No es extraño que, de tanto en tanto, los grandes estudios intentan realizar revivals de sus grandes personajes. El año pasado mismo, llegó a salas '¡Scooby!', una adaptación moderna de 'Scooby-Doo'. No hay que olvidar las películas en 3D de 'La abeja Maya', las dos últimas cintas de 'Astérix' o el próximo estreno de 'D'Artacán y los tres Mosqueperros', previsto para septiembre de este año. Ahora es el turno de dos viejos conocidos de Hanna-Barbera: 'Tom y Jerry'. El gato y el ratón de Hanna-Barbera vuelve a la gran pantalla tras su primera incursión en 1992.
A diferencia de lo sucedido con '¡Scooby!', el cual fue un reboot en animación en 3D, o en las dos entregas de 'Don Gato y su pandilla', una en animación tradicional y otra en 3D, el reboot de 'Tom y Jerry' combina imagen real con animación tradicional, lo que la enlaza con '¿Quién engañó a Roger Rabbit?', 'Space Jam' o 'Looney Tunes: De nuevo en acción'. La apuesta de esta combinación es arriesgada, no ha sido muy habitual y los resultados, quitando a la cinta de culto de 1988, no han sido muy apoyados por la crítica.
Y es que la combinación de ambos formatos no es sencilla. En el caso de 'Tom y Jerry', los creadores han optado por convertir a todos los animales en figuras de animación tradicional. El resultado es un tanto curioso, puesto que eso incluye aquella comida que está hecha con animales, como el pescado o la carne. Pero, más allá de eso, lo cierto es que, al menos durante su primera mitad, la cinta tiene una serie de situaciones que carecen de lógica.
'Tom y Jerry' y su gran boda india
Se supone que el filme debe narrar cómo se conocieron y cómo surgió la rivalidad entre el gato y el ratón más famosos del cine y la televisión. Sin embargo, al final, su historia termina en un segundo plano, en pos de darle protagonista a Chloë Grace Moretz, cuyo personaje no provoca nada de empatía, debido a una actitud y unas acciones poco éticas. Además, el apostar por su trama provoca que lo que apuntaba a una disparatada comedia familiar entre en el terreno de las comedias románticas. Un hotel, una boda, Nueva York.
Es cierto que el filme funciona mejor cuando se centra únicamente en Tom y Jerry y en su visceral animadversión. Sin embargo, todo lo que le rodea, produce la sensación de estar viendo una de esas películas románticas de los 2000 como 'Sucedió en Manhattan' o '27 vestidos', con el toque étnico de 'Bodas y prejuicios'. Y, por supuesto, la mezcla no es buena. Una oportunidad fallida para recuperar a dos de los personajes más icónicos de Hanna-Barbera, que hacen que la cinta de animación que protagonizaron en 1992 sea recordada con más cariño y nostalgia, a pesar de no ser notable precisamente.
Nota: 5
Lo mejor: Los gags y el humor slapstick de Tom y Jerry permanecen intactos.
Lo peor: Quedan eclipsados por una trama predecible, aburrida y digna de producciones de Hallmark.