El director detrás de 'Sound of My Voice', Zal Batmanglij, presenta su segunda película, 'The East', un thriller donde el eco-terrorismo, la moral, la infiltración y el compromiso van de la mano. Una de las mayores bazas de la película es su reparto, que cuenta con Brit Marling (que también ejerce de guionista), Alexander Skarsgård, Ellen Page, Toby Kebbell y Shiloh Fernandez.
El largometraje nos presentará a Sarah Moss, empleada brillante de una poderosa compañía privada, que debe cumplir una misión: infiltrarse en un grupo anarquista de ecologistas radicales que están causando problemas a algunas empresas mediante sus actos reivindicativos. Todo ello se complicará cuando el carismático jefe de la banda comience a enamorarse de ella.
El peso interpretativo principal recae en Brit Marling, y es algo que por momentos, le cuesta mantener. Si bien la actriz no consigue otorgar un carisma muy fuerte a su personaje, a lo largo de la historia vemos poco a poco la evolución de su personaje, en un primer momento frío y corporativo, se va convirtiendo cada vez en más humano y concienciado, algo bien conseguido. Aunque aún así, no sale muy favorecida con ciertos diálogos algo simples y en algún momento clave del filme, peca de sobreactuada.
Diferente fortuna corre Alexander Skarsgård, que con su papel de líder de la organización, logra un personaje fuerte y carismático, que consigue ser atrayente a la vez que interesante, logrando por lo general, una buena actuación. No se trata aún así del papel de su carrera, pero ha sabido interpretar bien la esa moral ambigüa que desprende su rol. En definitiva, sabe mantener el foco en él, eclipsando en muchas escenas a la protagonista de la historia.
Una actriz que siempre me parece un valor seguro es Ellen Page, que en cada escena tiene un aura de fuerza, de compromiso y de buena situación dramática: en ningún momento del filme la encuentras "fuera de onda" o haciendo simplemente su papel por contrato. Esta profesionalidad y la sutileza que sabe darle a su actuación solo tiene una pega en todo el largometraje: se hace corta.
Si hablábamos de que Skarsgard daba a su personaje la fuerza y la carisma, el papel de Toby Kebbell ofrece una serie de matices que sorprenden a lo largo del filme. En el cómputo global de roles del largo, el personaje de Kebbell se convierte en uno de los más atractivos, aún siendo un secundario, su interpretación de un doctor frustrado por unos temblores que le impiden coger un bisturí, le da un aura especial, cercana y en momentos tierna, que se sirven de un actor que ha sabido interiorizar a su personaje, otorgándole algo suyo que le hace estar muy suelto y sincero en sus escenas.
Shiloh Fernández también consigue un personaje aceptable, pero que más bien se ve arrastrado por su caracterización más que por su interpretación. Esto provoca que, pese a no hacer un mal papel, no llega a encontrar del todo su sitio fijo en la cinta. Aunque también su rol era complicado, y no estamos hablando de Johnny Depp.
Compañerismo amateur
La dirección de Zal Batmanglij tiene sus pros y sus contras: mientras por momentos se muestra resuelta con los planos (se nota el cuidado en las escenas a bosque abierto), por otros momentos parece casi amateur (quizás por un comienzo que peca de parecer un vídeo de YouTube). Si a ello le sumamos cierto envoltorio que no deja de ser un panfleto ecologista en ocasiones poco sutil, la moraleja final del filme puede verse algo empañada.
Aún así la cinta consigue añgunos buenos picos de tensión, y el ambiente cercano y de compromiso que logran el grupo de actores que forman la organización 'The East' cuando están juntos, muestra un compañerismo del que es difícil no sentir simpatía.
Todo ello, sumado a una clara marcha a favor del medioambiente y una ambigüedad moral que va oscilando entre los diferentes protagonistas, consiguen que el largometraje cumpla con lo que promete, y sin ser la película del verano, logre ser entretenida, aunque es mucho más atractiva para todo aquel espectador más concienciado con el cuidado del planeta Tierra.