Ganadora del premio a la mejor actriz en el 23 Festival de Málaga -ex aequo con Kiti Mánver por 'El inconveniente'- y nominada a la mejor interpretación femenina en los Premios Platino 2021, llega a salas comerciales 'Tres veranos', tercer largometraje de ficción de la reconocida cineasta, documentalista y catedrática brasileña Sandra Kogut. Un filme que se estrena después de llegar a ser comparado con títulos tan diferentes como 'Parásitos' o 'Nuevo orden'.
Aunque la comparación se antoja conveniente, la filmografía de Kogut ha mostrado siempre su compromiso con la denuncia social, ejemplo de ello son sus dos filmes de ficción anteriores, 'Mutum' y 'Campo Grande'. Quizás con 'Tres veranos', la cineasta se muestra más accesible, pues, en lugar de tener como protagonista a niños pequeños, Kogut opta por enfocarse en la vida del ama de llaves de una lujosa mansión en una área residencial de clase alta, junto con el resto de empleados.
Kogut, la cual firma el guion junto con Iana Cossoy Paro, opta por dividir la trama en tres tiempos, enfocándose en la temporada estival, que en Brasil, al estar situado en el Hemisferio Sur, coincide con las fiestas de la Navidad. En cierta forma, la directora crea tres películas en una, con las que configura un retrato de la sociedad brasileña tremendamente certero, que explica, de manera sutil y enfocado en lo cotidiano y costumbrista, el devenir social y político del país sudamericano.
Su primer verano, ambientado en diciembre de 2015, presenta una película muy distinta de la que termina siendo. Todo apunta a un retrato de una familia de clase alta, en la que el ama de llaves ejerce de testigo perpetuo pero en un discreto segundo plano. Ahí puede verse las diferencias de clase en un país donde la clase -así como la etnia- influyen en la jerarquía social. Se intuyen cosas, muchas de hecho, pero son detalles que Kogut deja para que el público tenga en cuenta para los otros dos veranos, las otros dos Navidades.
Un estupendo relato social en busca de la concordia y el diálogo entre clases
Son las otras dos Navidades las que logran que 'Tres veranos' sea una espléndida comedia dramática, pues ceden protagonismo al ama de llaves, Madá, interpretada magistralmente por Regina Casé, ya cual ya conquistó al público español con su entregada actuación en la excelente 'Una segunda madre'. Una de las grandes damas del cine brasileño. Su Madá es un ejemplo de supervivencia, intuyéndose que detrás de esa perpetua sonrisa, energía y optimismo se esconde una situación tremendamente dramática.
Junto con el ama de llaves, cogen protagonismo el resto del servicio, así como el patriarca de la familia rica, el cual es olvidado por sus familiares cuando desaparecen de escena. Se forma así una crítica social elíptica, pues Kogut deja que el público intuya lo que vive el ama de llaves, el jardinero o las doncellas durante el proceso judicial de sus patrones. Kogut busca crea un vínculo entre clases, un diálogo, cediendo parte del protagonismo al anciano patriarca desterrado y olvidado, creando una curiosa red de supervivencia, económico y emocional, como si la directora quisiera crear una metáfora sobre la importancia de dar la mano al diferente. En el caso de Brasil, como sucede en la mayor parte de los países iberoamericanos, eso pasa por la ruptura de clases, pues estas son más marcadas que en otras partes del mundo.
Aparentemente ligera, 'Tres veranos' es un relato social de concordia, con el que pone en valor a la clase trabajadora, mostrándola virtuosa y, sobre todo, resistente en su instinto de supervivencia, siendo la que sale adelante cuando todo se derrumba. Quizás no llegue al dramatismo de sus anteriores largometrajes de ficción, pero 'Tres veranos' es la cinta más accesible de Kogut, la cual demuestra que eso no tiene por qué significar menor compromiso. Una propuesta que sigue demostrando el savoir-faire del cine brasileño y que sigue la línea de otros títulos muy aplaudidos como el mentado 'Una segunda madre', 'La vida invisible de Eurídice Gusmão' o 'Siempre juntos (Benzinho)'.
Nota: 8
Lo mejor: Regina Casé, siempre es un placer verla en pantalla. Derrocha energía y una fuerza interior que inspira.
Lo peor: Su tono aparentemente ligero hará que cierto sector la infravalore.
