Allá por 1996 llegaba a PC y consolas toda una revolución en videojuegos: Lara Croft. La primera gran heroína de los píxeles marcó el camino de las aventuras en tercera persona, y también supuso que, en un mundo dominado por hombres, una mujer se alzase con la corona. Había nacido un icono pop, y era cuestión de tiempo que algún estudio se hiciera con los derechos y llevara a Lara a la gran pantalla. Lo hizo Paramount con Angelina Jolie en el que fue posiblemente el casting más lógico de la historia. Pero si echamos la vista atrás, esa Lara Croft de proporciones imposibles y una actitud afilada que nunca descansaba parece haberse quedado algo desfasada. Era hora de pulsar el botón de "actualizar".
En los videojuegos lo hizo en 2013. Se llamó de nuevo, simplemente, 'Tomb Raider'. Su protagonista seguía siendo Lara Croft, pero no era la que conocíamos. Era más joven, con un físico más real, no se había enfrentado jamás a una aventura y, realmente, estaba muy verde. Y esa es la Lara Croft que nos encontramos en el reboot cinematográfico protagonizado por Alicia Vikander, que adapta en gran medida ese reinicio de los videojuegos, a diferencia de las películas de Jolie que iban totalmente por libre de la historia pixelada. En la película, como en el juego, Lara encuentra una pista del posible paradero de su padre, que desapareció siete años atrás, en una isla perdida cerca de la costa de Japón. Yamatai es, según la leyenda, el lugar de reposo de la reina Himiko, considerada algo así como la diosa de la muerte. Encerrada contra su voluntad, se dice que si se libera podría desatar un peligro enorme para la humanidad. Detrás de Himiko está La Trinidad, una misteriosa empresa con ánimo de dominar el mundo. El padre de Lara, al parecer, quería adelantarse para que Himiko no cayera en malas manos.
La primera sorpresa que me encuentro al ver 'Tomb Raider' es que, como ya he dicho antes, Roar Uthaug, su director, ha preferido hacer una adaptación bastante cercana al videojuego, por lo que si os gustó esa aventura es bastante probable que os convenza la película. Quizás no es tan rompedor como lo que hicieron con las de Angelina Jolie, pero ya vimos que no terminaron de acertar con lo que buscaban los fans, así que el jugar sobre seguro parece la opción más lógica. Evidentemente, una consola y una pantalla de cine son medios totalmente distintos y la forma de narrar es también muy diferente, y aquí hay decisiones que me convencen más y me convencen menos. Sí me convence la primera parte, que diríamos que es inédita en los videojuegos, en la que nos presentan a Lara en su día a día en Londres. Gracias a estas primeras escenas se nos perfila esta nueva personalidad de la protagonista: es testaruda y tiene poco apego por su integridad física, pero tiene ciertos momentos de inseguridad que jamás habríamos visto a las primeras Laras. Incide mucho más en lo dolida que se siente por la desaparición de su padre, pero se niega a firmar su defunción, por lo que no ha cobrado la herencia. Así que nada de explorar por pasatiempo. Cuando Lara entra en acción, lo hace solo con un objetivo claro: encontrar a su padre.
Quizás el reto más difícil al que se enfrentaba la película era el casting de la nueva señorita Croft. ¿Cómo superas a Angelina Jolie, que parecía haber nacido para ese papel? Pues lo cierto es que con Alicia Vikander han acertado de lleno. Ya no solo en el aspecto físico y la dedicación de la actriz para ponerse en forma y hacer sus propias escenas de acción, sino porque borda esa mezcla de personalidad fuerte con la inconsciencia de un inexperto en esto de la aventura. Vikander es una Lara Croft perfecta y, sobre todo, perfectamente actualizada a unos tiempos en los que no concebimos un héroe o heroína que no se haga un rasguño. Su carisma y su determinación hacen de esta Lara Croft una perfecta heredera de ese icono que inspiró a tantas y tantos a lo largo de los años. Que hayan acertado con ella, y ella haya sabido llevar tan bien a Lara a su terreno, es todo un triunfo para esta 'Tomb Raider'.
