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CRÍTICA

'The Vigil': Expiando los fantasmas del pasado

Crítica de 'The Vigil', dirigida y escrita por Keith Thomas. Protagonizada por Dave Davis y Lynn Cohen. Mostrada en la 44ª edición del Festival de Cine de Toronto.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 9 de Octubre 2020 | 09:10
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Con una nueva ola de cineastas consolidada que ha logrado que el cine de terror haya sabido reinventarse y reclamar su lugar entre la crítica y el público, van llegando propuestas innovadoras y sugerentes, como es el caso de 'The Vigil', ópera prima de Keith Thomas y que toma como referencia las antiguas tradiciones judías, una apuesta pocas veces vista en ficción, con la que el debutante se atreve a explorar la parte más tenebrosa de la religión semita.

The Vigil

La propuesta saca el lado más espeluznante del ritual Shemira, que consiste en velar por el cadáver de un ser querido antes de su sepultura. El encargado de proteger el cuerpo del difunto es un shomer (en el caso de que sea varón) o shomeret (en el caso de que sea mujer). Bajo esa premisa, Thomas configura un relato con una puesta en escena austera, con la que aprovecha para introducirse en el terror más elemental, al estar la cinta ambientada en la noche en la que un joven descreído acepta cuidar de un finado.

Thomas acierta en apostar por una producción austera y a regresar a los elementos clásicos del terror, oscuridad, ruidos de puertas y cristales rotos y espíritus que no descansan en paz. Ahí, el cineasta introduce otra figura del folclore judío, el Dybbuk, un espíritu maligno capaz de poseer a otras criaturas y que se piensa que es el alma en pena de un fallecido. Esto es novedoso para el cine de género, habituado a sacerdotes católicos que son exorcistas, a cruces para combatir a fantasmas y a monjas poseídas por demonios.

The Vigil

Una premisa original que no llega a buen puerto

No obstante, cierto es también que, lo que hubiera podido ser una producción austera y bien llevada, en la que la principal trama son los traumas del pasado del protagonista, acaba siendo una película que no sabe qué quiere ser. Por un lado, apuesta por lo sobrenatural pero, por otro, deja a entender que es un filme de terror psicológico, como si de una producción japonesa se tratase. En esa ambigüedad, Thomas se pierde. Tampoco ayuda que abuse de recursos tradicionales del terror, como ver extremidades contorsionándose o huesos que crujen; así como también la aparición de elementos que el director, que también firma el guion, muestra para, luego, o no utilizarlos o mostrarlos casi como si de un cameo se tratase.

'The Vigil' es una buena idea, pero parece más el borrador de una propuesta con mayor ambición. La expiación de los pecados y el peso emocional del protagonista se alargan para una trama que, desafortunadamente, no sabe sacar provecho de lo austero y teatral de su escenografía. No obstante, es interesante ver una nueva vertiente en el cine de terror, que introduce las tradiciones judías en una ecuación en la que parecía que no tenían cabida. Por eso lado, bien merece esperar a una segunda cinta del cineasta que, quizás, logre pulir los defectos de su debut.

Nota: 5

Lo mejor: El conocer elementos terroríficos de la tradición judía.

Lo peor: Es una película de terror que no sabe qué quiere ser, tampoco ayuda el abuso de elementos clásico del género.

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