Los espías no son extraños en la comedia, 'Mentiras arriesgadas', 'Austin Powers' o 'Top Secret' transformaron el mito de James Bond en fuente de carcajadas. Estas películas aprovecharon elementos familiares y les dieron la vuelta de forma inesperada. Sin este ingenio, poco más podrían haber hecho que lanzar constantes golpes en la entrepierna con gesticulaciones exageradas. Este es el caso de 'Una misión de locos'.
La película de Ludovic Colbeau-Justin teme los riesgos y el guion mantiene un camino evidente del que nunca se sale. En su deseo por hallar algo que guste a todos, 'Una misión de locos' se nutre de los tópicos sin sorpresas, aun con una premisa divertida. Esta desconfianza del director queda patente incluso en el uso de la música donde los temas sonoros marcan los sentimientos y los momentos de supuesta hilaridad sin proyectarlos en la pantalla, un recurso similar a las risas enlatadas por el que Colbeau-Justin se acomoda en las bromas sin vuelta de tuerca.
Los chistes simplones remarcan una falta de ingenio que intenta compensarse entre golpes y bofetadas. No obstante, este humor físico se lleva a cabo de una forma tibia y previsible que no alcanza la sonrisa. Ni siquiera sus personajes en su extravagancia consiguen divertir en sus clichés desfasados.
Pareja sin gracia
El contraste entre el doctor desquiciado y el paciente en control funciona mejor sobre la idea que sobre el hecho. Sus actores se esfuerzan en lograr la simpatía, pero la exageración de Philippe Katerine acaba desesperando mientras que las extravagancias sin sentido de Dany Boon hacen increíble la posibilidad de que pudiese ser un James Bond francés.
El plantel de 'Una misión de locos' carece de profundidad. El temor del director ante cualquier elemento que se aleja de la "risa" le impide bucear en su humanidad más allá de un par de pinceladas y sólo al final estos rasgos despiertan de su letargo. Sin entrar en detalles, el desenlace aporta humanidad a unos seres que la reclaman durante todo el metraje, una negligencia que impide una conexión emocional hasta que los créditos se aproximan.
'Una misión de locos' es una película llevadera, pero no divertida. Ludovic Colbeau-Justin parece tener el objetivo de no molestar con su largometraje y lo logra arrebatando cualquier tipo de emoción real. Una historia demasiado conocida que dejará indiferente a quien ponga los ojos en ella.
Nota: 5
Lo mejor: Ciertos rasgos de sus personajes que sólo se atisban en el desenlace.
Lo peor: Depende demasiado de estereotipos sin aportarles nada que los haga novedosos.
