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CRÍTICA

'The Guilty': La centralita de la redención

Crítica de 'The Guilty', la ópera prima del danés Gustav Möller. En cines a partir del 23 de noviembre.

Por Javier Parra González 23 de Noviembre 2018 | 12:15

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Apostando por el minimalismo y habiendo triunfado en Sundance, donde se hizo con el Premio del Público en la categoría Drama (World Cinema), llega desde Dinamarca una de las óperas primas más destacables del año, y lo hace convirtiendo a Jakob Cedergren en la estrella de una función a la que pocas réplicas interpretativas le hacen falta.

Seleccionada para pasar a formar parte de los títulos nominados a la Mejor Película de Habla No Inglesa para la 91 edición de los Oscar, 'The Guilty' viene a ser un claro ejemplo de que las buenas ideas apoyadas en un guion solvente, no tienen porqué ir asociadas a un presupuesto desorbitado.

The Guilty

En la línea de otros títulos con una única interpretación en la que apoyarse, no han sido pocos los que han comparado el debut cinematográfico de Gustav Möller con películas que ya han pasado a la historia, como 'Buried (Enterrado)' de Rodrigo Cortés o 'Locke' de Steven Knight. En el primero, asistíamos a la enervante cuenta atrás para que un Ryan Reynolds enterrado vivo intente hallar una forma de sobrevivir a su cautiverio. En el segundo, era Tom Hardy quien, en un viaje nocturno en coche servía para desvelarnos una historia repleta de secretos que venía a ser un drama psicológico de trasfondo laboral, abordaba temas como la infidelidad y la culpa a través de una serie de conversaciones telefónicas.

Cedergren se convierte en 'The Guilty' en Asger Holm, un policía que, debido a una irregularidad en su forma de trabajar, ha sido relegado temporalmente de su puesto. En la condena que él cree estar viviendo sentado ante una centralita telefónica respondiendo llamadas de emergencias, Holm encontrará su propia redención con los fantasmas de su pasado y con él mismo, cuando reciba la llamada de auxilio de una mujer que dice haber sido secuestrada.

The Guilty

Se conjugará a partir de entonces un diálogo entre el protagonista, la víctima y el supuesto agresor, donde los satélites que engloban a los tres irán conformando, gracias a sus respectivas aportaciones a través de la línea telefónica, un puzle en el que no todo es lo que parece y que, a medida que parezca irse resolviendo, hará que el hombre despojado de su honor consiga redimirse por completo.

La ira y la desesperación serán entonces dos de los calificativos que bien podrán definir lo que realmente mueve a este hombre, quien como si de una pieza teatral se tratase, consigue inducir a una especie de hipnosis colectiva a quienes se atrevan a vivir la experiencia de noventa minutos con la que Möller se presenta al mundo.

The Guilty

One Man Show

'The Guilty' no necesita recurrir a grandes presupuestos ni tirar de ingenio en cuanto a la presentación del espacio en el que se desarrolle su trama. Es por ello que se convierte en un ejemplo de one man show de los que tienden al menos es más, en la línea de los títulos protagonizados por Reynolds y Hardy antes citados, y no en la línea de otros ejemplos que suelen ir adscritos a otro subgénero como viene a ser el survival, y que también ha dado grandes ejemplos de personajes en los que casi la totalidad de la trama se apoya en ellos, véanse casos como los de Sandra Bullock en 'Gravity' o Tom Hanks en 'Náufrago'.

Por si fuera poco, y además de haberse metido a la crítica (y al público) de media Europa en el bolsillo, el debut de Möller no solo supone un golpe sobre la mesa para llamar la atención de las productoras de medio mundo, sino que vuelve a dejar claro que la danesa, sigue siendo la factoría cinematográfica del norte de Europa más interesante de los últimos años, y 'The Guilty' es tan solo una muestra más del enorme talento que nos llega cada año desde allí.

Nota: 7

Lo mejor: Cómo Cedergren consigue atraparte desde su primera aparición en plano.

Lo peor: Que pese a que lleve a sorpresas de guion, estas no logren impactar como deberían y acaben diluyéndose en la intensidad del drama del protagonista.

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