Steve Jobs marcó un antes y un después, revolucionó la tecnología y cambió el mundo para siempre. Hoy día es raro que por nuestras manos no haya pasado un iPhone, un MacBook o un iPad. Y ni siquiera tiene que ser un producto de Apple, hasta la competencia ha tomado de ejemplo lo que un día ayudó a crear Jobs. Por todo esto, era necesario conocer la historia de un hombre tan enigmático como larga era la sombra que dejó. Alguien de su calibre necesitaba tener una película a su altura. Y ya la tiene.
En 2013 tuvimos un primer intento con 'jOBS', en la que Ashton Kutcher encarnaba al cofundador de Apple. Ese primer biopic pareció no cosechar grandes críticas, a pesar de un Kutcher bastante entregado para la causa, donde guardaba cierta similitud con Jobs (algo que, curiosamente, en 'Steve Jobs', no pareció preocuparles). No obstante, el resultado fue un guion bastante superficial, donde su principal problema estuvo en querer abarcar toda una vida de alguien que no paró ni un segundo, por lo que resulta imposible materializar en dos horas toda una vida, y menos la de Steve Jobs.
Pero dos años después ha llegado 'Steve Jobs', la que parece ser la película definitiva sobre el genio que revolucionó todo un sector. Resulta imposible catalogarla como un biopic al uso, porque ni lo es, ni lo pretende. No veremos al joven Steven que dejó la universidad y que luego, con su amigo y posteriormente cofundador de Apple Computer Stephen Wozniak, soñó desde un garaje en construir lo que jamás se ha hecho; ni veremos cómo cambió el concepto de escuchar música con la invención del iPod, ni veremos cómo fue el momento de presentar el famoso iPhone. En la película no hay nada de eso, va más allá.
Aaron Sorkin se puso detrás de este proyecto para lograr un guion fiel a la realidad, pero también que atrapase y que, sobre todo, nos contase lo que no sabíamos, lo que había detrás del magnate. Sabíamos que, siendo él el responsable de escribir la historia, no resultaríamos defraudamos. 'La red social', que le valió un Oscar, o series como 'El lado Oeste de la Casa Blanca' y 'The Newsroom', dejaban claro por qué es uno de los mejores. En la dirección, por otra parte, el ganador del Oscar por 'Slumdog Millionaire', Danny Boyle, ha sabido ponerse al frente de este exigente proyecto y resolverlo con gran éxito.
La película podemos dividirla perfectamente en tres actos, que suponen tres de las presentaciones más importantes de su carrera. Todos estos coinciden con las tensas situaciones que vive antes de salir al escenario, donde tiene que lidiar con sus compañeros, excompañeros, sus personas más cercanas y su familia. El primero se produce en 1984, momento de presentación del Macintosh, que supondría su salto al plano mundial como el hombre que revolucionó una forma de vida. Cuatro años más tarde, después de haberse producido su despido por los malos resultados del Macintosh, Jobs decide continuar su ascenso y funda su propia empresa. Aquí se produce la segunda presentación vital a la que se tiene que enfrentar. Jobs está a punto de presentar un cubo negro, al que llama NeXT. Es su gran apuesta tras su marcha de Apple. No obstante, este fue un punto crucial en su vida, ya que detrás de ese nuevo ordenador se escondía una estrategia para volver a los mandos de la empresa que él había fundado. Y le funcionó. Esto hace llegar al momento cumbre, que es la presentación del iMac. Todos estos actos se van desarrollando y, perfectamente ejecutando, con brillantes interpretaciones que nacen de conflictos éticos y morales, producidos a raíz de un Jobs como nunca antes no lo habían escenificado, convertido en un hombre en la mayoría de ocasiones frío, calculador, arrogante y egocéntrico, pero también en una persona con un gran sentido del humor, haciendo gala de un sarcasmo propio de genios y que, Michael Fassbender, interpreta de forma colosal.
