El biopic se ha convertido en un tipo de subgénero en el que se puede realizar una película alejada de los cánones ya establecidos, véase 'Jackie' de Pablo Larraín, o rendir tributo a la figura que retrata de una manera tópica pero respetuosa tanto para la figura que retrata como para el público, como es el caso de 'Tom of Finland', película dirigida por Dome Karukoski, protagonizada por Pekka Strang y que narra la vida del mítico artista que dibujó porno gay e imágenes homoeróticas.
La película sigue la vida del artista desde su juventud, cuando estuvo en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, hasta su cénit como icono gay y símbolo de la iconografía homoerótica. Perseguido desde su juventud por su orientación sexual, la película se adentra en los aspectos más oscuros del artista, en cómo debía relacionarse a escondidas con otros hombres, a cómo canalizó sus deseos en crear imágenes de grandes tipos musculosos, vestidos de cuero, de uniforme y en una unidad extremadamente masculina.
La vida detrás del artista
Lo primero que hay que tener en cuenta, es que 'Tom of Finland' es un biopic canónico y políticamente correcto. Partiendo de esa base, la película puede disfrutarse, puesto que es más un homenaje a la vena activista por los derechos de los gays del ilustrador, ya que la cinta pasa muy por encima por los aspectos más sórdidos de la vida sexual del dibujante. Porque la película narra más la vida de Touko Valio Laaksonen que la de Tom de Finlandia. Teniendo en cuenta eso, la película es una digna producción para el mismo tipo de público que disfrutó con 'Mi nombre es Harvey Milk'.
La cinta se toma muy en serio su labor activista, al mostrar la fuerte represión que vivió el protagonista, estupendamente interpretado por Pekka Strang, que hizo de él un tipo completamente oprimido y cercano al bloqueo sentimental. El filme acierta al mostrar que el cruising en los parques, en los baños, en todo aquel lugar oscuro, no era tanto por morbo sino más por necesidad, siendo aquellos lugares los únicos sitios donde los hombres podían intimar con otros hombres.
Políticamente correcta
En medio de tanta opresión surge su labor artística y su nombre como Tom de Finlandia. Su obsesión por una imposible masculinidad ciclada y su fetichismo por el cuero y los uniformes queda muy bien explicada. Además, también se ve al dibujante preocupado por la llegada del sida a la comunidad y la dura represión que sufrió por ello. El mensaje activista queda claro y hace que la cinta funcione correctamente y sea una buena película. Ahora bien, el que se haga una película para grandes audiencias de una figura marginal del colectivo LGTB hace que se pierda la verdadera esencia transgresora de Tom de Finlandia, la pornografía que dibujó se ve a duras penas, al tener una vida que el fallecido R.W. Fassbinder o John Waters hubieran retratado muchísimo mejor, sobre todo al criticar durante a la burguesía. Quizás François Ozon hubiese realizado una versión actualizada con el toque canalla e incorrecto propio de Tom de Finlandia.
Con todo, 'Tom of Finland' es una buena película para masas, ideal para acercar a nuevas generaciones y a los que desconocen la obra de este importante artista de la cultura urbana LGTB. Para los seguidores de su obra y figura, la cinta se quedará muy corta aunque lo perdonarán por su fuerte sentido activista y porque, fuera de eso, se trata de una producción digna de verse.
Nota: 7
Lo mejor: Su labor activista para mostrar la realidad que muchos jóvenes gais desconocían de sus antepasados.
Lo peor: Sacrificar la parte incorrecta y transgresora de la obra del icónico artista.