å

CRÍTICA

'Una razón para vivir': Con todas sus fuerzas

El actor Andy Serkis debuta en la dirección con 'Una razón para vivir', drama basado en hechos reales protagonizado por Andrew Garfield y Claire Foy.

Por Miguel Ángel Pizarro Más 17 de Noviembre 2017 | 17:15
Colaborador de eCartelera. Apasionado del cine y la cultura en general. Cine europeo y de animación, mi especialidad.

Comparte:

¡Comenta!

El debut como realizador del británico Andy Serkis se ha hecho de rogar. Con una dilatada experiencia en la dirección de segundas unidades en la trilogía de 'El Hobbit', el siguiente paso viene con 'Una razón para vivir', biopic sobre la vida de Robin Cavendish, un hombre que logró sobrevivir a la polio a finales de los años 50 y que logró convertirse en uno de los principales promotores de asistencia médica a personas discapacitadas. Película protagonizada por Andrew Garfield y Claire Foy.

Una razón para vivir

Robin Cavendish es un joven atractivo, brillante y aventurero que se enamora de la bella Diana, una muchacha que le corresponde pese a la inicial negativa de su padre. El amor triunfa y se casan. Todo parece ir bien hasta que, en diciembre de 1958, Robin cae gravemente enfermo de polio durante un viaje en Kenia. Postrado en una cama y sin la posibilidad de moverse, salvo la cabeza, los médicos en Nairobi consideran que vivirá poco, tanto que acaba teniendo un respirador mecánico. Pese a la tragedia inicial, gracias al apoyo de su esposa, Robin empieza a tomar fuerzas para ir contra los pronósticos médicos, que le dan, como mucho, un año de vida. Para ello, el matrimonio viajará por todas las partes del mundo no sólo para buscar una mejora en la calidad de vida de los enfermos, sino también como una muestra de solidaridad y superación de que, pese a la adversidad, hay que vivir.

Una historia de superación y coraje

Sin duda, sorprende que la ópera prima de Andy Serkis sea un biopic de corte clásico. El actor es ultraconocido por ser icono de la técnica digital de captura por movimiento y que ha llevado a replantear los horizontes de la interpretación al lograr que su Gollum en 'El señor de los Anillos', su César en la trilogía de 'El planeta de los simios' y su King Kong en la cinta de Peter Jackson se consideren auténticas interpretaciones que han puesto a la vanguardia un estilo que es propio de Serkis y que le ha convertido en el principal impulsor de una nueva categoría dramática.

Una razón para vivir

Aunque, en un principio, su debut iba a ser su particular visión de 'El libro de la selva' de Rudyard Kipling, finalmente esta será su segunda película ya que, por problemas de postproducción, su estreno se ha pospuesto hasta el 2018. Más allá de estos aspectos técnicos, realmente llama la atención que un filme tan canónico en materia de biopics se ha firmado, justamente, por un actor que ha roto los esquemas de la innovación artística. Pero, eso sí, Serkis sabe adaptarse a lo clásico, ya que 'Una razón para vivir' es una película correcta que tiene en las interpretaciones de Andrew Garfield y Claire Foy, sus principales virtudes.

Andrew Garfield y Claire Foy deslumbran en la película

Y es que Andrew Garfield es el que muestra su valor interpretativo al tener que lidiar con un personaje cuya expresión se reduce a su cara y los movimientos de su cabeza. Limitado en ese sentido, el actor hace un ejercicio actoral delicioso, que supera con creces la sutileza de Eddie Redmayne en 'La teoría del todo'. Cierto es que, en algunos momentos, sus expresiones parecen exageradas pero es algo lógico, si se tiene en cuenta de que se trata de un personajes que no pueden expresarse más allá de su rostro. Garfield se convierte en optimismo puro.

A su lado, Claire Foy vuelve a deslumbrar con un personaje femenino lleno de una fuerza interior extraordinaria, en la línea de su magnífica reina Isabel en 'The Crown'. Foy es, sin duda, una actriz que ha venido para quedarse en la gran pantalla, ya que tiene proyectos pendientes de estreno firmados por Steven Soderbergh y Damien Chazelle, además de ser próximamente el relevo de Rooney Mara como la mítica hacker Lisbeth Salander. Foy derrocha entrega y pasión, recordando a la fuerza de Felicity Jones en 'La teoría del todo' o Alicia Vikander en 'La chica danesa'.

Una razón para vivir

Sus interpretaciones, junto con una cuidada fotografía y un exquisito diseño de producción, logran cubrir un guion predecible dentro de los biopics, al ser canónico y, en algunos momentos, demasiado sentimental. No es de extrañar, ya que Jonathan Cavendish, productor de la película, es el hijo del protagonista en la vida real. Eso sí, en la que se nota que es una película de Andy Serkis es que narra la lucha por la evolución de la tecnología, en este caso sanitaria, y en que su personaje principal deba valerse, en todo momento, de su cara como única herramienta de expresión.

Quizás el tema y su desarrollo estén ya muy vistos, pero 'Una razón para vivir' es una película correcta que gustará a su público objetivo y, sobre todo, una demostración más del talento interpretativo tanto de Andrew Garfield, se le echaba de menos en una producción británica, como de Claire Foy. Son ellos los que convierten al filme en una experiencia notable a la que debe darse una oportunidad en una sala de cine.

Nota: 7

Lo mejor: La magnífica interpretación de Andrew Garfield.

Lo peor: Es demasiado liviana y no se aleja del canónico biopic.