A cada nuevo estreno de un largometraje francés, es imposible no acordar de la máxima virtud de su industria, el buen equilibrio entre la mirada comercial y la autoral, además de sus sólidas propuestas feel-good. Una combinación de todo ello es la elegante y sublime 'Tenor', el primer largometraje en solitario del cineasta Claude Zidi hijo, una propuesta que exige, debido a su temática, era esencial que tuviese muy claro su mensaje y, sobre todo, contar con un talento a descubrir. Dos elementos con los que cuenta y que la convierten en una experiencia cinematográfica deliciosa.
La trama es una nueva reinterpretación de Pigmalión, en la que un reconocido mentor encuentra un diamante en bruto al que pule y moldea hasta la perfección. Premisa mostrada en obras maestras como 'My Fair Lady', a títulos más contemporáneos como 'Ex Machina', sin olvidar, por supuesto, a producciones europeas en las que se combina un potente mensaje de superación personal con secuencias que son puro deleite, especialmente en el caso de títulos relacionados con la música, ahí se encuentra 'Tenor', que narra cómo un joven rapero de barrio descubre la música clásica y decide convertirse en cantante de ópera.
Por supuesto, una historia así ha podido verse en propuestas semejantes, Zidi, quien firma el guion junto con Raphaël Benoliel y Héctor Cabello Reyes, es consciente de ello. De ahí, que el realizador apueste por llevar la historia con buen ritmo y atino, buscando que su mayor fortaleza sea su reparto. Y vaya que lo consigue. Primero, toca aplaudir a una maravillosa Michèle Laroque, por encarnar a un personaje fascinante. Mentora de tenores y sopranos, es una mujer que disfruta de la vida y que, ante todo, es libre, tanto en su manera de vivir como en lo referente a los prejuicios, al estar abierta a conocer nuevas realidades, así como géneros musicales.
MB14. Ha nacido una estrella
En lo referente a los géneros musicales, destaca especialmente el trato del rap y la música urbana. Durante muchos años, el cine ha mostrado una especie de enfrentamiento o contraste entre la música académica y la urbana, cuando en la vida real existe un reconocimiento importante tanto al rap como al hip-hop y otras expresiones musicales populares, como en antaño pasó con el jazz o el blues. Esta realidad es llevada a la cinta, tanto en lo referente a la valoración del rap a como es retratado, especialmente en los enfrentamientos musicales, una especie de sublimación de lucha entre bandas y barrios en los que las peleas son líricas, no físicas, donde existen códigos de honor y comportamiento, que derrumban prejuicios y muestran otra manera de expresión artística.
En ese sentido, se ve el toque de Zidi hijo a la hora combinar cine social con la comedia dramática. Porque sí, hay momentos de comedia, pero 'Tenor' es, ante todo, un drama. Aunque Michèle Laroque destaca, otra mención especial es la de Guillaume Duhesme, como el hermano mayor del protagonista, con una interpretación que recuerda a los papeles más reconocidos del hispano-armenio Hovik Keuchkerian.
No obstante, quien logra elevar completamente el largometraje es su protagonista, un auténtico descubrimiento: MB14, un verdadero hombre orquesta. Figura conocida en Francia por su habilidad para el beatbox y también rapero, sorprendió al público como cantante tras su paso por quinta edición de 'The Voice : la plus belle voix', en la que quedó en segundo lugar. No solo deslumbra con una melodiosa voz que no tiene nada que envidiar a cantantes líricos actuales; sino también con una interpretación fresca, espontánea y en la que demuestra que sabe mimetizarse con un personaje muy diferente al de su propio recorrido como artista. Una revelación interpretativa.
La virtud de 'Tenor' es que sabe cuidar su trama con actores magníficos, momentos que saben tocar la vena emocional y escenas musicales fascinantes que muestra cómo el poder de la música trasciende a cualquier barrera o prejuicio.
Nota: 8
Lo mejor: Las escenas en las que MB14 muestra su poder lírico.
Lo peor: Su trama peca de convencional.
