Considerado uno de los grandes realizadores de cortometrajes del cine español actual, su 'Timecode' se alzó con una Palma de Oro de Cannes, un Premio Goya y una nominación a los Premios Oscar; el regreso de Juanjo Giménez al largo 20 años después de su ópera prima, 'Nos hacemos falta (Tilt)', estaba rodeado de expectación. Y no es de extrañar, porque 'Tres' es la propuesta española más original y arriesgada de este 2021, al ser toda una reflexión sobre lo que significa el cine como construcción de ficción a través de un elemento esencial para entenderlo: el sonido.
La premisa de 'Tres' llama la atención, pues narra cómo C. -magnética e hipnótica Marta Nieto-, montadora y mezcladora de sonido, comienza a padecer una extraña asincronía que provoca que los sonidos los escuche fuera de sincronía, que comienza siendo un ligero retraso para ir yendo paulatinamente a más. Giménez, quien firma el libreto junto con Pere Altimira, introduce al público en esta espiral que vive su protagonista, al escuchar cada uno de los sonidos con la misma asincronía.
Movimiento arriesgado y más que celebrado, tanto intencionado como no, con la asincronía del sonido respecto a la imagen, Giménez configura un thriller que, además, toca los cimientos de la cinematografía actual, en la que lo audiovisual tiene una relación simbiótica entre lo que se ve y se oye. El cineasta rompe con ese esquema, mostrando así las costuras del cine como el sofisticado trampantojo al emular la vida real frente a la retina del espectador.
Sublime atrevimiento cinematográfico. Una película que pone frente al espejo el significado del cine
Eso convierte a 'Tres' en un atrevido ensayo cinematográfico que acerca la mirada de autor a la comercial, pues no hay que olvidar que 'Tres' sigue los parámetros habituales del thriller, pues la situación desconcierta a su protagonista, quien busca respuestas más que soluciones a lo que termina abrazando como habilidad y no como defecto. En este viaje desincronizado, Marta Nieto brilla y ofrece la que es una de las mejores interpretaciones de su carrera, al tener que responder y reaccionar con retardo, como si de una conversación de Zoom con baja calidad de red se tratase.
Aunque el planteamiento de Giménez con 'Tres' respecto a la asincronía es anterior a la pandemia, es curioso cómo ha coincidido en un momento en el que ser humano está acostumbrándose a relacionar de manera diferida, no solo por conversaciones virtuales que pueden provocar que el sonido y la imagen estén completamente desincronizados, sino porque se está ante toda una generación que está más cómoda dejando mensajes por diferentes aplicaciones de mensajería instantánea que hablando cara a cara.
Con ecos a títulos que mostraron que el sonido no es un agente secundario en el séptimo, 'Sound of Metal' o 'Berberian Sound Studio' son los ejemplos más cercanos pero hay otros más históricos como 'Impacto' de Brian De Palma o incluso 'Fantasía' en cómo el sonido es el que da forma a la imagen; 'Tres' es el largometraje que mejor define al cine actual, una propuesta sensacional que muestra que, aunque Giménez esté muy a gusto en el mundo del corto, su paso al largo se siente como un hecho que debería ser menos esporádico.
Nota: 8
Lo mejor: El entrar en ese universo de sonidos retardados y desconexiones con la imagen. La sensación de estar viendo la farsa del cine en la vida real. La interpretación de Marta Nieto.
Lo peor: No la disfrutarán aquellos que no acepten el reto de aceptar un filme de diálogos con retraso e imágenes mudas cuyo sonido llega más tarde.