Aquellos que disfrutan del crudo realismo de las películas basadas en hechos reales tanto como de una buena comida se encuentran con la guinda del pastel en 'The Immortal Life of Henrietta Lacks'. La película cuenta exactamente lo que quiere contar y va al grano desde el primer minuto de la cinta, sin distraernos de la historia principal. No existe mejor manera de homenajear la vida de una mujer que fue ocultada al mundo, y cuya familia fue engañada y apartada, relegándolos a un sufrimiento que se añadía al dolor de la pérdida.
'The Immortal Life of Henrietta Lacks' cuenta no sólo con una gran historia que narrar, sino con un genial elenco encabezado por Rose Byrne y Oprah Winfrey. La conocida presentadora de televisión estadounidense presenta una imagen raramente conocida por la audiencia, mostrándose con un aspecto áspero y poco cuidado, algo completamente opuesto a la usual apariencia arreglada de la actriz. Pero la caracterización no lo es todo. Winfrey sabe brillar con luz propia. La actriz interpreta a Deborah Lacks, la hija de Henrietta Lacks, quien gracias a la singularidad de sus células, capaces de multiplicarse fuera del organismo, significaron un antes y un después en la investigación científica, llegando a salvar miles de vidas: el HeLa. Sin embargo, esta prodigiosa mujer murió a causa del cáncer que la devoraba por dentro. Debido a un vacío legal, el laboratorio pudo ocultar la identidad de Henrietta, para poder así llevarse todos los beneficios y los méritos. Su familia, que fue engañada y discriminada, siguió luchando por conocer la verdad sobre el caso de su madre, en especial su hija Deborah. Rebecca Skloot, una periodista investigadora, se ha marcado como objetivo contar la realidad de los acontecimientos al mundo en un libro, y crear una fundación, por lo que acompañará a la familia Lacks, y acabará viviendo en su propia carne el sufrimiento y el dolor que la tragedia y la codicia humana dejan a su paso.
La inmortal Henrietta Lacks
Acompañada por una sencilla pero poderosa banda sonora, la película destaca por la fuerza de sus personajes femeninos. Estas mujeres jamás se dan por vencidas, jamás dejan de luchar, y protegen sus juramentos por encima de todo. Cada personaje tiene su propia historia y sus propios objetivos, por lo que ninguno queda descolgado ni se deja atrás. Los acontecimientos van escalando en intensidad a medida que transcurre la película de forma cautivadora, pero acaba pecando de excesiva. Lo que podría haber sido un sencillo pero efectivo drama se convierte en un esperpento en algunas escenas que resultan forzadas y poco creíbles. Aunque Oprah Winfrey sabe estar a la altura de dichas secuencias y realiza una memorable interpretación en su carrera, acaba cayendo en una sobreactuación innecesaria en determinadas situaciones, llevando a momentos que hacen que parezca que contar la historia no es tan importante como su intención de resarcirse como actriz. En cuanto a lo que al resto del reparto respecta, el sufrimiento y el dolor son reflejados en su justa medida, logrando transmitir una sensación de humanidad y realismo envolventes.
Por otro lado, cabe destacar de esta película de HBO también implica una sustancial crítica social, en este caso, acerca de los inhumanos experimentos sin consentimiento por parte de las instituciones científicas de los años 50. La misión que el libro de Rebecca Skloot abanderaba también se imprime en cada escena de esta obra, ensalzando la lucha de Deborah por descubrir la verdad y dejar constancia del lado más humano de su madre. Es por eso que la película realiza un gran acierto al mostrarnos secuencias de Henrietta Lacks tanto como sujeto de terribles experimentos como de sus etapas más tiernas. Su desgarrador y truculento pasado se mezcla con sus momentos más felices y vivos a través de una sublime edición tan sencilla como eficaz.
Es una verdadera lástima que todos estos puntos fuertes de 'The Immortal Life of Henrietta Lacks' queden enterrados por un desmesurado dramatismo cuyo único objetivo es que Oprah Winfrey pueda lucirse y que termina forzando la credibilidad de su personaje. Es un egoísmo muy común en el cine, y que produce un especial daño en las películas basadas en hechos reales. Sin embargo, y aunque la película no vaya a ninguna parte (ni lo pretenda), ni tampoco sea una obra maestra, cuenta una interesante historia que para nada sobra y que sólo puede enriquecernos.
Nota: 7
Lo mejor: Lo bien contada que está la historia a través de la dirección, la edición y su reparto
Lo peor: Los momentos "quiero ganar un premio" de Oprah Winfrey.