En 2016, el tándem formado por Philippe Lacheau y Tarek Boudali estrenaron 'Alibi.com, agencia de engaños', la enésima propuesta del dúo de comedias comerciales francesas que comenzaron con el éxito de la saga 'Se nos fue de las manos'. Desde entonces, han sido varios los títulos que han pasado con mayor o menor suerte por la taquilla española, como '¡Cásate conmigo, por favor!', 'City Hunter y el perfume de Cupido', '30 días' o 'Super... ¿quién?'
Las comedias de Lacheau y Boudali son de brocha gorda y el actual exponente de taquillazos galos de dudoso gusto que arrasan en el país vecino y cuyo referente bien podría ser la saga 'Taxi'. Es más, la secuela de 'Alibi.com', renombrada en España como 'Suegros de alquiler: Agencia de engaños 2.0', ha sido uno de los taquillazos que ha logrado elevar los datos de la producción nacional gala, que ha visto este año renacer su taquilla con el éxito de títulos como 'Astérix y Obélix: El Reino Medio' o 'Los tres mosqueteros: D'Artagnan'.
'Suegros de alquiler' bien podría catalogarse de un refrito de 'Alibi.com'. La primera tenía la premisa de basarse en una supuesta agencia de engaños, dedicada a crear coartadas a personas. Esa novedad, que era lo más notable de una cinta en la que Lacheau y Boudali terminaban creando situaciones predecibles y llenas de gags tranochados, se pierde con su secuela. Es más, se tiene que crear un conflicto para volver a montar la agencia de engaños.
Otro taquillazo de Lacheau y Boudali que llega a salas españolas
Acostumbrados a crear premisas que provocan una huida hacia delante, en 'Suegros de alquiler', Lacheau, quien firma el guion junto con Julien Arruti, Pierre Dudan y Pierre Lacheau, acaba creando una gran pantomima para evitar que los padres de su novia Florence, encarnada por Élodie Fontan, conozcan a los padres reales de sus personajes, Greg, los cuales son un estafador y una actriz de cine erótico. Por ello, crea una gran farsa, a pesar de que su prometida le hizo jurar que iba a cerrar su agencia de engaños.
Lo único positivo que puede resaltarse de 'Suegros de alquiler' es que deja en evidencia no sólo la cabra tira al monte, sino que se le incita a ello para evitar caer en la rutina. Sin embargo, eso no quita de que se está ante una propuesta de lo más predecible, con unos gags que funcionan menos que en la primera entrega y que vuelven a demostrar que el humor de Lacheau y Boudali está hecho para los muy cafeteros de su cine.
'Suegros de alquiler' es una propuesta que no sale del humor típico de Lacheau y Boudali, un estilo de comedia rancia que funciona cuanto más sale de su zona de confort. Evidentemente, eso no iba a ocurrir con una secuela. Una demostración de cómo el cine francés exporta tanto sus propuestas más autorales como las más comerciales, incluidas aquellas que bien podrían considerarse casquería pura y dura.