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CRÍTICA

'Stand By Me Doraemon': Nobita se pasa al 3D

El gato cósmico vuelve a la gran pantalla esta vez mediante animación por ordenador, viendo más realista el entorno de Nobita. En cines el 19 de diciembre.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 18 de Diciembre 2014 | 11:20
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Puede que la serie de anime 'Doraemon' pueda gustar más o menos, y que hayan fans y detractores, pero es innegable el imaginario en el que se apoya: un robot con aspecto felino del futuro de cuyo bolsillo salen todos los inventos habidos y por haber para mejorar la vida del protagonista. Con esta premisa, y la obligación de tener que explicar el porqué de todo lo anterior para no coger a nadie de nuevas, se presenta 'Stand By Me Doraemon', la que es a su vez la primera cinta de animación por ordenador del Gato Cósmico.

'Stand By Me Doraemon': Nobita se pasa al 3D

El argumento del filme gira en torno a Nobita Nobi, un niño bastante patoso al que, con frecuencia, las cosas le salen del revés. Un día recibe la visita de Sewashi, un misterioso niño que afirma ser su tataranieto del siglo XXII y le explica que ha venido a verle porque su futuro es un desastre que arruinará a toda su familia durante generaciones. Sewaski cree que aún puede haber una solución y le presta a su robot Doraemon para que le ayude a encontrarla. Al principio Doraemon no lo ve nada claro pero tras unas cuantas aventuras juntos, el gato cósmico cree haber encontrado la clave: el amor.

La animación de los personajes del filme es asombrosamente elaborada, y los movimientos varían entre lo realista y lo caricaturesco con bastante soltura. El nivel de detalle de los personajes también es loable, y aún siendo animación es bastante fidedigno a la vida real, algo aumentado con la utilización de escenarios casi fotorrealistas, que si bien en un comienzo salta al ojo del seguidor de la serie de dibujos, al tiempo uno se acostumbra y en conjunto el trabajo técnico funciona bien.

Dentro de su argumento, la reiteración de los principios básicos para poner en circunstancia al espectador que no conoce la serie es algo aburrida para quien sí la conoce, y para quién no, un comienzo sin demasiado ritmo, y sin momentos siquiera musicales que aderecen un poco el metraje, hace que el comienzo pierda fuerza pese a contar uno de los temas más importantes sobre los que se asienta la obra. Aún con ello, hay que volver a los comienzos para contar la historia, y esto tampoco se dilatará mucho, aunque su falta de ritmo hace que se haga largo.

El ritmo da un empujón cuando comienza el festival de inventos míticos y nuevos que se saca del bolsillo el amigo Doraemon, siendo todo lo que rodea a su funcionamiento y las consecuencias que traen (porque los que conocen la serie saben que hasta el invento que más puede ayudar, en manos de Nobita puede hacer todo lo contrario), son sin duda uno de los puntos fuertes del largometraje. Las diferentes situaciones planteadas en el grueso del filme en el que se requieren los inventos resulta ser la parte más satisfactoria del metraje, por ritmo, soltura, imaginación y desarrollo. Si bien estos fragmentos del metraje no son todo lo numerosos y variados que podrían ser, y acaban cayendo en la monotonía, haciendo que se pierda el interés en los artilugios del gato cósmico.

'Stand By Me Doraemon': Nobita se pasa al 3D

Gorrocóptero

Uno de los puntos flacos de la cinta es que, aún planteando una historia con más o menos interés para los fans de la serie, noto que lo interesante de la misma se resuelve demasiado pronto, a poco más de la mitad del metraje, y el resto del argumento hace aguas al reiterar en una historia con un final previsible y poco sorpresivo. La elección para el doblaje en español de las voces de Mario Vaquerizo y Alaska saca al espectador de una patada de la realidad de la película debido al poco trabajo actoral que hay detrás de la mismas. Simplemente, es para echarse las manos a la cabeza.

En definitiva nos encontramos con un filme que puede tener su interés para los amantes de la serie original, que si bien no cuenta nada nuevo, sí que concluye con un final explicativo del porqué de sus aventuras en la pequeña pantalla. No faltará tampoco cierta manipulación emocional a los más pequeños a modo de gráficas palizas al pobre Nobita a manos de Gigante que simplemente les busca sacar la lágrima fácil. Buena animación, algún que otro momento con sus puntos de tensión e inventos curiosos, que poco pueden hacer con una historia que pierde su interés a mitad del metraje y que ni el bolsillo de Doraemon puede poner remedio.

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