Experimentado documentalista, ha ahondado en figuras de renombre como Luis Buñuel, Luis Eduardo Aute o José Antonio Labordeta (por el que se llevó el Goya al mejor largometraje documental), el cineasta bilbaíno Gaizka Urresti opta por enfocarse en la TFE (Terapia Focalizada en las Emociones) del proyecto Ef(f)ects, desarrollado por la doctora Susan Johnson (Unidad de Ottawa) y que busca aplicarse en las sociedades hispanohablantes, con 'Terapia de pareja'. En el caso de España, a través de la Universidad de Navarra junto con la Brigham Young University.
Para ello, el documental busca tener un hilo conductor, el que tienen Marwán y Rozalén. Ambos cantautores han aportado una visión diferente. Exceptuando ellos, el documental hace un seguimiento de diferentes terapias de pareja, aplicando el método de Johnson. A su vez, se entrevista a figuras relacionadas con el proyecto Ef(f)ects y de cómo se busca implantarlo entre pacientes hispanohablantes. Este método se enfoca en cómo los primeros años de vida marcan el estilo de relación sentimental que se tiene en el futuro y de cómo cuidar el amor mejora también la salud mental.
El film se centra especialmente en mostrar las virtudes de este método. Lo hace en un sentido más bien periodístico, aunque bien podría decirse que publicitario. Aunque su cobertura provoque que dé la impresión que bien podría encajar más como documental de 'La Noche Temática' en La 2; realmente no hay una mirada alternativa a la que propone el proyecto Ef(f)ects. De ahí que haya varios momentos en los que la cinta parece un publirreportaje.
Las emociones como pilar central de la salud mental
Son precisamente las intervenciones de Marwan y Rozalén los que dan un poco aire y se salen un poco de esa línea excesivamente televisiva. En sus intervenciones, cuestionan temas interesantes relacionados con el amor y cómo éste se trata a través del arte. Plantean preguntas sobre la influencia de las canciones, de la poesía en las relaciones sentimentales y en cómo varias proyecciones corren el riesgo de crear una influencia negativa.
El problema que tiene esta propuesta es que carece de alma cinematográfica. Tampoco cuenta con un valor de denuncia social. El resultado es que se está ante una propuesta que hubiera podido funcionar más bien como reportaje para televisión que de otra cosa. Eso sí, el método que ofrece para abordar las terapias de pareja tienen el suficiente interés para visionar esta producción desde un enfoque puramente divulgativo y pedagógico, mas no cinematográfico.