenimiento superficial, 'Spy x Family Código: Blanco' sí que ha tratado de manera casi imperceptible abordar algunos de sus temas más profundos, como las preocupaciones cotidianas de una madre de familia, el miedo irracional a un divorcio repentino o la incapacidad humana de valorar las cosas de la vida hasta que no estamos a punto de perderlas. Una pena que todas estas líneas argumentales se hayan quedado en un mero intento de hacer algo diferente a lo que nos tenían acostumbrados, para dejarnos con la miel en los labios de disfrutar del esperado beso entre Yor y Twilight o de la revelación entre personajes de sus particulares tapaderas.
¿Cumple su supuesto objetivo?
A través de estas relaciones en busca de evolución, la película aparenta tener como principal meta mostrar ciertas reflexiones conmovedoras sobre lo que significa realmente pertenecer y encontrar la verdadera felicidad en un mundo plagado de secretos y peligrosas intenciones. El resultado real: acción, risas, un nuevo enemigo al que desearle una muerte cruel y breves segundos de compasión.
Eso sí, con 'Spy x Family Código: Blanco' Katagiri ha logrado el poder de cautivar tanto a los seguidores del manga como a los recién llegados a la franquicia. Porque no hace falta haber dedicado las horas necesarias que requiere visualizar la serie original completa para poder disfrutar de la película, lo que la convierte en un accesible pasatiempo con el que seguro obtendrás 110 minutos de incesante diversión.
PD: Por si os lo estáis preguntando, sí, 'Spy x Family Código: Blanco' tiene escena post-créditos, pero no, no añade ningún avance ante una posible continuación.