La aventura en sí también está casi todo el tiempo a la altura. Como he dicho, esta Lara (al igual que en el juego) ha venido a sufrir. Vamos a verla magullarse, embarrarse, caer de alturas imposibles, sangrar... Y aunque parezca un poco irreal todo (que lo es), las escenas catastróficas en las que una persona normal habría muerto mil veces son tan espectaculares que se le perdona por lo bien que funcionan. Si esa resistencia sobrehumana existe en los videojuegos, se le permite que una película basada en un videojuego lo mantenga. Algunas de esas escenas son clavadas a las del juego, un aliciente para los fans que estarán entretenidísimos recordando algunos de los mejores momentos de la aventura que vivieron. ¡Y hay tumba! Es una cosa que le achaco bastante, como fan desde niño de los juegos, a este reinicio de la saga, que llamándose 'Tomb Raider', echaba un poco de menos más protagonismo de las "tombs", y la película tiene su tumba y sus trampas, y aunque quizá sabe a poco, por lo menos funcionan bien, tienen todo el aire 'Indiana Jones' y eso es todo un piropo. La Lara Croft clásica estaría orgullosa. De hecho, toda la parte de Yamatai recuerda mucho al cine clásico de aventuras, por lo que puede que resulte poco innovador. Pero habiendo tan pocas películas así últimamente, es de agradecer que el espíritu de Indy no se haya perdido del todo.
Mejor sola que mal acompañada
Aunque esta 'Tomb Raider' tiene mucho de los nuevos videojuegos, hay algo muy difícil de trasladar de la consola a la gran pantalla, y es la sensación de aislamiento de la Lara pixelada. En los videojuegos, aunque la historia tenga un personaje principal, los protagonistas somos los jugadores. En una película, por mucho que nos metamos, vamos a ser sujetos pasivos de la acción. Y es muy difícil hacer un blockbuster con Lara sola ante el peligro porque sería tedioso si no formamos parte activa de la acción. En la película, Lara interactúa con muchos más personajes que en los juegos, perdiendo mucho esa sensación de que si no se saca ella misma las castañas del fuego, nadie lo hará. Y aunque algunos personajes están bien integrados para que ejerzan una labor concreta, den conversación puntual y se hagan a un lado, hay otros que no terminan de encajar con la dinámica del universo 'Tomb Raider'. Particularmente uno, puesto en la película para ayudar a Lara a evolucionar, pero lo hace por otro camino distinto al de aprender a tortazos. En su lugar nos lleva por derroteros más sentimentales que no terminan de encajar con la personalidad que nos gusta ver de Lara Croft. Por suerte nos hemos librado del acompañante estilo Daniel Craig o Gerard Butler de las de Angelina Jolie...
Walton Goggins interpreta al villano, un mercenario enviado por la Trinidad a la isla para encontrar a Himiko. En esto tampoco 'Tomb Raider' va a destacar sobre otras, ya que estamos ante el típico hombre avaricioso sin muchas capas, del que no nos acordaremos al salir del cine. El mejor enemigo al que se enfrenta Lara es a la propia isla. Lo mismo pasa con la Trinidad, la típica corporación con planes de dominar el mundo, que suena un poco desfasada, En esta entrega no tiene mucho más protagonismo que ser mencionados, pero ya dejan pistas de que en posibles secuelas, como en los juegos, tendrán más protagonismo. Tiempo tienen para gestar algo un poco más complejo que la dominación mundial.
Por supuesto que la película deja cabos sueltos para continuar si es un éxito de taquilla, y aunque no sería la primera vez que me encuentro solo en este barco, creo que han conseguido hacerle a la Lara Croft del siglo XXI una digna primera aventura. Tiene cosas que mejorar, como varios bajones serios de ritmo que vuelven a dejar palpable un exceso de duración para una película como esta, pero las escenas de acción (particularmente la carrera de bicis, los restos del avión o las trampas) son adrenalina pura. Y Alicia Vikander está más que preparada para esta incursión y las que le den. Espero que no sea la única vez que la veamos. Ahora que ya ha sentado las bases, es hora de ver cuánto puede crecer esta Lara Croft. Un icono como ella sigue teniendo un grandísimo potencial para brillar, también en la gran pantalla.
Nota: 7
Lo mejor: Alicia Vikander como una magnífica Lara Croft. Los elementos de aventura clásica y los guiños al videojuego.
Lo peor: El bajón que pega hacia la mitad. Algunas interacciones de Lara con otros personajes.