Más allá de que sea un gusto ver al gran Marco Bellocchio en activo, con 80 años sigue al pie del cañón, es un placer al ser una propuesta con la que vuelve a sus esencias, al dirigir la que es su película más redonda desde la estupenda 'Buenos días, noche'. Porque 'El traidor' es mucho más que un biopic sobre Tommaso Buscetta, conocido por haber sido el primer mafioso en haber roto la 'omertá' de la Cosa Nostra en Sicilia y cuyas declaraciones fueron clave para hacer caer a todo un sistema de corrupción que llegó a afectar las altas esferas de la política italiana.
Y es más que un biopic porque Bellocchio hace un auténtico tour de force para narrar la historia de la Italia más reciente, aquella que marcó el devenir y la fama del país. De hecho, el realizador se lo toma como tal, al narrarlo como una auténtica crónica social, que se inicia con una fiesta al más puro estilo clásico, entre una mezcla de lo que evocaba Visconti en 'El gatopardo' y la decadencia mostrada por Sorrentino en 'La gran belleza', para después narrar una crónica de sangre, corrupción, traiciones y venganza.
El cineasta sabe llevar un guion en el que ha participado y que ha estado escrito a cinco manos (algo que le ha beneficiado al ser un largometraje con una duración de 145 minutos) al dividirlo por etapas, que coinciden más o menos en la forma en la que su protagonista se 'arrepentía' de su vinculación con la mafia. Bellocchio sabe retratar ese arrepentimiento como un movimiento de supervivencia y, en algunos momentos, oportunista, logrando que la empatía hacia el protagonista sea la imprescindible para entender que lo que confesaba era una red tan extensa que parecía inabarcable.
Crónica negra y social de un país atemorizado por la Cosa Nostra
Y en ese proceso, puede verse un sistema desmoronarse o, al menos, ver cómo un juez, Giovanni Falcone, ejercía de Don Quijote luchando contra gigantes molinos de viento, al tener varias victorias judiciales, cierto, pero para acabar siendo asesinado por la propia mafia, liderada por un sanguinario capo, Totò Riina, que es quien realmente provocó que Buscetta hablase, al iniciar una auténtica matanza entre familias digna de una obra de Shakespeare.
Porque lo que se narra en 'El traidor' no son imágenes románticas de mafiosos creadas por Hollywood, los Corleonesi existieron y aún muchos siguen con vida, al ser una organización cuyo líder sucede a otro. De ahí, que lo que se narre sea historia de la Italia actual, de lo que fue y es, al tener un sistema que lucha contra sigo mismo para evitar que acabe cayendo en la absoluta corrupción, gracias a un poder judicial que, pese a los asesinatos, no tuvo miedo de enfrentarse a la Cosa Nostra.
Ahí reside la principal fuerza del filme, pese a no ser la protagonista, rol que recae en Pierfrancesco Favino, cuya interpretación es magnífica. Cierto es que el actor, reconocido por su trabajo en 'Suburra', tiene esa cara de persona con segundas intenciones, la ideal para un papel ambiguo, al ser Buscetta un hombre de mil caras y que jugaba con varias bazas. El intérprete de 'Rush' y 'Guerra Mundial Z' pasa de ser un mafioso caradura, vividor y que disfruta de los placeres de la vida a ser una especie de antihéroe improvisado, de hombre que busca justicia.
Firme aspirante a ser una de las imprescindibles de la década
Junto con una interpretación magnífica se une la sensación de constante huida, de miedo irracional, eso que solo sabe transmitir un director que sabe bien qué quiere comunicar. Ahí es donde se ve el pulso de un cineasta veterano, que rinde homenaje a aquello que está narrando, a una historia real que sirvió para abrir la veda a que el sistema, pese a todo, funcione. Por otro lado, toca aplaudir por un magnífico diseño de producción, al comenzar la trama a inicios de los años 80 para terminar en el año 2000, además de ambientar la cinta en Brasil, Italia y Estados Unidos.
Esas escenas en las que Buscetta se sienta a declarar en un juicio en el que está rodeado por un centenar de mafiosos que desean 'cerrarle la boca' son auténtica historia viva, un reflejo de lo sucedido en Italia hasta hace nada, puesto que el sanguinario y despiadado Totò Riina falleció en 2017.
Una crónica negra que Bellocchio sabe narrar, al dividir los tiempos, combinando el thriller, la tragedia clásica, el drama judicial y la denuncia social en cada uno de los actos de la cinta. 'El traidor' es una maravilla cinematográfica, con la que se explora una auténtica historia de mafiosos, alejada de versiones idealizadas creadas por la industria estadounidense. Un filme que aspira a convertirse en uno de los imprescindibles no solo del año, sino de la década que está por terminar.
Nota: 9
Lo mejor: Las escenas judiciales y la excelente interpretación de Pierfrancesco Favino.
Lo peor: Algunas escenas son redundantes, especialmente los flashbacks.