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CRÍTICA

'Una niña': Viaje al cuarto de una hija

Crítica de 'Una niña', documental dirigido por Sébastian Lifshitz. Ganador del Premio del Cine Europeo al mejor sonido. Mostrado en la 70ª edición del Festival de Berlín, en la sección Panorama.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 12 de Marzo 2021 | 16:21
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

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Sébastien Lifshitz es uno de los máximos exponentes de cineastas comprometidos con los derechos LGBT. Su cine siempre ha buscado abordar la diversidad propia que existe bajo estas siglas, desde la ficción, como pudo verse en filmes como 'Primer verano', 'Plein sud' o 'Wild Side', y, desde el documental, como en 'Les invisibles' o 'Bambi', siempre desde una perspectiva reivindicativa y visibilizando realidades que inusualmente se han visto en la gran pantalla. Por ello, no es extraño que haya decidido realizar 'Una niña', documental mostrado en la sección Panorama del 70º Festival de Berlín y ganador de un Premio del Cine Europeo al mejor sonido.

Una niña

'Una niña' retrata el día a día de Sasha, una pequeña de solo siete años. El documental muestra que la menor tiene las mismas aficiones y deseos que cualquier niña de su edad. Solo hay una diferencia: es transexual. Lifshitz hace un recorrido por la rutina de la pequeña, enfocándose también en su vida familiar y escolar. Aunque es un documental, sorprende la naturalidad con la que la familia de Sasha ha abierto las puertas del cineasta, cuya virtud en su filmografía es retratar, precisamente, esa espontaneidad a través de una mirada transparente.

Y es ahí donde 'Una niña' brilla, en mostrar la realidad de una niña transexual, cómo vive, cómo siente y, también, cómo sufre. Más allá de prejuicios, de teorías, de alegatos políticos, está el día a día de una menor, sus sueños y anhelos y cómo la sociedad le es adversa desde el inicio. "Un día, Sasha me dijo: Cuando sea mayor, seré una chica. Le dije: No, Sasha. Jamás serás una chica. Ella empezó a llorar. Lloraba porque yo acababa de arruinarle la vida", declara su madre, visiblemente afectada.

Una niña

Una joya documental con una mirada divulgativa y didáctica

Lifshitz acierta de lleno en mostrar el rechazo que vive la niña desde lo cotidiano, como asistir a la escuela o acudir a clases extraescolares y cómo actividades lógicas para su edad se convierten en sinónimo de ansiedad. Además, el cineasta da el enfoque psicológico, con las sesiones de la niña con la psicóloga infantil, con la que se aprovecha para hacer un ejercicio divulgativo para el público. No obstante, lo principal y central es Sasha y su familia. Su testimonio, más allá de su valor social, cinematográficamente es muy poderoso, la manera en que Lifshitz lo aborda se asemeja al que realizaron Tamara Kotevska y Ljubomir Stefanov con su obra maestra 'Honeyland'.

A ello hay que añadirle una espléndida fotografía, obra de Paul Guilhaume, que sabe transmitir esa sensación de intimidad, que da esa sensación de estar siendo testigo de algo tan privado como la propia vida. 'Una niña' es una joya documental, cuyo enfoque permite conocer de una manera excepcional la realidad transexual en la infancia. Un delicado largometraje que, en España, ha tenido la inmensa suerte de llegar a la gran pantalla, pues se trata de una historia que bien merece un visionado en una butaca. Un título imprescindible que vuelve a evidenciar el buen estado, a nivel internacional, que vive el género documental.

Nota: 8

Lo mejor: La valentía de la familia de Sasha es inmortalizar la vida cotidiana de su hija.

Lo peor: Pensar que esta joya documental no ha podido verse en cines en su país natal por culpa del COVID-19.

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Una niña 5,3 Una niña