Ryan Murphy sabe que estás harto de dramas este año. Vale, 'The Prom' estaba en marcha antes de que supiéramos la que se nos venía encima. Luego sí le pilló la pandemia, y no pudieron terminar de rodarla hasta finales de julio. Pero lo importante es que les dio tiempo a terminarla para que concluyamos un año muy poco festivo con un buen musical, de los de gigantescos números de canto y baile, frivolidad y sí, un poco de corazón. Es lo más cerca que Murphy ha estado de resucitar 'Glee'. Y es justo lo que necesitábamos.
'The Prom' está basada en el musical de Broadway con el mismo título. Chad Beguelin, guionista y letrista de la obra, se encarga de firmar el guion de la película junto a Bob Martin, y Ryan Murphy se sienta en la silla de director. La historia se centra en un grupo de estrellas de Broadway venidas a menos que viajan hasta una pequeña ciudad de Indiana para ayudar a Emma, una chica que quiere llevar a su novia al baile de graduación de su instituto, pero que la asociación de padres se lo ha prohibido. Puede sonar muy altruista, pero estos artistas lo único que buscan es mejorar su reputación.
Empecemos dejando claro que 'The Prom' es una celebración absoluta del teatro musical. Así que si no soportas las películas en las que la gente rompe a cantar o se marcan elaborados números en la fuente de un centro comercial, deja de leer y busca otro título en Netflix. Porque, como ya lo era 'Glee', 'The Prom' es un homenaje a los "theatre kids" hecho por "theatre kids". Aunque los personajes de Meryl Streep o James Corden hayan sido estrellas de Broadway, tienen ese punto de inadaptados que tenían Rachel Berry y los demás, de frikis e incomprendidos. Pero que simplemente tienen una pasión desbordante por las artes, por el canto y el baile. Y esa pasión es contagiosa. Aunque la serie de Fox tenía números musicales muy elaborados, Murphy aprovecha el presupuesto Netflix para hacer escenas llenas de luz, color, movimiento y energía. Quién nos iba a decir que veríamos un número musical en un espectáculo de camiones monstruo, por ejemplo.
Meryl Streep, Andrew Rannells y Nicole Kidman despuntan en las escenas más locas. Streep se divierte como nunca con Dee Dee Allen, una diva "over-the-top" que tiene un momentazo en 'It's Not About Me'. Para sorpresa de nadie, la actriz le da muchísima profundidad con su interpretación y vemos su vulnerabilidad y su ego que busca curar sus heridas. Murphy dirige muy bien a sus actores, era fácil que sacara oro de una caja de caudales como ella. Lo mismo pasa con Kidman, que despierta su lado más Satine en un número inspirado en Bob Fosse y también aprovecha para desmelenarse en toda la película, que falta le hacía. Andrew Rannells era valor seguro con su experiencia en teatro, y su canción en el centro comercial es maravillosa.
Mucho se ha dicho de James Corden y su papel como Barry Glickman, un hombre gay que, al igual que Dee Dee, no es muy popular en el mundillo. He de decir que no me molestó tanto su interpretación como a la prensa americana, aunque su acercamiento a Cam de 'Modern Family' a veces si resulta algo irritante. Mi problema está con la decisión de poner ahí a James Corden. 'The Prom' tiene un mensaje de inclusión y de empoderamiento LGTBQ en el centro de la trama, y sin embargo han decidido dar posiblemente el papel adulto más importante de la película, y el que más significado tiene precisamente con esos dos mensajes, a un hombre heterosexual. Que habrá demostrado de sobra su solvencia como actor de musicales, pero no da la talla en lo que a sentimiento se refiere, y aunque sea un debate demasiado manido, parte de ello es porque él no ha estado en esa situación de discriminación no por su físico o por su personalidad, sino por cómo es y por quién se siente atraído. Resulta bastante decepcionante que en una película como esta, que en general consigue enviar el mensaje que se propone, acabe patinando por cosas como esta o por detalles como que antes de que veamos un beso LGTBQ vemos uno heterosexual (uno que, además, da un poco de cringe).
Actriz revelación
Por suerte, el alma de 'The Prom' rebosa de talento y carisma en forma de Jo Ellen Pellman, la verdadera protagonista de esta historia. La joven protagoniza esa típica historia de casting multitudinario en el que acabó imponiéndose a decenas de candidatas, pero en este caso se entiende que la eligieran a ella. Tiene ese punto "rarito" que la habría hecho una alumna perfecta del McKinley, una voz alucinante y una química estupenda con todos los personajes. Es capaz de defender canciones más llamativas y temas más emocionales. Ojalá tenga una prolífica carrera después de esta película. Su compañera de viaje es Ariana DeBose, que cuenta con experiencia en musicales como 'Hamilton' o 'A Bronx Tale', y que en 'The Prom' hace de Alyssa Greene, novia de Emma, que todavía no ha dado el paso de sincerarse con nadie sobre su sexualidad. Aunque de voz es sobresaliente, la película no le da tiempo para desarrollar mucho su personaje.
Este año nos ha arrebatado muchas cosas, como precisamente la oportunidad de disfrutar de un buen musical en el teatro o, para lamento de toda una promoción, las fiestas de fin de curso. 'The Prom' nos recuerda precisamente que ya no podemos juntarnos a bailar y cantar en multitudes (o simplemente celebrar nada), pero lo hace con un optimismo y con una alegría que consigue que se nos olvide durante dos horas lo que hay fuera. Aún con todos los excesos de Ryan Murphy, que por supuesto siguen ahí, 'The Prom' logra ser una película divertida, buenrollera y que grita alto que el mundo es mucho más luminoso cuando todos tenemos sitio en él. Es de esas películas que todo el que es o fue adolescente LGTBQ y no pudo declararse a la persona que le gustaba (y por supuesto no la invitó a bailar agarrados en ninguna fiesta) habría deseado poder ver en los momentos más oscuros. Netflix sigue apostando por historias diversas y por la normalización de personajes de todo el arcoíris, y eso hay que aplaudirlo. Sobre todo si lo hacen con un musical que nos consigue poner una sonrisa y acaba convirtiendo nuestro salón en la fiesta que tanto nos merecemos después de todo esto.
'The Prom' se estrena en Netflix el 11 de diciembre.
Nota: 7
Lo mejor: El chute de energía y luminosidad de muchos números musicales. El desmelene de Meryl Streep y Nicole Kidman. Ojalá Jo Ellen Pellman haya venido para quedarse.
Lo peor: Empañar el importantísimo mensaje de la película con detalles como James Corden.