El motivo de todos estos sentimientos radican en el plano personal, que es donde Sorkin quiso localizar la película. El haber sido un niño adoptado al que no quisieron cuando bebé se vio reflejado de mayor, rechazando a la que es su hija, a la que no reconocía como tal. Clave en la historia es Lisa Brennan, la hija de Jobs. Podríamos llegar a decir que la película está centrada, más que en el figura del hombre que fundó la mayor empresa tecnológica, en el hombre que no supo ser padre hasta que se dio cuenta.
La importancia de las interpretaciones
Resulta imposible llevar a cabo un gran película como esta si no se tiene enfrente de las cámaras a un reparto que esté a la altura. En este caso, podríamos decir que hasta los extras lo bordan. No es sencillo tener que representar a Steve Jobs y encima con una mínima credibilidad, pero Michael Fassbender lo hace, y lo logra de una forma más que convincente, que te hace querer y odiar al personaje por momentos y te lleva a empatizar con él finalmente. Te hace reír con sus bromas, te hace plantarte frente al asiento en los momentos más tensos y logra emocionarte cuando menos lo esperas. Su nominación al Globo de Oro no es más que un reflejo de lo que le está por venir. Y luego está Kate Winslet en el papel de Joanna Hoffman, encargada de marketing y, como acertadamente dice en la película, "la esposa en el trabajo" de Steve Jobs. Su actuación, para ponerla en bucle una detrás de otra y no cansarse nunca. Convincente desde su primera hasta su última aparición, de la que se podría perfectamente hacer un spin off de su personaje. Joanna era quien estaba siempre al lado de Jobs en cualquier situación, fuese buena o mala, para solucionarlo. No descubro nada de esta actriz, pero sí dejo en acta que pocos serán los reconocimientos que reciba por este papel. Y, por otra, tenemos al resto de personajes, todos vitales para entender la historia y a la persona. El cofundador de la compañía Steve Wozniak, interpretado de forma reveladora por Seth Rogen; John Sculley, presidente de Pepsi hasta que Jobs decidió traerlo a Apple, donde llegó a convertirse en CEO, era una pieza clave para el genio, quien representaba la figura ausente de su padre y que fue interpretado de forma magnífica, como nos acostumbra, por Jeff Daniels; Andy Hertzfeld, diseñador de software en Apple, encarnado por Michael Stuhlbarg; Chrisann Brennan, madre de Lisa, donde la actuación de Katherine Waterston dotó de una gran credibilidad al personaje; y, finalmente, la figura más importante de la historia -con perdón de Steve Jobs-, la hija del que fue presidente de Apple, Lisa (Jobs) Brennan, quien fue interpretada por tres actrices distintas.
Difícil es de entender el varapalo que se ha llevado la película en cuanto a recaudación, más teniendo en cuenta las grandes críticas, con tan solo 24.000.000 de dólares a nivel mundial, lejos de los 30 millones de presupuesto con los que contaba. Lo que no parece intuir que, sobre todo en los Estados Unidos, no gusta la historia de Steve Jobs, o al menos no genera tanto interés como sí lo hacen sus productos.
Pros y contras
En el cómputo general, es para estar orgullosos del resultado obtenido. El acierto en el reparto se vio demostrado con sus actuaciones. Lo mismo con la banda sonora, que va perfectamente al compás de la trama, sabiendo captar los momentos de más tensión cuando lo requería la cinta. También digno de mencionar es la gran fotografía, que embellece los diálogos y la narración, marcada por un ritmo frenético durante las dos horas y poco que dura. Sin embargo, también hay que destacar ciertas contras. Al ser un protagonista con tanta historia hace que tengas que acotar los tiempos y lo que vas a contar, y eso es lo que le sucedió a Danny Boyle, quien tuvo que dar grandes saltos temporales, a pesar de que nos hubiese gustado conocer más lo que se sucedía entre esos lapsus de tiempo. Por otra parte, el tener una película que supere las dos horas hace que haya que mantener un ritmo entretenido durante todo el metraje, factor que logra salvo por el principio del último acto, donde puede llegar a hacerse pesado, algo que rápidamente se supera con un final vibrante y a la altura de la historia, que te hace transportarte hasta ese momento y creyéndote ocupar uno de los asientos del teatro donde se presentaba el iMac.