Dwayne Johnson, más conocido como The Rock, está en la cima de su carrera. En estos momentos es una de las mayores estrellas de Hollywood y uno de los reclamos más infalibles para la taquilla en todo el mundo. No sabemos de dónde saca el tiempo, pero no para de estrenar películas, y casi todas se convierten en taquillazos. Recientemente lo hemos visto en la muy exitosa 'Jumanji: Bienvenidos a la jungla' y en la disparatada 'Proyecto Rampage', pero Johnson quiere llegar todavía más alto, y para ello se sube a 'El rascacielos', una impresionante estructura de más de 200 plantas.
Rawson Marshall Thurber ('Somos los Miller') dirige a La Roca en una trepidante aventura de acción en la que el monumental y carismático actor se pone en la piel de Will Sawyer, un veterano de guerra y ex agente del FBI especializado en el rescate de rehenes que, tras un accidente, se dedica a evaluar la seguridad de los rascacielos. Sawyer viaja a Hong Kong para supervisar el funcionamiento del edificio más alto y seguro del mundo, creación de un ambicioso y visionario multimillonario que ha concebido la estructura como la ciudad vertical más impresionante de la historia. Cuando una de las plantas se incendia, Sawyer debe adentrarse en el edificio para salvar a su familia, que se encuentra atrapada dentro del rascacielos en llamas.
'El rascacielos' es a todas luces un nuevo vehículo de lucimiento para Johnson, además de una película abierta y descaradamente orientada al poderoso mercado chino y diseñada a medida para la taquilla estival, tradicionalmente reservada a superproducciones destinadas a funcionar como escapismo para una audiencia que busca desconectar. 'El rascacielos' sería el equivalente cinematográfico a la montaña rusa más loca del parque de atracciones, y eso es justo lo que le pedimos. Ni más ni menos.
Entre la acción noventera y el cine de catástrofes
'El rascacielos' es un thriller de acción al estilo del cine testosterónico de los 80 y los 90. La comparación con 'Jungla de cristal', el influyente actioner protagonizado por Bruce Willis, es tan oportuna como inevitable. Las similitudes entre ambas películas saltan a la vista, aunque 'El rascacielos' se distancia de la de John McTiernan en su espectacularidad y situaciones rocambolescas, que la acercan más al cine de catástrofes en la línea de la también muy similar 'El coloso en llamas' y cintas más recientes de Johnson como 'San Andrés' y 'Proyecto Rampage', con las que, intencionadamente o no, forma una trilogía "disaster".
En 'El rascacielos' no falta ninguno de los clichés del cine de acción de los 90: el héroe honesto y (sobre)humano que debe salvar a su familia, el villano "extranjero" (en este caso no es ruso ni alemán, sino escandinavo), el sistema de seguridad que falla (aquí también hay mucho de 'Parque Jurásico'), los previsibles giros de guion (si un bueno parece malo, es malo), ¡hasta el niño con asma! Pero aquí hay una novedad importante: el personaje de Johnson perdió una pierna en su anterior trabajo y lleva una prótesis, lo que hace que sus hazañas físicas en el rascacielos (y fuera de él) sean aun más inverosímiles.
Otra diferencia destacable es el rol que desempeña la mujer en la historia. En este caso, tenemos a Neve Campbell ('Scream. Vigila quién llama'), rescatada del olvido noventero para dar vida a la esposa de The Rock, una cirujana militar con una también muy oportuna diplomatura en chino. El papel de la mujer en este tipo de producciones suele estar relegado al estereotipo de la víctima que espera a ser salvada por el héroe, pero en este caso, el personaje de Campbell se niega a ser un agente pasivo. Es valiente, guerrera, tiene recursos y toma cartas en el asunto, entrando en acción para proteger a sus hijos, enfrentándose a los villanos (concretamente a otra mujer, la taiwanesa Hannah Quinlivan), arriesgando su vida, y el última instancia, jugando un papel esencial en la resolución de la historia. El héroe hipermasculino sigue siendo el protagonista, pero al menos la mujer no se queda quieta y gana terreno.
Entretenimiento para apagar el cerebro y disfrutar
'El rascacielos' es puro cine de evasión. Un espectáculo pasado de rosca en el que cada escena supera en inverosimilitud a la anterior, donde las leyes de la física no existen y el héroe, que más que en una película parece estar compitiendo en 'Ultimate Beastmaster', hace lo imposible y realiza las acrobacias más demenciales ¡con una pierna protésica! Y tú lo aceptas porque es La Roca.
Pero es que pedirle otra cosa a 'El rascacielos' sería más absurdo de que la película en sí. No tomársela muy en serio es esencial para disfrutarla (aunque lo cierto es que ella sí lo hace la mayor parte del tiempo), sobre todo durante su recta final, en la que solo diremos que, de alguna manera, Johnson acaba empuñando una espada. Esa propensión a desafiar la lógica genera situaciones verdaderamente ridículas que parecen salidas de una parodia, pero también absolutamente divertidas, siempre que uno sea consciente en todo momento del tipo de película que está viendo.
Y es que, por muy disparatada que llegue a ser, 'El rascacielos' no da lugar al aburrimiento. El ritmo no baja, la historia no para de avanzar y las escenas de acción, que están excelentemente ejecutadas, disparan la adrenalina y provocan auténtico vértigo. Johnson sabe exactamente lo que quiere su público y se lo da, un crowd-pleaser ideal para el verano que no es precisamente una delicatessen cinematográfica, pero llega a lo más alto del cine de palomitas, que es a lo que aspira.
Nota: 6
Lo mejor: Las escenas de acción y los efectos visuales. La película realmente acelera las pulsaciones.
Lo peor: Que no tiene una sola idea original.