Cuando digo que guardo un lugar especial en mi corazón y en mis recuerdos para 'La amenaza fantasma', prácticamente todos los fanáticos de la saga se echan las manos a la cabeza. Será porque no saben que el papel que probablemente juegue 'El despertar de la fuerza' para muchos niños de hoy, fue el que jugó para mi aquella primera precuela que tanto decepcionó a los que crecieron con los films originales. Siempre recordaré con cariño el episodio I porque gracias a él descubrí tres de las películas que más he disfrutado en mi vida. 'Una nueva esperanza', 'El imperio contraataca' y 'El retorno del Jedi' me cautivaron prácticamente por igual, aunque al final el episodio IV sea mi favorito.
Este film de ciencia ficción que llegase a los cines el el 25 de mayo de 1977 me impactó más de dos décadas después de su estreno lo mismo que a aquellos afortunados que disfrutasen por primera vez de ella frente a una pantalla grande, cuando las expectativas aún no podían hacer de las suyas y los efectos especiales estaban empezando a despegar.
'Star Wars' se estrenó sin tener que preocuparse por conquistar a millones de fans y sin la fe de su director y guionista George Lucas, que estaba tan seguro de que su película iba a fracasar que en lugar de quedarse a ver lo que sucedía, decidió irse de vacaciones con su buen amigo Steven Spielberg. Pero, contrariamente a lo que esperaba el creador de este exitoso universo, los espectadores quedaron fascinados por esta historia sobre dos pequeños androides, una princesa, un joven granjero, un contrabandista y un caballero Jedi que deciden plantar cara a un enemigo con mucho valor y todas las de perder.
El mundo extraño y exótico que planteaba Lucas nunca había aparecido en la gran pantalla de esa manera, nunca con una mezcla entre fantasía y realidad tan absolutamente creíble y espectacular. Los amantes del cine de aventuras jamás habían visto nada parecido a una espada láser, o un holograma o esa colección de seres de otra galaxia que lograban ser creíbles e increíbles a la vez. Los efectos del film marcaron un antes y un después en la historia del cine, planteando un millón de posibilidades que nadie hasta ese momento había osado imaginar.
¿El secreto detrás de ese aspecto único que todavía hoy funciona ante la mirada de un nuevo espectador? Unos efectos basados en sonidos reales, y en elementos reales. Elefantes disfrazados de Banthas, actores que se convertían en droides o Wookies y un vestuario realmente de otra galaxia, pero sobre todo el mérito se asienta en una historia tan sólida como para hacerse con la mente y el corazón de Jedis y Siths, de Ewoks y Gungans, de Wookies y Mandalorianos... No hay criatura de esta galaxia o de aquella tan lejana que escape al encanto de la película que diese vida al fenómeno.
'Una nueva esperanza', film que pronto se convirtió en la mente de Lucas en la introducción a lo que sería una extensa historia, bien podría considerarse la mejor presentación de personajes que jamás hayamos visto, gracias a los detalles del carácter de cada uno de los protagonistas que se presentan a través de estas desventuras interestelares. El héroe, el chuleta que parece no preocuparse por nadie que no sea el mismo, el maestro, la princesa/ senadora que planta cara al imperio... Sin el ritmo adecuado y los ingredientes que hacen que una mera sucesión de acontecimientos genere tensión, intriga y pura emoción, todos ellos podrían haberse convertido en un planteamiento aburrido que espera sentado a que la acción se desate en próximas entregas.
Lucas que, tras invertir dos años en un guion de alrededor de 200 páginas, no estaba dispuesto a descartar ni una coma, llegó a la conclusión de que su película se transformaría en tres, y de que la amenaza había de ser real desde que el espectador escuchara las primeras notas de esa maravillosa banda sonora de John Williams, por eso decidió que la Estrella de la Muerte tenía que cobrar un papel importante en este primer acto. Un arma con un poder que impresionó a los inocentes ojos de tantísimos seguidores de la ciencia ficción que no podían creer lo que veían. Este malvado instrumento sin duda logró un impacto importante en los cinéfilos de finales de los 70, pero no inspiró ni por un segundo el terror que transmitía uno de los villanos más recordados.
Cuando su respiración aun no se había hecho un hueco en la memoria de varias generaciones de espectadores, con solo un par de escenas Darth Vader lograba que el lado oscuro te empujase a temer por el bienestar de personajes que aun no habías conocido. Esa maldad es, junto con el valor de la princesa Leia, lo que asegura que el espectador disfrute de la siguiente media hora en la que solo aparecen droides, seres extraños y arena. Daba igual, la acción, las batallas, el romance, todo podía esperar porque el imperio y la rebelión ya habían presentado sus caras y sembrado esa especial sensación de "¡quiero saber más!, ¡cuéntame más!".
Quiero saber más, sobre todo de ese trío protagonista en el que intuimos que el personaje de Mark Hamill, Luke, tiene las de perder, pero solo porque el carisma de su contrincante no tiene rival. El Han Solo canalla y fanfarrón de Harrison Ford, que aporta ese toque sarcástico y cómico tan necesario, se convierte en la diana perfecta para los comentarios desafiantes de Leia (Carrie Fisher), esa princesa guerrera que acude al rescate lo mismo que es rescatada.
El trio funcionaba tan bien como la figura de guía personificada en Alec Guinness y el dueto robótico compuesto por R2-D2 y C-3PO, que llenaba completamente la pantalla con esas conversaciones en las que los pitiditos de R2 se transformaban en algo apasionante en vez de un impedimento. Un logro imborrable como tantas de las imágenes icónicas grabadas para siempre en la mente de muchos cinéfilos. Ese atardecer con dos soles, ese mensaje que envía la princesa en apuros, esa cantina llena de razas desconocidas... Las nuevas generaciones sólo pueden imaginar el impacto que causó este film que a día de hoy sigue siendo la tercera película más taquillera de la saga con una recaudación de algo más de 300 millones sólo en Estados Unidos. 300 de los millones de por aquel entonces, con un film que se produjo con 13.
Vamos que 'Star Wars' no sólo fue de las primeras películas proyectadas con sistema de sonido estéreo y de las pioneras en incluir imágenes generadas por ordenador, sino que también se convirtió en el blockbuster por excelencia de los 70.
