Mientras que los grandes blockbusters se retrasan a 2021 por la crisis sanitaria del coronavirus, los estudios aprovechan para estrenar títulos que en una situación normal tendrían difícil cabida dentro de mercados como el español. Este es el caso de 'Un plan irresistible', comedia ambientada en el panorama político estadounidense sobre la que cuesta imaginarse una conexión con un público que no sea el de su país de origen.
Su argumento nos presenta a Gary Zimmer, un estratega político interpretado por Steve Carell. Tras ver un vídeo de un veterano defendiendo a los trabajadores de un pequeño pueblo de la américa profunda, cree haber encontrado a un perfecto candidato para recuperar el voto del mundo rural para el Partido Demócrata. Esto le llevará a trasladarse a dicha localidad en el Medio Oeste de Estados Unidos para persuadir a esta persona para presentarse a alcaldía e intentar ganar las elecciones. No obstante, deberá hacer frente a sus rivales del Partido Republicano dificultándole la labor.
'Un plan irresistible' sitúa este planteamiento en el contexto posterior a las elecciones en las que ganó Donald Trump, aprovechándolo para ofrecer una reflexión sobre la política estadounidense, la forma de funcionar de los partidos políticos u otros aspectos que influyeron en el panorama electoral de 2016. Todo lo ello lo realiza con tono de sátira y humor, lo que aporta un toque bastante interesante y ameno a la propuesta. Además, se logra alcanzar un buen grado de profundidad al pararse a analizar la crisis del mundo rural, la poca atención de las élites políticas hacia él y el cómo estas solo lo ponen su punto de mira por puros intereses electorales.
El problema llega cuando el guion no acaba por sacar el suficiente jugo a lo que tiene entre manos. Todo el desarrollo queda limitado a una narración muy monótona, a interacciones entre los personajes bastante insustanciales o a un intento muy fallido de acercarse al tono satírico. Y es que la mayoría de aspectos cómicos sobre los que se apoya redundan en tópicos y estereotipos sobre política muy obvios y trillados. Además, está muy sustentada por elementos políticos demasiado locales como para conseguir captar la atención del público fuera de Estados Unidos.
Buen reparto, nula química
Por suerte, 'Un plan irresistible' cuenta con un Steve Carrell muy por la labor de dar lo mejor de sí mismo en el terreno cómico. Una enérgica y carismática Rose Byrne y unos correctos Chris Cooper y Mackenzie Davis también contribuyen a que, pese a sus defectos, la cinta consiga ser bastante amena y entretenida. Sin embargo, no termina por haber la suficiente química entre ellos, lo que se ve traducido en que las secuencias donde se intenta abordar relación o interacción entre ellos caigan en la intrascendencia.
Si la cinta hubiera puesto más empeño en desarrollar su vertiente satírica respecto a la política, podríamos haber estado ante una de las comedias del año. Como no es el caso, lo que aquí encontramos se limita a una película simplemente correcta, con algún que otro aspecto destacable, que no permanecerá mucho tiempo en la memoria del espectador tras salir de la sala de cine.
Nota: 6
Lo mejor: Su propuesta política y los temas que pretende abordar al respecto.
Lo peor: Una película demasiado enfocada el público estadounidense que no se abraza lo suficiente a la comedia satírica.