Me pasé la adolescencia alquilando comedias estúpidas americanas en el videoclub. Por aquel entonces Internet aún no estaba tan extendido como ahora, y seguían existiendo esos locales en los que podías pasar una tarde mirando carátulas de DVDs (ya no cintas de vídeo) y acabar llevándote dos o tres para el fin de semana. Probablemente dos o tres que ya habías visto. Lo hice con un montón de comedias de Adam Sandler ('Little Nicky'), Rob Schneider ('Gigoló', la que más veces vi con diferencia) e incluso de Jack Black. De este me encantaba 'Amor ciego', dirigida por los hermanos Bobby y Peter Farrelly. Los mismos detrás de 'Dos tontos muy tontos', 'Algo pasa con Mary' y 'Yo, yo mismo e Irene', todas ellas me obsesionaron en algún momento de mi infancia.
Por eso me ha parecido un paso tan lógico y natural que Sandler haya encontrado su terreno "creativo" en Netflix, el videoclub de esta década, donde probablemente niños de 12 a 16 años caigan en las garras de sus nuevas comedias estúpidas americanas, como 'The Ridiculous 6' y 'The Do-Over'. Siguen contando con las mismas características, 15 años después: humor físico facilón, juegos de palabras infantiles (e intraducibles en el doblaje) y protagonistas con gracia a los que deberíamos darle al menos el mérito de conseguir con su magnetismo levantar unos guiones deleznables.
En este cajón entra directamente 'Una noche fuera de control', la comedia protagonizada por Scarlett Johansson que llega a los cines españoles sin buenas críticas y sin apoyo del público en EE.UU. Y aun así, estoy completamente seguro de que lo petaría en los videoclubs de los años 2000.
La historia no es tremendamente original, de hecho recuerda a otra comedia mucho más negra del año 1998, 'Very Bad Things': un grupo de chicas se van a Miami a celebrar una despedida de soltera, contratan a un stripper y en un ridículo e impredecible accidente, le matan sin querer. En la de Peter Berg, era un grupo de hombres el que mataba a una prostituta (comedia que, por cierto, nadie se atrevería a producir en los tiempos de Twitter), y aquí la directora Lucia Aniello le da la vuelta a la situación revirtiendo los géneros.
Aparte de Johansson, el reparto lo completan Kate McKinnon ('Cazafantasmas', 'Saturday Night Live'), Zoë Kravitz ('Big Little Lies', 'Animales fantásticos y dónde encontrarlos') y las televisivas Jillian Bell ('Idiotsitter') e Ilana Glazer. Esta es la co-creadora de 'Broad City', una magnífica serie que se mueve entre el terreno de las 'Girls' de Lena Dunham y los sketches de Amy Schumer. Probablemente en 'Broad City' está el origen de 'Una noche fuera de control': Lucia Aniello es la que más episodios ha dirigido de la serie, y su co-guionista Paul W. Downs (que también interpreta al futuro marido del personaje de Johansson) también ha escrito e interpretado en varios capítulos.
Tanto 'Broad City' como algunos de los momentos más lúcidos de 'Una noche fuera de control' mezclan ese humor tonto e infantil de caca-culo-pedo-pis con una lectura muy irónica e inteligente de temas sociales. Por ejemplo, Jess (Johansson) está en plena campaña política, y su contrincante es un hombre. Mientras él no deja de cometer errores, el público seguiría votándole porque con él sí "les gustaría tomarse una cerveza". Mientras tanto, Jess tiene que esforzarse el doble para conseguir la mitad de votos. También hay escenas que se ríen de la política de armas del país y de las tensiones raciales, aunque la mayoría se centran en los problemas de género.
Otro ejemplo muy gracioso de la inversión de roles de género está en las escenas en las que se ve qué hacen el novio y sus amigos en su propio plan de despedida de soltero. Mientras que Jess y las demás chicas se emborrachan, consumen cocaína y matan accidentalmente a un hombre, ellos escuchan música clásica y hacen una cata de vinos.
Muchas buenas intenciones y pocas pretensiones que se ven truncadas por ciertos problemas de ritmo y un pecado capital: desaprovechar dos grandes actrices cómicas como McKinnon y Glazer. La primera no deja de hacer chistes y protagonizar gags que quedan muy lejos de su talento demostrado bajo la batuta de Paul Feig y en el conocido programa de sketches de la televisión estadounidense. Simplemente la mitad de sus momentos cómicos no tienen gracia, a pesar de su tronchante imitación del acento australiano (que se perderá como lágrimas en la lluvia en el doblaje). Mientras tanto, la segunda, protagonista de numerosos gifs y memes en Internet gracias a su capacidad para la exageración y el payasismo en 'Broad City', simplemente tiene un papel soso y sin demasiados gags.
Sí funciona Scarlett Johansson, a la que ya no acostumbramos a ver en este género, y que, excepto en un par de escenas, consigue hacer reír cuando tiene que hacerlo y llevar su papel protagonista más centrado a buen puerto. Jillian Bell lleva lo mejor que puede ser el personaje más cargante de la cinta, y una de las sorpresas es Demi Moore. Ella y Ty Burrell ('Modern Family') construyen una pareja de secundarios divertidísima.
Las chicas son graciosas
Algunas de aquellas comedias estúpidas que tanto vi en mi adolescencia tenían mujeres detrás de las cámaras. 'Nena, olvídame', con Heather Graham y Casey Affleck, fue dirigida y escrita por Lisa Krueger; y probablemente una de las películas que puedo recitar de memoria, 'La cosa más dulce', tenía guión de Nancy Pimental (que también ha trabajado en 'South Park' y 'Shameless (US)').
'Una noche fuera de control' es sin duda una película hecha por mujeres para mujeres, que muestra situaciones reconocibles de toda despedida de soltera y trata temas de amistad y madurez en las que cualquier chica de 30 años post-universitaria podría verse reflejada. Aun así, como pasaba en todas las comedias citadas, probablemente el público que más disfrute de su humor sean los adolescentes, esos que nunca pagarían una entrada de cine para ver esta película. Curiosamente, esta no es la primera comedia que fracasa en taquilla este año, mientras que Netflix y Adam Sandler alardean de que sus películas son de las más vistas en la plataforma de vídeo online.
Es decir, una comedia de mujeres no es tan nueva, aunque sí sigue sin ser frecuente, y esta ni siquiera es tan buena (su referente más directo, 'La boda de mi mejor amiga', es una de las mejores comedias de esta década), pero hay varios públicos que disfrutarían con la película de Lucia Aniello, y más en una tarde de este caluroso verano. Quién sabe si encontrará su éxito en los videoclubs del futuro, estén donde estén.
Nota: 6
Lo mejor: Que una comedia estúpida pueda lanzar mensajes sociales de forma irónica y divertida
Lo peor: Que desaproveche lo mejor de su reparto principal