El cine europeo está de enhorabuena. En un momento en el que las salas de cine luchan por sobrevivir y cada vez programan menos variedad de estrenos, una pequeña película noruega ha conseguido hacerse su hueco dentro de nuestras fronteras. Se trata de 'Todo el mundo odia a Johan', comedia negra del director debutante Hallvar Witzø que llega a los cines de nuestro país de la mano de Avalon.
La cinta recoge la vida de Johan Grande, un excéntrico hombre que habita en un pequeño pueblo aislado en Noruega. Hijo de dos locos artificieros comunistas durante la Segunda Guerra Mundial y consecuentemente huérfano desde que era niño, Johan solo intenta hacerse un hueco en una sociedad que le repudia. Su objetivo vital es conquistar a Solvor, el amor de su vida. Pero su heredada afición por los explosivos y su incapacidad para adaptarse se convierten en dos grandes obstáculos contra los que chocará una y otra vez.
Al adentrarse en 'Todo el mundo odia a Johan' hay que tener claro que la comedia noruega tiene su propia idiosincrasia. Y en la cinta, pese a que es ciertamente accesible para todo tipo de públicos, esa personalidad escandinava está presente. Witzø lanza los chistes con menor asiduidad de lo que se espera en un filme de este género. Pero cuando consigue colar uno de ellos, generalmente lo hace de una manera muy abrupta, rocambolesca y divertida.
Al final, el hecho de que el protagonista pueda ser descrito como un pobre y tierno desgraciado juega a favor de obra. Cada vez que parece que va a levantar cabeza, él mismo o el universo le mete en un nuevo marrón que le hace la vida un poco más imposible. Y tiene mucha gracia, sí. Pero, a su vez, el drama que se esconde detrás va ganando terreno poco a poco.
Chistes que esconden lágrimas
Ocurre con especial asiduidad cuando la historia de desamor entre Johan y Solvor se hace presente en la pantalla. Todo es un gracioso juego de niños hasta que las miradas de los personajes se han tornado tan tristes que ya es imposible dar marcha atrás. Para entonces, el sutil juego de 'Todo el mundo odia a Johan' ya ha hecho mella y el corazón que existe en ella lo ha impregnado todo.
Es de aplaudir la labor del guion para levantar y mantener firme una historia que, en realidad, no deja de ser el clásico desarrollo de un hombre al que le ocurren una serie de catastróficas desdichas. El fondo de la trama no tiene nada particularmente original, pero se ve con gusto. Witzø, como director, se encarga de que la maquinaria mire siempre hacia adelante con una dirección poco arriesgada pero efectiva. Y efectista, puesto que visualmente los paisajes son maravillosos. Esto, unido a un reparto convincente, hacen que 'Todo el mundo odia a Johan' se convierta en una agradable sorpresa.
En resumen, 'Todo el mundo odia a Johan' es una propuesta interesante. No pasará a la historia del género de la comedia, ni entrará dentro de las listas de películas noruegas imprescindibles. Pero para quien busque una historia simpática, alejada del blockbuster habitual y con bastante corazón detrás, encontrará en ella un dulce caramelo con el que echar el rato en el cine entre carcajadas y momentos de potencia dramática notable.
Nota: 6
Lo mejor: La profundidad y el corazón detrás de su excéntrico personaje.
Lo peor: No propone nada que no se haya visto antes.
