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CRÍTICA

'3 días para matar': Acción para salir del paso

Kevin Costner protagoniza un filme previsible que varia entre la comedia en algunos puntos y las balas de fogueo por otro, sin satisfacer en ninguno de los géneros.

Por Carlos Manuel Hernández Fernández 9 de Mayo 2014 | 15:00

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En el cine de acción parece, visto lo visto, que todo ha sido creado ya, y el género de los espías es sin duda de los más explotados. No solo ha hecho falta la franquicia de '007: James Bond', sino que ha sido alimentado por otras producciones, como las basadas en el personaje de Tom Clancy 'Jack Ryan', o la propia saga 'Bourne', y todas ellas con sus más y sus menos. Siendo un género en el que es difícil encontrar una obra especialmente innovadora, aparece '3 días para matar', un filme que tiene como enorme atractivo el protagonismo de Kevin Costner, un actor que ha ido apareciendo en cartelera a cuenta gotas desde hace unos años, y menos aún en películas donde es el completo protagonista. Quizás lo más atractivo del largometraje sea esto, tristemente, el que tenga cierto gancho el volver a ver al señor Costner en clave de acción, porque poco más podemos salvar del metraje.

'3 días para matar': Acción para salir del paso

La historia que cuenta la aventura un peligroso espía internacional, que está decidido a renunciar a su arriesgada vida para poder construir una relación más estrecha con su esposa e hija, de las que se ha mantenido distanciado para impedir que corrieran peligro. Pero primero tiene que completar una última misión, incluso si esto significa enfrentarse a dos de los retos más difíciles de toda su vida: dar caza al terrorista más despiadado del mundo y cuidar de su hija adolescente por primera vez en diez años, mientras que su esposa está fuera de la ciudad.

En lo que refiere a la acción de la cinta, nos encontramos ante una propuesta poco original en la puesta en escena, a lo que se suma ese tipo de violencia light que no busca el impacto de la bala, sino que más bien es una insinuación de lo que es realmente un disparo. No nos sorprenderá entonces que los enemigos caigan como moscas, mientras que el protagonista parece intocable, sino que también habrán escenas especialmente ilógicas en cuanto a que, aún estando todo vendido para que el personaje de Costner se lleve un tiro, nada de esto ocurrirá, lo que al cabo de unos cuanto tiroteos, no se vea peligro alguno en las escenas de acción, ya que sabemos de antemano que nada de lo expuesto en pantalla está ahí para herir al prota.

'3 días para matar': Acción para salir del paso

La falta de peligro es todo un escollo, ya que convierte a las escenas más potentes del filme en algo simplemente pasajero, ya que no tarda mucho en demostrar que el guión resuelve algunas escenas de una manera cuanto menos perezosa: con un cerrar los ojos y volver abrirlos en lugar seguro sin saber el cómo, el dónde y el porqué. Esto produce la sensación de que nada de lo que ocurre en pantalla tiene una transcendencia real: no hay policía, los actos de violencia en plena calle pasan casi desapercibidos para el resto de la humanidad, e incluso, personajes que se plantean como secundarios pueden morir sin que ello afecte sin tan siquiera emotivamente al protagonista, como si esta parte del guión le hubiera sido borrada de su trabajo.

Durante algunos tramos de la película habrán varios puntos graciosos y más cercanos a casi una comedia familiar que a otro género, lo cual es hasta lo más entretenido del filme, ya que estos momentos tienen cierto para qué en la manera de enfocar la vida de ese padre ex espía que ahora intenta ser padre, sin tener ni idea de cómo se hace eso.

'3 días para matar': Acción para salir del paso

Para salir del paso

Esta mezcla de géneros es algo confusa, ya que parece que el filme está dividido en dos: la acción y la comedia familiar. El poco gancho entre una parte y otra hace que parece que estemos viendo dos películas a la vez, intercalándose entre ellas y que no llegan a explotar del todo en su individualidad, una lástima ya que hay alguna propuesta que podría haber sido interesante, pero la lógica no está de la mano con ello.

La falta de cohesión, unido a que todo se resuelve de una manera muy poco justificada y gratuita, provoca que no llegue a desprender un verdadero interés todo lo que ocurre en pantalla, pues nos encontramos ante una producción que ya en su prólogo antes del título del largometraje y los nombres de sus protagonistas, ya pone sobre la mesa todo lo que va a ocurrir en sus casi dos horas de metraje, y no es solo que sea previsible, sino que peca de pasar por encima de un género que tanto atractivo tiene como es el de espías. Lástima que no haya una ambición especial en esta cinta, que parece hecha para llenar el hueco de acción en la cartelera, sin razones para ser reseñable en ella, ni tampoco se esfuerza por serlo, aunque Kevin Costner sigue teniendo su carisma, eso no se puede negar.