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CRÍTICA

'El trío en mi bemol': El poder de la creación a través del arte

Crítica de 'El trío en mi bemol', dirigida y escrita por Rita Azevedo Gomes. Basada en la obra homónima de Éric Rohmer. Protagonizada por Rita Durão y Pierre Léon.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 7 de Mayo 2023 | 18:26
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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'El trío en mi bemol': El poder de la creación a través del arte

Rita Azevedo Gomes se ha erigido como una de las principales figuras del cine portugués. Digna heredera del estilo de Manoel de Oliveira, con el que trabajó como diseñadora de vestuario. Ya desde su ópera prima, la sublime 'O Som da Terra a Tremer', demostró tener una visión única. Con dos títulos con los que llegó a la cúspide como lo fueron las magistrales 'Correspondencias' y 'La portuguesa', ahora la cineasta da un paso más con 'El trío en mi bemol', con el que demuestra tener una habilidad excepcional para realizar un ensayo cinematográfico vivo.

El trío en mi bemol

Gomes reinterpreta la única obra de teatro que firmó Éric Rohmer en vida. Lo predecible hubiera sido que la cineasta optase por plasmar con máxima fidelidad la pieza, en la que dos antiguos amantes, encarnados por Rita Durão y Pierre Léon, quienes encarna a Adélia y Paul, los cuales se reencuentran de tanto en tanto para compartir las aventuras amorosas que han tenido, para discutir sobre música o para filosofar sobre la vida. Siete encuentros que esconde otra película, en la que un director extravagante opta por adaptar la obra de Rohmer.

Una película sobre otra con la que Gomes realiza un juego de pistas circenses en las que la magia del cine y del teatro terminan fusionándose en un ejercicio en el que llega el punto en el que se produce la sensación de estar visionando un documental. La cineasta, quien se encarga también del guion, aprovecha los encuentros y desencuentros para exponer una reflexión sobre lo que significa el arte de crear y cómo este está muy unido al del amor, al ser elementos que carecen de forma física, pero que se sienten. Darles forma a lo volátil, lo abstracto, que recuerdan dónde se quedan las palabras, las conversaciones y cómo estas no logran reproducirse de la manera manera aunque se repitan.

El trío en mi bemol

Un film excepcional que sabe rendir tributo a Rohmer

Con escenas que bien podrían estar emparentadas con la mirada teatral de los últimos trabajos de Alain Resnais, 'El trío en mi bemol' logra ser un compendio de secuencias en las que Gomes juega con ese gran trampantojo que es el séptimo arte. En ese juego de espejos, se plasma muy bien las reflexiones sobre las pasiones que hizo Rohmer en su obra original. Dejando un profundo poso en el que el propio artista francés demostró tener una habilidad innata para narrar la belleza de los detalles de lo cotidiano, con ese aroma nostálgico que ofrece el propio carácter estival de casi toda su filmografía.

En medio de este ensayo, en el que se plasma también una reflexión sobre lo que es el cine; con cómo un director, encarnado por el director Ado Arrieta, opta por hacer suya una obra ajena. También en cómo el trabajo de los actores y en cómo utilizan sus recursos para llevar a buen puerto sus interpretaciones. Aquí, se ve el buen hacer de Rita Durão y Pierre Léon, ambos habituales del cine de Azevedo Gomes. Los dos logran llevar a 'El trío en mi bemol' como uno de los mejores largometrajes de la filmografía de la directora lusa, además de ser una cita imprescindible de este año cinematográfico.

9

Lo mejor: La sensación de que el cine y el teatro se combinan en una mezcla artística fascinante.

Lo peor: Puede desconcertar esa apuesta por la sensación de teatro filmado.

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