El Humanidad y su ingenio son capaces de abarcar lo inimaginable. Aquellos genios soñadores contemporáneos como Pierre Levasseur, los hermanos Wright, Alberto Santos-Dumont o Ferdinand von Zeppelin, cuyas historias pertenecen actualmente a los libros de Historia, aunque no gozan de la popularidad que mereciesen. Es el caso del explorador noruego Roald Amundsen y el ingeniero aeronáutico italiano Umberto Nobile, los cuales se embarcaron juntos en una expedición a la conquista del Polo Norte.
Esto es lo que refleja 'Titina', ópera prima de la noruega Kajsa Næss, quien coescribe el guion de la cinta junto con Per Schreiner. Cinta de animación de espíritu didáctico, que busca narrar la pericia de Nobile y Amundsen, así como se produjo su enemistad (fruto de malentendidos) y una reconciliación fallida por el destino. Todo mostrado a través de los ojos de la perrita que da nombre a la película. Can real, dado que hay una amplia colección de fotografías y vídeos que atestiguan que el terrier hembra acompañó a su dueño, Nobile, en la expedición, se trata de un personaje entrañable que logra que el público conecte con el film.
El amor y la lealtad de Titina con Nobile es digna de admiración y Næss sabe retratarla con esmero. De hecho, la forma en la que muestra el cariño que sentía por su dueño recuerda al que plasmaba Anca Damian en 'Las vidas de Marona'. Con un estilo de animación tradicional clásico que le dota de cierto espíritu añejo y que remarca su enfoque histórico, al más puro estilo 'El techo del mundo' de Rémi Chayé o '¿Dónde está Anna Frank?' de Ari Folman, con cierto toque que recuerda al estilo de Sylvain Chomet también; es esa animación la que permite adentrarse en un universo fascinante de globos dirigibles y aeroplanos, en los que el Humano buscaba conocer y dominar los rincones más recónditos de la Tierra.
Una aventura histórica formidable y con un destacable espíritu didáctico
Combinando secuencias de animación con otras reales que sirvieron para documentar la expedición, 'Titina' se disfruta como clásica película de aventuras, en la que es imposible no mirar el trasfondo belicista que existía en ese momento, en plenos años 20, con el ascenso del fascismo en Italia y las luchas obreras que vivía Noruega en ese momento. Con un escenario complicado, la cinta sabe poner el foco en la mirada aventurera de sus protagonistas y en su lucha de egos.
Como crónica histórica y didáctica para los niños, 'Titina' funciona. Lo hace gracias a unos personajes carismáticos, desde la pequeña perra Terrier hasta Nobile y Amundsen. Næss sabe aprovechar las diferencias culturales e idiomáticas tanto en su vena humorística como en la más dramática. Por otro lado, muestra cómo, incluso en la enemistad, creció una admiración mutua entre el noruego y el italiano y cómo ese lazo fue más fuerte que cualquier lucha de egos, hasta el punto de que la cinta muestra la prematura muerte de Amundsen, el cual fue uno de los muchos científicos, ingenieros y pilotos escandinavos que fueron en busca de Nobile cuando éste y su equipo se quedaron varados en medio del Ártico en una nueva expedición.
'Titina' es un formidable filme de carácter histórico sobre la amistad y el poder de querer cumplir sueños aparentemente inimaginables. Un tributo a esos genios que buscaron romper las líneas del límite. Todo con un enfoque familiar que conquista gracias a una animación que vuelve a recordar el poder de lo tradicional frente a lo digital. Fascinante.