De la pasada 26ª edición del Festival de Málaga han llegado óperas primas muy interesantes como 'La pecera' o, sobre todo, la magnética 'Upon Entry (La llegada)'. Entre las propuestas más fascinantes estuvo también 'Tregua(s)', primer largometraje del manchego Mario Hernández, en el que convierte a Salva Reina y Bruna Cusí en dos amantes cuya relación parece imposible cerrarse. Un film de encuentros y desencuentros que permite ahondar en la ambivalencia romántica y cómo gestionarla.
Eduardo y Ara son amantes desde hace diez años. Sus encuentros furtivos comenzaron cuando ambos trabajaban en una serie llamada 'Cachorros'. En ese momento, ella era una actriz con poca carrera detrás y él era un guionista novato. Un decenio después, sus vidas son muy distintas. A pesar de que tienen sus propios proyectos de vida paralelos, siempre han encontrado un momento para verse y retomar esa aventura, como si de un momento de desconexión se tratase.
Ha pasado un año desde su último encuentro y ambos están en relaciones ya muy serias, de esas que exigen que se dé un paso hacia delante. Aprovechando que hay un festival de cine en medio, ambos deciden verse. Eso sí, este encuentro no será como los anteriores. Ahí está el juego de Hernández, quien parece haber rodado en el hotel AC Málaga Palacio como guiño justo al certamen donde se ha presentado la cinta. Ese hotel será el cómplice de esta aventura.
Reflexiva ópera prima que sabe combinar drama y comedia
Hernández tiene el reto de crear un relato con el que el público empatice con los amantes, los infieles, los que engañan a sus parejas. Tiene la mano de saber cómo lograr que esa deslealtad tenga explicación. Ese momento de desconexión les permite a Eduardo y a Ara dejar de ser 'ellos mismos' y lo que se espera de ellos durante un breve instante, especialmente a nivel emocional, dado que es una relación no sólo sin etiquetas, es que es un vínculo sin aparentemente consecuencias. Se ven, disfrutan, hablan y recuerdan el pasado y cada uno sigue su camino.
Con la magnífica química entre Salva Reina y Bruna Cusí, 'Tregua(s)' tiene ecos de 'En la cama', incluso recuerda a 'Weekend' en lo referente a los planteamientos sentimentales. Lo fascinante es que Hernández sabe captar también en estos encuentros y desencuentros cómo el evadir tomar decisiones es también una elección en sí, con sus respectivas consecuencias. Aunque haya quien quiera verlo como un alegato a favor de las relaciones abiertas o el poliamor, 'Tregua(s)' es más bien un juego en el que se termina sentando a los amantes frente al espejo de sus propias expectativas y anhelos.
A ratos ligera, a ratos profunda. 'Tregua(s)' es un interesante debut, cuya teatral puesta en escena hace de contraste para todo ese universo cinematográfico que envuelve al film, entre festivales, eventos, junkets y compromisos laborales. Con unos estupendos Salva Reina y Bruna Cusí, los cuales demuestran cómo dos polos opuestos son capaces de funcionar (él viene de la comedia con tintes más comerciales y ella es toda una musa del cine independiente catalán), se está ante una ópera prima con la que Hernández demuestra tener mano para plasmar las complicaciones de pareja y llevarlas a la mirada contemporánea, como en su momento fueron 'Closer' o la trilogía de 'Antes del...'